En mayo de 2015, John Bader, director en jefe de relaciones académicas externas del IB, tuvo el honor de pronunciar un discurso en la ceremonia de graduación del colegio al que asistió en su infancia, el International School of Paris (sitio web en inglés).
John ha compartido con nosotros un fragmento de su discurso para animar a todos los graduados del IB a que sigan esforzándose para lograr sus objetivos.
Seis ideas para que los graduados del PD alcancen el éxito
- La vida es muy larga. Cuando uno aún no ha cumplido los 20, no se da cuenta de cuánto tiempo tiene por delante. Y es mucho. Décadas y décadas. Eso significa que puede permitirse crecer lentamente, tomar decisiones deliberadas y apreciar que el control de su tiempo es totalmente suyo. Tanta responsabilidad puede llegar a abrumar, pero es imprescindible para que asumamos que somos dueños de nuestra vida. Solo tenemos que recordar que, cuando todo lo demás falla y estamos perdidos, tenemos que tener paciencia y no forzar las cosas. Cuando terminen su etapa en el International School of Paris, no crean que deben tener todas las respuestas. Tómense su tiempo.
- Si un plan merece la pena, conviene cuestionarlo. Al encontrarnos con la falta de una estructura real, es natural que la construyamos rápido. Los seres humanos buscamos la lógica de todo. Por eso Teoría del Conocimiento es un requisito del IB. Necesitamos un orden y conseguir que las cosas se entiendan. Pero eso puede llevarnos a sacar conclusiones antes de tiempo y a que nos ciñamos a un plan antes de saber si es el correcto. Por tanto, es recomendable cuestionar el plan mientras se desarrolla. ¿Sigue siendo válido para mi propósito? ¿Qué otras oportunidades hay? ¿Qué se de ellas? Esta última pregunta es importante, ya que conviene mantener la mente abierta (una magnífica cualidad del IB) y tener conciencia de ello, pues el hecho de no conocer algo no significa que no sea una buena opción. Sigan aprendiendo y, después, decidan.
John Bader durante su discurso a los graduados del IB en el International School of Paris
- Las aventuras requieren una mente audaz. Una de las razones por las que me apasiona el IB es que invitamos a los alumnos y padres de todo el mundo a ser creativos e innovadores. Sus profesores les han invitado a ser audaces y francos, y a plantear preguntas difíciles en momentos inoportunos. Continúen por ese camino. Aprovéchenlo. Sigan haciéndolo, especialmente durante la transición a la universidad. Se ganarán el respeto de sus profesores, que les animarán a probar cosas nuevas. Realicen cursos de disciplinas que no hayan estudiado nunca. Experimenten con nuevos géneros literarios o nuevos formatos musicales. Continúen con la aventura del IB.
- Las transiciones siempre son difíciles. Cuando se mudaron a París para asistir a este colegio e iniciar su aventura en el Programa del Diploma del IB, ya pasaron por una gran transición. Recuerden las habilidades adquiridas, la resiliencia demostrada y su capacidad para adaptarse y progresar. Tendrán que enfrentarse a transiciones importantes cuando se adentren en la incertidumbre de la vida adulta, y tengan que tomar decisiones vitales y elegir un programa de estudios y una ocupación. Cuando llegue ese momento, confíen en su fortaleza y preparación, y recuerden que no es la primera vez que se enfrentan a un cambio.
- Alcanzar logros está bien, pero el viaje es mejor. Cuando por fin defendí mi tesis doctoral, me llevé una decepción. Había trabajado durante muchos años para conseguir mi doctorado, pero el momento final pasó en un suspiro. Así que tuve que consolarme recordando el magnífico camino que había recorrido hasta ese momento: los amigos, los desafíos, las experiencias… Creo que por eso en Francia se dedica tanto tiempo a la cena. Saben que lo mejor de la vida es vivirla, saborearla y dedicarle a cada cosa su tiempo. Por suerte, ahora cuentan con el espíritu aventurero y las habilidades que sus profesores del IB les han ayudado a desarrollar para disfrutar del viaje.
- No hay mayor felicidad que ayudar a los demás. Puede sonar trillado, pero es verdad. ¿Cómo puede ser que dar sea mejor que recibir? Tal vez sea porque nuestros sentimientos son más importantes que nuestras posesiones, y la satisfacción que se siente al ayudar a los demás es profunda y duradera. Me enorgullece ayudar a la comunidad del IB porque creemos que la educación cumple un cometido superior: el de construir un mundo mejor y más pacífico. El conocimiento y el dominio de una disciplina son necesarios, pero con eso no basta. La educación del IB debe reforzar el compromiso de cuidar del planeta de la misma manera que ayuda a comprender la vida que se desarrolla en él. Sigan defendiendo ese compromiso. Les dará verdadera felicidad.