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Una educación sin fronteras

El proyecto Beyond the Border, de dos alumnos del Programa del Diploma (PD), deja huella en Texas (EE. UU.)

“Todos los niños merecen recibir educación”, sostienen David Li y Valeria García, dos alumnos del PD de la Lamar Academy de Texas (EE. UU.). Por eso crearon el proyecto Beyond the Border, para tratar de abordar los problemas sociales y la carencia de educación que sufren las personas procedentes de América Central que buscan asilo en Estados Unidos. Los alumnos visitan el vecino Humanitarian Respite Center durante dos horas, tres días a la semana, para enseñar manualidades e inglés básico a los niños.

David afirma: “Las historias de lo mal que lo pasan los niños por no tener las oportunidades que brinda la educación me han marcado de por vida. Muchos niños del otro lado de nuestra frontera no tienen medios de expresión creativa o intelectual”.

DP student

“Beyond the Border sostiene que no debe haber fronteras cuando se trata de cubrir las necesidades de atención, cuidado, amor y educación de los niños”.

Beyond the Border comenzó como un proyecto de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS), cuando David y Valeria buscaban maneras de ayudar a su comunidad. “Supimos que los niños no estaban recibiendo educación, no hacían prácticamente nada ni se les estaba prestando la atención que necesitaban o merecían”, apunta Valeria. El Humanitarian Respite Center les proporcionó algunos recursos y los alumnos recibieron donativos de la comunidad local. David también llevó su Lego para que los niños jugaran con él.

Beyond the Border ha ayudado a David y Valeria tanto como a los niños. “La interacción con ellos amplía nuestras perspectivas y nos ayuda a ser mejores personas”, señala Valeria. “Hemos aprendido tanto de los niños como ellos han aprendido de nosotros”. Gracias a la práctica de comunicarse con los niños, David habla español casi con fluidez.

“Durante este proyecto, hemos puesto en práctica varios atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB, más concretamente los relacionados con la mentalidad abierta, la comunicación, la solidaridad con los niños y, sobre todo, la audacia. Si no nos hubiéramos arriesgado a poner en marcha este proyecto, nunca habríamos podido influir positivamente en la vida de tantos de estos niños a través de nuestras visitas”.

El proyecto ha crecido mucho desde sus inicios: ahora cuenta con unos 20 alumnos y está reconocido a nivel nacional. Vivian Tamez, profesora de francés y coordinadora de CAS de la Lamar Academy, señala: “Lo que comenzó como un proyecto pequeño se ha convertido en una iniciativa de la que los alumnos pueden sentirse muy orgullosos”.

Este artículo forma parte de una serie de historias de la revista IB World, concebida para dar a conocer las extraordinarias iniciativas que están llevando a cabo alumnos y educadores del IB de todo el mundo. Siga estas historias en Twitter: @IBorganization#IBcommunitystories. Si desea compartir experiencias e historias extraordinarias, escriba a editor@ibo.org.