En este tercer y último artículo de la serie sobre el acoso escolar, la revista IB World trata el tema del ciberacoso, cómo se puede prevenir y por qué el desarrollo de atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB como la solidaridad, la integridad y la mentalidad abierta puede ayudar a los alumnos a proteger sus interacciones en línea.
Facebook, Instagram y Twitter pueden ser las redes sociales más utilizadas para mantener el contacto con amigos. Pero lo preocupante es que también son los sitios donde se dan más casos de ciberacoso y otras conductas ofensivas.
Más del 50 % de los jóvenes afirma haber sufrido acoso escolar a través de Internet o el teléfono móvil. El ciberacoso no es en absoluto una novedad, pero como consecuencia de la proliferación de las redes sociales y el acceso a la tecnología, está afectando cada vez a más jóvenes en todo el mundo.
Este tipo de acoso escolar, también conocido como “acoso digital” o “tecnológico”, puede resultar especialmente dañino o doloroso por diversos factores. A diferencia del acoso escolar cara a cara, los acosadores suelen publicar imágenes de la víctima con comentarios ofensivos o dañinos. Estas imágenes pueden llegar no solo a los amigos y familiares de la víctima, sino también a millones de personas de todo el mundo. Los acosadores pueden agredir de manera anónima a sus víctimas haciendo uso de nombres o perfiles falsos.
El aumento del ciberacoso
Barbara Coloroso
Barbara Coloroso es una docente de prestigio internacional especializada en educación, orientación y justicia penal. Además, es oradora y autora de la obra The Bully, The Bullied, and The Not-So-Innocent Bystander. Barbara explica el aumento del ciberacoso en los últimos años:
“The Bully, The Bullied, and The Not-So-Innocent Bystander se publicó por primera vez en 2003. En 2006, tuve que actualizarlo con un capítulo completo sobre el ciberacoso. En la última edición, publicada en 2015, ya no aparece como un tipo de acoso independiente del acoso escolar ‘tradicional’. El mundo virtual y real se han fusionado y el ciberacoso ya no representa una entidad aislada”.
Uno de los principales problemas del ciberacoso y su aumento es que los legisladores han tenido dificultades para definirlo. Algunos sostienen que el acoso escolar (incluido el ciberacoso) debe producirse reiteradamente y con frecuencia para considerarse como tal. Sin embargo, Coloroso y otros muchos autores destacados en este ámbito sugieren que un solo incidente puede bastar.
Un solo incidente puede ser suficiente para ocasionar un daño importante a largo plazo. Si una imagen o una publicación ofensiva aparece en Internet, por ejemplo, puede permanecer ahí para siempre.
Las tres reglas de Internet
Si bien los padres y los docentes tienen la obligación de velar por la seguridad en línea, la mejor manera de prevenir el ciberacoso es a través de una buena educación. Según Coloroso, es importante recordar que la mayoría de los niños víctimas de acoso escolar conocen a sus acosadores, por lo que conviene estar alerta de los problemas que puedan surgir en el colegio y en casa.
La autora ha mencionado tres puntos fundamentales que los padres y los docentes deben recordar a los niños a la hora de publicar algo en Internet:
“En primer lugar, debemos promover un buen conocimiento de los medios digitales. Los niños han de saber cómo funciona la tecnología y que los contenidos que publican pueden estar accesibles durante mucho tiempo. En segundo lugar, debemos enseñarles civismo digital. Para ello, podemos preguntarles si la publicación o el comentario son verídicos, si son necesarios o si son positivos. En tercer lugar, los niños han de saber cómo utilizar medios de protección digital y asegurarse de evitar riesgos en sus interacciones en línea”.
El perfil de la comunidad de aprendizaje del IB y el ciberacoso
Uno de los aspectos más negativos de las investigaciones de Coloroso es la comparación que establece entre la naturaleza del acoso escolar y los problemas del mundo, como el odio y el genocidio.
El acoso escolar puede parecer un problema de menor envergadura, pero al igual que el odio, la intolerancia e incluso el genocidio, sigue un patrón de deshumanización de las víctimas. “Son realidades muy parecidas”, afirma Coloroso. El acoso escolar también invita a los “espectadores” a tomar parte en él o a limitarse a mirar y no hacer nada al respecto: “Es el lado negativo de la camaradería”, añade.
“Sin embargo, dada su naturaleza única, los programas del IB combaten este lado negativo”, afirma Coloroso. “En el IB, se enseña a los niños a pensar, no solo qué pensar. Por tanto, son menos propensos a dejarse llevar por la mentalidad de un grupo”.
Coloroso afirma que el perfil de la comunidad de aprendizaje del IB invita a los alumnos a cuestionarse su comportamiento y su impacto en los demás: “El concepto de la ciudadanía global y el respeto por todo el mundo es fundamental para todo lo que representan los alumnos del IB”, añade. “Además, los atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB relacionados con la solidaridad, la integridad y la mentalidad abierta ayudan a los alumnos a desarrollar una educación integral y a convertirse en miembros inclusivos de sus comunidades”.
“Estos valores contribuyen a prevenir el aumento y los riesgos del ciberacoso, y son los que debemos seguir enseñando”.
Cinco señales de aviso de ciberacoso
1. Los niños se alteran, se retraen o se enfadan cuando reciben mensajes de correo electrónico, notificaciones de las redes sociales o mensajes de texto.
2. Los niños pueden manifestar reticencia a la hora de salir de casa o socializar en el recreo. Pueden mostrar una actitud retraída en clase y en las interacciones con su familia y sus amigos.
3. Los niños pueden volverse más reservados con respecto a sus actividades en línea.
4. Los niños bloquean números de teléfono, direcciones de correo electrónico y cuentas de redes sociales.
5. Los niños eliminan repentinamente sus perfiles y cuentas de las redes sociales.
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