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La resiliencia, clave para sobrevivir a la recta final del semestre

Cada año, invitamos a un grupo de exalumnos del IB a que compartan sus experiencias, intereses y consejos con la comunidad global a través de nuestra serie de​ ​historias de graduados​. Damos la bienvenida a la graduada del Programa del Diploma (PD) del Weston Collegiate Institute (Canadá) Ayesha Rashidi, que en este artículo comparte consejos importantes para sobrevivir a la convocatoria de exámenes. 

Young woman working at home

Contribución de Ayesha Rashidi

La resiliencia es el principal ingrediente que necesitamos para perseverar en esta época de trabajos finales, exámenes y admisiones universitarias. En este momento tan estresante del año, puede resultar más efectivo crear un plan de acción que sufrir el vigésimo ataque de nervios del mes. En lugar de lamentarse y tomarse descansos prolongados en compañía de Netflix, es el momento de poner manos a la obra.

Tal vez haya perdido la motivación y su actitud haya pasado de “Quiero una A en este curso” a “Me conformo con aprobar”. La única diferencia que hay entre los que al final aprueban y los que no es la resiliencia. Al fin y al cabo, lo que está en juego es su educación y si eso no le motiva para terminar el año escolar, no sé qué otra cosa podría hacerlo. A continuación, encontrará algunos trucos que le ayudarán a afrontar con resiliencia esta época de caos.

La cuenta atrás

“El paso más importante de esta recta final es organizarse”.

Es posible que en este punto del semestre ya sea consciente de todas fechas límite que se avecinan: trabajos finales, evaluaciones finales y, por supuesto, exámenes. Tiene claro que carece de la energía suficiente para mantener la motivación y ha decidido obligarse y terminar de una vez. El paso más importante en esta recta final es organizarse. La ingente cantidad de cosas que tiene que hacer en tan poco tiempo hace que pierda la noción del tiempo y la concentración. A todos nos ha pasado alguna vez que cuando por fin creemos tener todo controlado, lo que sucede en realidad es que se nos ha ido el tiempo y las tareas comienzan a acumularse.

Use un calendario. No dejaré de insistir en lo importante que es llevar un registro de todo en un calendario. Los calendarios son la solución al problema de “¡Oh, no! ¡Creía que esto se entregaba la semana que viene!”. Puede utilizar el calendario del teléfono, una agenda, un planificador o uno de esos almanaques de pared para no perder de vista las cosas que tiene que hacer. Yo utilizo mi teléfono, una agenda y un almanaque de pared porque el hecho de tener un recordatorio constante de mis tareas pendientes me obliga a terminarlas. Un calendario no solo le ayudará a organizarse, sino también a no perder de vista los plazos, es decir, lo que tiene que hacer y el tiempo que tiene para hacerlo.

Si utiliza un calendario, tiene que priorizar las tareas. Si tiene dos entregas en la misma semana, debe determinar cuál de ellas requerirá más tiempo de preparación y ponerse a trabajar en ella antes. De esta forma, podrá distribuir el tiempo en función del nivel de esfuerzo que requiera cada tarea, y no terminará una para dedicar a la otra toda la noche anterior a la entrega. Al priorizar las tareas y espaciar el tiempo de trabajo necesario, estará más relajado y mejor preparado para terminarlas. Así, en lugar de ver Netflix para procrastinar, lo hará porque lo tiene todo bajo control y puede tomarse un descanso de vez en cuando.

Pedir ayuda

“De hecho, todos están en el mismo barco y la única forma de sobrevivir es ayudarse unos a otros”.

Si no encuentra la solución en Google, pida a alguien que le ayude. La labor de sus profesores es enseñarle, y no darle la espalda. Así que no tenga miedo de acudir a ellos si tiene problemas con un proyecto. El tiempo que dedica a estresarse y demorar el inicio de un proyecto puede ser más productivo si habla con su profesor. Los profesores son expertos en cualquier tarea que le hayan encargado, así que le garantizo que saben exactamente cómo indicarle la dirección correcta. Pueden decirle directamente lo que está haciendo mal, o tal vez tenga una revelación mientras habla con ellos. De cualquier modo, siempre será más eficaz pedirles ayuda que dedicar el doble de tiempo a salir del problema uno solo.

Si se trata de uno de esos problemas que el profesor quiere que resuelva por sí mismo (y sé de lo que hablo), tiene que confiar en sus compañeros de clase. De hecho, todos están en el mismo barco y la única forma de sobrevivir es ayudarse unos a otros. Nunca debe existir un sentido de superioridad o competencia entre compañeros, porque las notas de unos no se ven afectadas por las de otros. Lo que realmente influye es el esfuerzo que cada uno invierte. Por lo tanto, no hay razón para evitar recurrir a un amigo. Incluso si tiene problemas para comprender al profesor, es muy probable que sus amigos puedan ayudarle. Tiene a su disposición numerosos recursos de ayuda; solo tiene que tomar la iniciativa de acudir a ellos.

Esta es la época más difícil del año, pero le prometo que pasará antes de que se dé cuenta. ¡Buena suerte a todos!

ayesha square

Ayesha Rashidi estudia en la Universidad de Toronto, Ontario (Canadá). Quiere estudiar un posgrado, aunque todavía no sabe de qué y está abierta a sugerencias. En la universidad, le gustaría estudiar la especialidad de genética. Durante los fines de semana, le gusta jugar con sus dos gatos: Milky y Little Bear. Puede ponerse en contacto con ella a través de LinkedIn.

Para conocer mejor a los graduados del Programa del Diploma (PD), eche un vistazo a estas historias de los programas del IB. Si quiere compartir su historia como graduado del IB, escríbanos a alumni.relations@ibo.org. Agradecemos su contribución a las historias del IB y le invitamos a conectarse con nosotros a través de LinkedIn, Twitter y ahora también Instagram.

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