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El secreto del éxito académico

El profesor del año Chad Sperzel-Wuchterl ha revelado a la revista IB World cuál es la clave para lograr el éxito educativo

Chad Sperzel-Wuchterl acaba de ser elegido profesor de secundaria del año 2020 en Wisconsin. Como director del departamento de Artes Visuales del IB y profesor de artes del Ronald Reagan High School de Milwaukee (EE. UU.), es la persona idónea para hablar de las ventajas de aprender a través de la acción y la creatividad.

Será uno de los oradores destacados de la Conferencia global del IB de 2019 en Nueva Orleans, donde hablará de la repercusión directa que tienen el liderazgo y la voz de los docentes en los resultados de los alumnos. En este artículo, nos habla de su enfoque de la enseñanza de Artes Visuales y cómo revoluciona la mentalidad de los alumnos.

He descubierto que el éxito de los alumnos está directamente relacionado con varios factores: la orientación personalizada, la colaboración productiva y la comunicación activa. Doy a conocer a mis alumnos el arte de varias civilizaciones para que desarrollen su conciencia de la diversidad global y aprendan a apreciar la amplitud y la belleza de las obras producidas en todo el mundo.

Les pido que definan el arte desde un punto de vista amplio que incluya la etnia, las costumbres, el folclore, los deseos, los miedos y las ideologías de diferentes sociedades. Así es como los alumnos aprenden a respetar y aceptar los valores de otras personas para desarrollar una comprensión plena de la interconexión entre todos los seres humanos.

Nuestro alumnado es un mosaico de 31 culturas diferentes donde hay inmigrantes, refugiados o estadounidenses de primera generación. Cada subcultura tiene una perspectiva única que compartir con el resto del mundo, y su arte posee un valor espiritual, ritual y funcional que puede iluminar a otras personas. Tanto en el colegio como en el aula, presento voces marginadas y contribuciones artísticas importantes de minorías.

Inspirar la reflexión personal

Introduzco diferentes puntos de vista y diversos valores para cuestionar los conocimientos actuales de mis alumnos, y que puedan desarrollar una ética personal firme y una mentalidad universal. Mis alumnos adquieren una sólida perspectiva histórica del arte a lo largo del tiempo, lo que les permite descubrir que las definiciones de lo que es bueno o malo, bello o grotesco, valioso o despreciable van mutando para reflejar los valores en constante cambio de las sociedades. Abordar el arte desde una perspectiva histórica también enseña la importancia de la reflexión personal, la resiliencia y la confianza duradera.

Creo que las personas asimilamos mejor el aprendizaje a través de la acción y la creatividad. Nuestra interacción con otras personas amplía nuestra conciencia de nosotros mismos y nos permite descubrir nuestro lugar y propósito en el mundo. Planteo preguntas sobre el importante papel que desempeña el arte a la hora de formar la opinión pública, unir a las personas y definir los valores culturales.

Mis alumnos analizan el arte de otras civilizaciones para comprender las vicisitudes de sus pueblos y la necesidad de inspirar grandeza. Cuestiono sus creencias para que pongan a prueba sus propios límites, y desarrollen una ética personal en el trabajo y una mentalidad global compasiva en su vida.

Los enseño a usar el arte no solo para expresarse, sino también para comunicar los valores, los dilemas, y los puntos fuertes y débiles de su comunidad en un mundo en constante cambio.

Aprender a través de la colaboración

En mi estudio, la creación artística rara vez tiene lugar de manera individual. Todos mis alumnos tienen la oportunidad de colaborar para aprender a respetar los puntos de vista de los demás y adquirir habilidades en el marco del proceso creativo. Exploramos el arte desde diferentes perspectivas y en diferentes contextos, y reflexionamos sobre nuestro propio trabajo y las obras de otras personas.

Exhorto a mis alumnos a que experimenten con diferentes medios para descubrir sus propios talentos e intereses creativos. Desarrollan sus competencias técnicas y su confianza en sí mismos como artistas a través de los comentarios y las respuestas que reciben de compañeros, exalumnos mentores y profesores universitarios visitantes. Tienen la oportunidad de conocer a los artistas profesionales de diferentes culturas que visitan el aula y a los profesores que critican sus obras en talleres universitarios.

Cuando sus obras se someten al análisis de profesores universitarios o artistas profesionales, al mío propio o al de sus compañeros de clase, se espera que todos los alumnos utilicen el vocabulario artístico adecuado y habilidades de escucha activa para explicarlas o defenderlas. De este modo, mis alumnos participan plenamente en el proceso de aprendizaje mientras les enseño a desarrollar sus habilidades artísticas únicas y a autogestionar su trabajo de la manera oportuna.

La importancia de la diversidad cultural se refuerza concienzudamente con la colaboración entre alumnos de diferentes razas, religiones y nacionalidades en el estudio, donde los enseñamos a escucharse, aprender unos de otros y asumir un papel de liderazgo. Cuando mis alumnos se gradúan, también ponen sus talentos, valores y responsabilidades al servicio del propósito de transformar positivamente el mundo que los rodea, y convertirlo en un lugar mejor y más pacífico.

Confío en la educación basada en la comunidad. Llevo a mis alumnos a talleres universitarios para que puedan trabajar directamente con profesores de toda el área de Wisconsin. Sus obras reciben críticas formales e informales que les sirven para revisarlas y reflexionar.

Estos profesores no solo abren a los alumnos una ventana a la universidad, sino que también hacen recomendaciones cuando alguno necesita ayuda financiera. En 2018, se ofrecieron 3,5 millones de dólares en becas a 41 de mis alumnos de último año para atraer a artistas con talento a diversas universidades. En 2019, se ofrecieron 2,5 millones de dólares a 21 alumnos de Artes Visuales.