¿Cómo puede contribuir el estudio de la filosofía al aprendizaje de los alumnos? Jane Gatley, exalumna del IB y jefa de equipo del examen de Filosofía del IB, ha compartido una de sus últimas investigaciones con la revista IB World y nos ha explicado por qué la asignatura debe ser un componente fundamental de la educación secundaria
Los beneficios del aprendizaje de filosofía se han documentado en numerosos estudios. Mejora las habilidades de comunicación y pensamiento, y promueve la comprensión de otras creencias. Según un estudio, los alumnos experimentan un progreso adicional de aproximadamente dos meses en lectura y matemáticas después de utilizar el enfoque “Filosofía para niños” (un movimiento centrado en la enseñanza de habilidades de razonamiento y argumentación para niños). Otro informe reveló que una hora de clase de Filosofía a la semana puede influir significativamente en las habilidades cognitivas de los alumnos.
¿Pero qué impacto tiene la filosofía en el aprendizaje y qué pruebas hay que demuestren efectos similares en secundaria? Jane Gatley, jefa del Departamento de Estudios Religiosos del Worksop College (Reino Unido), realizó una investigación en una reciente conferencia de filosofía de su colegio para descubrirlo. Como exalumna del IB, sus clases de Teoría del Conocimiento (TdC) la motivaron para estudiar un máster en Filosofía. En la actualidad, es jefa de equipo del examen de Filosofía del IB.
El año pasado se celebró una conferencia de filosofía de dos días (Pursuit of Knowledge 2015), a la que asistieron alumnos de Filosofía de todo el Reino Unido. Un total de 95 alumnos de entre 15 y 19 años completaron un cuestionario sobre sus experiencias para el estudio de Gatley. “La preguntas tenían como objetivo comprender el valor que dan ellos a la filosofía”, explica Gatley.
“Sus respuestas reflejaron muchos de los beneficios documentados y se observaron indicios de que la filosofía puede presentar muchas influencias positivas diferentes, incluso para un mismo alumno. Descubrí que la filosofía ayuda a los alumnos a participar en su aprendizaje en cada una de las asignaturas que estudian, y a contextualizar dicho aprendizaje a través del desarrollo de perspectivas del mundo y sistemas de valores propios”.
Los tres temas
Gatley dividió las respuestas en tres temas para reflejar las posibles formas en que la filosofía puede modelar el aprendizaje. En primer lugar, observó que los alumnos utilizaban reiteradamente el verbo “permitir” al escribir sobre el valor de la filosofía. Por ejemplo, un alumno afirmó que “permite a los alumnos desarrollar su expresión y creatividad, lo cual no ocurre en otras asignaturas”. “Esta afirmación refleja la idea de que algunos alumnos disfrutan del pensamiento filosófico, pero no tienen la oportunidad de satisfacer ese interés en su etapa escolar”, añade Gatley.
Las respuestas indicaron que la filosofía ayuda a los alumnos a desarrollarse como personas. “La filosofía permite conocerse a sí mismo”, afirmó un alumno. Otros dos mencionaron que la conferencia los ayudó a superar la ansiedad que les provocaba participar en discusiones. “Los alumnos parecían disfrutar de la oportunidad de desarrollar sus propias ideas en respuesta a las opiniones de los demás”, afirma Gatley.
“Esto resulta muy útil para desarrollar una comprensión más profunda de uno mismo y del lugar que se ocupa en el mundo y la sociedad”. Más de la mitad (52 %) de los alumnos de entre 16 y 19 años, y un 77 % de los alumnos de 15 y 16 años tenían la impresión de que la conferencia les había influido profundamente.
“La filosofía desarrolla las habilidades de comunicación y pensamiento” fue el último tema propuesto por Gatley, concretamente, en referencia al desarrollo de las habilidades de análisis y pensamiento independiente. Una opinión muy común que la conferencia ayudó a los alumnos a escuchar las ideas de otras personas.
Disfrutaron conociendo a personas de todo el país que, a menudo, tenían opiniones muy diferentes. “Este es uno de los objetivos generales del curso de TdC del PD, que adquiere especial importancia en las comunidades culturalmente diversas”, afirma Gatley.
“La filosofía es un elemento fundamental en la educación”
Tanto los estudios ya publicados como la propia investigación de Gatley proponen un refuerzo del papel de la filosofía en la educación. “Me interesa especialmente la sugerencia de convertir la filosofía en un elemento fundamental de la educación en general. Este cambio permitiría a los alumnos discutir sus ideas en profundidad, desarrollar una mentalidad abierta y mejorar su habilidades de pensamiento y comunicación”, afirma.
“La filosofía tiene la capacidad de ayudar a los alumnos a dar más significado a sus experiencias educativas. Esto contribuye a que se impliquen más en el proceso de aprendizaje y que, con suerte, también les resulte más ameno. En muchos sentidos, la naturaleza de la filosofía se basa en el amor por el conocimiento y el aprendizaje por placer. La palabra ‘filosofía’ significa literalmente ‘amor por la sabiduría’. Si conseguimos inculcar esta actitud en los alumnos, creo que habremos logrado algo muy importante”, añade Gatley.
Cómo promover la filosofía entre los más jóvenes
Existen vínculos entre el movimiento “Filosofía para niños” y TdC, por lo que Gatley espera que sus hallazgos cuenten con el reconocimiento de los profesores de TdC y contribuyan a promocionar el curso de Filosofía del IB.
Dicho movimiento anima a los alumnos más jóvenes a discutir ideas de su interés y utiliza la pedagogía de la indagación, pues los alumnos han de determinar cuestiones filosóficas y votar aquellas que deseen discutir, y el docente modera la conversación. TdC sigue un formato similar, al centrarse en una serie de preguntas y promover la discusión. Entre los objetivos generales de TdC se incluyen crear una conciencia de las diferentes perspectivas de una comunidad internacional y animar a los alumnos a abordar cuestiones filosóficas fundamentales sobre la naturaleza del conocimiento.
Gatley también espera que un mayor número de Colegios del Mundo del IB se plantee introducir la filosofía a edades más tempranas. “Los alumnos demuestran más capacidad de adaptación con respecto a las ideas filosóficas de lo que se suele creer. Merece la pena experimentar con ideas complejas para ver si las respuestas de los alumnos pueden sorprendernos”, afirma.
Los comentarios sobre la conferencia fueron muy positivos y dejan muy claro que la filosofía puede resultar divertida, estimulante e interesante.