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El poder del aprendizaje social y emocional

school boy

Para continuar con la discusión sobre la conciencia plena y el bienestar del número de marzo de 2016 de la revista IB World y la reciente investigación sobre el bienestar social y emocional, Jenny Mosley (exdocente, capacitadora y escritora) nos habla sobre el poder del aprendizaje social y emocional y de cómo su “modelo de oro” puede promover la autoestima y la confianza en sí mismos entre los alumnos del PEP.

Los alumnos que se sienten valorados y respetados por sus cualidades sociales, emocionales, creativas y académicas son el elemento central de un colegio feliz, tranquilo y eficaz.

El desarrollo de las competencias sociales y emocionales incluye la mejora de la autoestima y la demostración de empatía y respeto hacia los demás, las cuales apoyan el objetivo del PEP de formar jóvenes capaces de participar en el mundo que los rodea. Las actividades de grupo, que fomentan una atención verdadera y cultivan las habilidades sociales, de negociación y de trabajo en equipo, ayudan a los alumnos a aprender a expresarse y a desarrollar la confianza en sí mismos.

El tiempo dedicado al grupo es una sesión en grupo y un sistema de atención a los demás con una estructura especial que forma parte del “modelo de oro”. Durante esa sesión, los alumnos practican sus habilidades de expresión, atención y negociación, y trabajan en equipos para participar en discusiones y juegos. Es una estrategia fantástica para promover la autoestima y la confianza en uno mismo, y centrarse en el desarrollo integral del niño (otro de los objetivos fundamentales del PEP).

La estructura circular de la sesión ofrece un espacio agradable y divertido. La risa, el juego, la creatividad y la imaginación son necesidades básicas del ser humano, pero algunas de nuestras clases no son lo suficientemente acogedoras desde el punto de vista emocional. En el tiempo dedicado al grupo, todos los niños reciben atención y se celebra cualquier éxito.

Las oportunidades experienciales de calidad, como el tiempo dedicado al grupo, pueden promover y desarrollar la autoestima y la confianza en uno mismo.

Actitud positiva hacia el aprendizaje

La inteligencia emocional es la capacidad de identificar y gestionar nuestras emociones y las de los demás. La definición de objetivos, la gestión del cambio, el descubrimiento personal y el aprendizaje sobre la autorregulación y el comportamiento son habilidades importantes para el aprendizaje eficaz en clase.

La adopción de un sistema de valores morales ayuda a desarrollar la resiliencia emocional en los alumnos, al permitirles manejar o adaptarse a las situaciones de estrés que puedan surgir. Es posible decidir junto con los alumnos qué valores morales se desean adoptar para que el aula sea un lugar seguro desde el punto de vista físico y emocional. A estos valores los llamo “reglas de oro” y son parte del “modelo de oro”.

Una vez decididas, las reglas (que normalmente se centran en el respeto, la amabilidad, la sinceridad, la confianza y el esfuerzo) se escriben en un papel dorado y se exponen en un lugar destacado. Las reglas se pueden promover por medio de discusiones, juegos, asambleas e historias en las sesiones de tiempo dedicado al grupo, y también se pueden utilizar para motivar y proporcionar comentarios positivos a los alumnos. Lo más importante es que la introducción e integración de las reglas de oro contribuyan a crear una actitud positiva hacia el aprendizaje. El PEP prepara a los alumnos para que sean activos y solidarios, y adopten una actitud de aprendizaje durante toda su vida, para lo cual es fundamental abordar el aprendizaje con un enfoque positivo.

El desarrollo de la resiliencia emocional también puede tener lugar fuera del aula. La hora del almuerzo y los momentos de ocio son descansos importantes en el día de cualquier niño. Cuando los alumnos tienen la oportunidad de divertirse y hacer ejercicio, surgen amistades (y también se rompen) y hay mucha más libertad. La implementación de juegos divertidos a la hora del almuerzo, en los que los alumnos utilicen y desarrollen sus habilidades sociales, puede marcar la diferencia entre un alumno que vuelve a clase animado y dispuesto a aprender y otro que se siente desmotivado y con menos ganas de participar en clase.

Jenny Mosley

Jenny Mosley

Nuestros momentos de oro

Es importante que los educadores prediquen con el ejemplo y demuestren una actitud positiva. Para promover la autoestima en los demás, debemos desarrollar una conciencia sólida de nosotros mismos, la cual guarda relación con el atributo “equilibrados” del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB. Animo al personal de los colegios a que también dedique tiempo al grupo y sienta el apoyo y la ayuda de sus compañeros.

Con demasiada frecuencia, los docentes anteponen las necesidades de los demás a las suyas propias y, como consecuencia, pueden agotarse en poco tiempo. Un docente cansado tiene menos capacidad de inspiración. Para sacar lo mejor de los demás, necesitamos un buen conocimiento de nosotros mismos y toneladas de energía. Tenemos que aprovechar la fuente de posibilidades de nuestra naturaleza humana.

Las “cinco fuentes del bienestar” también forman parte del “modelo de oro”. Se centran en la reposición de la energía emocional, creativa, física, espiritual y cognitiva. Animo a los educadores a crear su propio plan de atención personal basado en el equilibrio y la perspectiva.
Si nos tomamos “momentos de oro” para recargar las pilas y centrarnos mejor, podemos mantener la resiliencia y sentirnos valorados en un entorno ajetreado.

Cuéntenos qué actividades realiza en clase para promover el aprendizaje social y emocional. Escriba a editor@ibo.org.