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Tiempo adicional en los exámenes: ¿cómo funciona?

Contribución de Kala Parasuram

Plantéese esta situación: 80 de un total de 815 alumnos del Programa del Diploma (PD) de un Colegio del Mundo del IB tienen dificultades para el aprendizaje, las cuales varían en cuanto a su naturaleza y nivel de gravedad. Sin embargo, todos sus planes de aprendizaje tienen un común denominador: un 50 % de tiempo adicional en los exámenes. Dado el carácter único de las dificultades, el estilo de aprendizaje y la forma de responder a los diferentes sistemas de apoyo de cada alumno, sus necesidades específicas de acceso no pueden ser las mismas que las de los demás alumnos, y también deben ser únicas. Los equipos encargados de planificar las adecuaciones de acceso deben crear planes de aprendizaje y acceso individualizados, que ofrezcan el apoyo óptimo a los alumnos.

¿Qué revelan las investigaciones acerca del tiempo adicional?

Varios investigadores han cuestionado el uso de tiempo adicional como adecuación de acceso universal en lo que respecta a su utilidad para la obtención de resultados en los exámenes y a si es equitativa con los alumnos que tienen dificultades y con los que no las presentan. No hay ninguna investigación que avale que el uso estandarizado de un 50 % y un 100 % de tiempo adicional sea más adecuado y válido que el uso de un 25 % (Solkal y Wilson, 2017). Diversos estudios han revelado que los alumnos con trastornos por déficit de atención e hiperactividad que han disfrutado de tiempo adicional en los exámenes han obtenido peores resultados y su rendimiento ha sido peor que cuando han trabajado en condiciones normales (Lovett y Leja, 2015). Elliot y Marquart (2004) hallaron que la concesión de tiempo adicional en los exámenes de matemáticas no ha servido para mejorar las notas de los alumnos con discapacidades.

Principios y política de acceso e inclusión del IB

El Bachillerato Internacional (IB) ha recibido solicitudes de inclusión que van desde un 25 % hasta un 100 % de tiempo adicional para perfiles de alumnos similares, pero de diferentes países. Por tanto, a fin de garantizar la coherencia y el cumplimiento de ciertos estándares, la política de acceso e inclusión del IB contiene criterios muy claros. En ella también se explican los principios que se traducen en buenas prácticas a la hora de planificar y aplicar las adecuaciones de acceso.

Uno de los principios fundamentales de la política de acceso e inclusión del IB es el apoyo óptimo, lo que implica prestar el tipo y el grado de apoyo exactos que necesita un alumno.

Identificar el apoyo óptimo

¿Cómo puede determinar un colegio cuál es el apoyo óptimo?

  1. Se deben tener en cuenta las observaciones de los docentes en clase y las propias experiencias de los alumnos. Las recomendaciones de los psicólogos y médicos deben usarse solo como guía, ya que están basadas en las prácticas habituales de un país, que pueden diferir en gran medida de las de otros países. Lo ideal es que sean los docentes y los alumnos quienes determinen qué apoyo es el más adecuado y óptimo.
  2. Se deben probar diferentes adecuaciones de acceso para que el docente y el alumno puedan explorar la que funciona mejor. Por ejemplo, los profesores pueden observar que un alumno con una puntuación estándar de 87 en fluidez de lectura obtiene buenos resultados con un 25 % de tiempo adicional en la prueba, mientras que otro con el mismo perfil responde mejor con el uso de un programa informático de lectura. En este caso, no se consideraría buena práctica incluir un 50 % de tiempo adicional en el programa o el plan de aprendizaje individualizado de estos dos alumnos, pues esa medida no les brindaría un apoyo óptimo ni individualizado.
  3. Para brindar un apoyo óptimo, se deben supervisar y revisar periódicamente las adecuaciones de acceso. El apoyo que un alumno necesita no es invariable, sino que cambia con el tiempo.

La concesión de tiempo adicional no tiene el mismo efecto en todos los alumnos. El impacto positivo que puede tener en uno puede ser muy diferente al que tiene en otro. Esta medida debe aplicarse después de llevar a cabo una observación minuciosa, teniendo claros el propósito y el impacto esperado en el desempeño. Los equipos responsables de elaborar los planes de apoyo al aprendizaje deben tener en cuenta el concepto del apoyo óptimo y la política del IB a la hora de identificar la mejor manera de ayudar al alumno.

Los coordinadores y docentes de Colegios del Mundo del IB pueden leer la política de acceso e inclusión del IB en el portal Mi IB

ELLIOT, S. N. y MARQUART, A. M. “Extended time as testing accommodation: Its effects and perceived consequences”. Exceptional Children. Vol. 70, pp. 349-367, 2004.

LOVETT, B. y LEJA, A. “ADHD symptoms and benefit from extended time testing accommodations”. Journal of Attention Disorders. Vol. 19(2), pp. 167-172, 2015.

SOKAL, L. y WILSON, A. “In the nick of time: A Pan-Canadian examination of extended time accommodation in post-secondary schools”. Canadian Journal of Disability Studies. Vol. 6(1), pp. 28-62, 2017.