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El internacionalismo abre el corazón y produce nostalgia

Sofia Parunova se incorpora este año a nuestro equipo de exalumnos colaboradores para compartir su experiencia como graduada del Programa del Diploma (PD). Esta es su tercera historia de la serie.

Contribución de Sofia Parunova

El Programa del Diploma (PD) supone un desafío académico y personal. Algunos alumnos esperan que el PD los ayude a alcanzar un sueño, y otros, como yo, descubrimos el multiculturalismo gracias a él. Sean cuales fueren las razones de cada uno, el IB abre la mente al conocimiento, la diversidad y las oportunidades. Pero también deja el corazón cargado de nostalgia. Nostalgia de ese próximo logro que nos llenará de energía o, si hemos estudiado en otro país, del lugar al que pertenecemos.

“Nuestro pasaporte indica un país, pero nuestro corazón es internacional. Nuestro horizonte social es tan amplio como el universo”.

Tuve la suerte de estudiar en un Colegio del Mundo del IB con alumnos de todo el mundo y, sentada junto a ellos, discutimos temas que llegan al corazón y las ideas que forman el tejido del universo en el que vivimos. Esta experiencia no solo sirve para obtener un diploma. Ha sido ahora cuando me he dado cuenta de que mi etapa como alumna del IB eliminó todos mis filtros en lo que respecta a los países.

Un alumno que estudia un programa del IB en el extranjero no puede permitirse ser selectivo con los amigos o buscar compatriotas. Aprende que su mejor amigo puede tener dos nacionalidades de cualquier extremo del mundo, pero ambos habrán encontrado algo que los une. El PD conecta a las personas de una manera única que hace que las nacionalidades se flexibilicen. Nuestro pasaporte indica un país, pero nuestro corazón es internacional. Nuestro horizonte social es tan amplio como el universo.

 

Sofia Parunova obtuvo el diploma del IB en el Kolding Gymnasium (Dinamarca).

Vivir en una sociedad global es algo maravilloso, pero, por desgracia, tiene sus aspectos negativos. Conozco mis raíces y tengo plena conciencia de mi procedencia, pero el concepto de “nacionalidad” u “hogar” ahora es más flexible para mí. Mi nacionalidad puede ser mi lugar de nacimiento, donde viven mis padres o donde estoy ahora mismo. ¿Qué es el hogar, entonces? Esta pregunta a menudo es dolorosa, porque podemos acabar echando de menos a alguien o algo que no está ahí. No es fácil sentir nostalgia de un lugar que ha cambiado y ya no existe.

“El hogar es donde reside el amor”.

Estos pensamientos no deben disuadir a nadie de viajar lejos de casa para superar un desafío como el PD. Quienes estén empezando estarán ocupados con la ingente cantidad de tareas que tienen que hacer y es poco probable que experimenten las sensaciones que describo. Ocurre, sin embargo, que la vida no se detiene ahí.

Al completar el PD, regresamos a nuestro país de origen, donde se necesitan pensadores creativos; desarrollamos la confianza en nosotros mismos que se necesita para allanar el camino en otra parte; o nos sentimos impulsados hacia algún lugar donde podamos conocer a otras personas que buscan cambiar el mundo. Las personas con las que he estudiado han seguido viajando y estudiando en lugares lejanos, han visitado países pobres y ricos, y han luchado por lo que esperan lograr en sus vidas.

El internacionalismo implica que tengamos más de un lugar al que llamar hogar. Y debemos aceptarlo. El hogar es donde reside el amor. Si hemos de aprender un conocimiento transferible en el PD, que sea ese. Aceptar que estaremos más abiertos al conocimiento académico y vital, y a veces al dolor. Sin embargo, eso nos hará sentir que pertenecemos más a una sociedad global. Nos ayudará a descubrir quiénes somos realmente en un mundo donde todos somos diferentes, pero sentimos lo mismo.

Sofia Parunova completó el Programa del Diploma en el Kolding Gymnasium (Dinamarca). Luego se graduó en derecho en la Universidad de Essex (Reino Unido) y estudió un máster en derecho de la información y la propiedad intelectual en el King’s College London. Este año se incorpora a nuestro equipo de exalumnos colaboradores de 2018.