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¿Podría la historia del IB ayudar a preparar a los alumnos para los desafíos globales?

Hemos invitado a un grupo de graduados del Programa del Diploma a que reflexionen sobre cómo han sido sus vidas después de la etapa en el IB y den sus opiniones sobre los temas que prefieran. Irene Sánchez Brualla es una de las autoras colaboradoras del grupo de exalumnos de este año.

Contribución de Irene Sánchez Brualla

Irene Sanchez - 250

Irene Sánchez Brualla obtuvo el diploma del IB en el I.E.S. Santa Clara de Santander (España).

Creo que es importante que conozcamos lo mejor posible nuestras raíces culturales e históricas. Nuestra sociedad es tan compleja que, para participar en ella de manera responsable, debemos ser conscientes de los problemas internacionales y ser capaces de abordarlos con una visión global. Y es muy probable que esto se aplique a todas las sociedades del mundo.

Actualmente vivo en España, donde existen numerosos problemas sociales relacionados con Europa cuya comprensión, incluso en el nivel más básico, exige una visión global. Durante los últimos meses, nuestra región ha afrontado la llegada de los refugiados que huyen de las guerras de Oriente Medio, las tensiones entre los países europeos como consecuencia de las crisis económicas, el aumento de la desigualdad de la renta y la amenaza del terrorismo.

¿Cómo podemos desarrollar los conocimientos y el contexto necesarios para afrontar estos desafíos? ¿Podría el Programa del Diploma (PD) ser de utilidad para ello?

Para preparar este artículo, consulté los archivos de investigación del IB y hubo dos estudios que me llamaron la atención. En ambos se analizaba la correspondencia curricular entre el PD y dos sistemas nacionales: el alemán y el suizo. En cada uno de ellos se comparaba el contenido, la exigencia cognitiva y las implicaciones filosóficas del currículo nacional con los del PD. Nunca había leído un estudio en el que se compararan dos sistemas educativos. Como exalumna del IB, soy consciente de la calidad del PD. Sin embargo, también creo que los sistemas de Alemania y Suiza son muy buenos. Por eso pensé que podría ser interesante analizar más detalladamente la comparación.

En términos generales, el estudio revelaba que el grado de correspondencia entre el PD y los currículos de estas regiones era muy elevado en las disciplinas de biología y matemáticas. Su contenido era similar, y presentaban prácticamente el mismo nivel de exigencia cognitiva y algunas diferencias en los fundamentos filosóficos que los alumnos debían desarrollar por medio del estudio de cada asignatura. Sin embargo, las mayores diferencias se observaron entre los cursos de ciencias sociales e historia.

En ciencias sociales, se insinúa una cierta influencia de los gobiernos liberales o conservadores en el caso de los currículos nacionales. Sin embargo, lo que me llamó la atención fue la sólida perspectiva global y la importancia de la mentalidad internacional presentes en el currículo de Historia del PD. Los currículos nacionales utilizados en la comparación centran la asignatura de historia en el estudio de los siglos XIX y XX, y hacen hincapié en el desarrollo de la identidad nacional. Por el contrario, la asignatura de Historia del PD permite el estudio de muchos períodos históricos y hace hincapié en el desarrollo de una visión global de la historia de la humanidad.

Siempre ha habido flujos migratorios y estos movimientos por sí mismos no se pueden ver como una amenaza a una supuesta “identidad pura” que hay que preservar. El homo sapiens apareció en África. La cultura árabe ha tenido una importante influencia en la mayoría de los países de Europa Occidental y en la península ibérica desde la Edad Media (¿recuerdan los Jardines del Agua de Dorne de la serie Juego de tronos? Las escenas se rodaron en Europa). La mayoría de los países modernos son una mezcla de pueblos de orígenes diversos. Es importante contar con un marco adecuado para neutralizar la cultura del miedo que se está imponiendo en muchos lugares y que no debe tomarse a la ligera, pues fue la razón por la que, hace 60 años, miles de europeos abandonaron sus países de origen como consecuencia de una guerra entre los llamados “estados modernos y civilizados”. Creo que el desarrollo de una identidad nacional es importante, pero también lo es desarrollar una visión global para analizar y solucionar los complejos problemas internacionales a los que nos enfrentamos hoy en día.

Después de leer el estudio y reflexionar sobre mi vida en Europa, creo que la dimensión internacional presente en la asignatura de Historia del PD supone una ventaja. Me refiero a la sociedad europea porque es la que mejor conozco, pero creo que si más alumnos de todo el mundo desarrollan los valores cívicos y la visión global que promueve el IB, podremos avanzar en la búsqueda de soluciones pacíficas a los crecientes problemas del mundo actual.


Irene Sánchez Brualla obtuvo el diploma del IB en el I.E.S. Santa Clara de Santander (España) en 2009. A continuación, se graduó en Ciencias Biomédicas en la Universitat Autònoma de Barcelona (España), y actualmente está cursando un programa de doctorado impartido conjuntamente por la Universitat Autònoma de Barcelona y la Université d’Aix-Marseille (Francia). Cuando no está trabajando o escribiendo publicaciones de blog sobre ciencia o política, le gusta seguir conociendo el complejo mundo en el que vivimos, estudiar otras lenguas (actualmente, el ruso), ver películas de aventuras, nadar y correr.