La educación fuera del aula La revista IB World habla con profesores del IB sobre el aprendizaje mediante la experiencia y sobre cómo este mejora el desarrollo académico y personal.
Las excursiones escolares no solo hacen más divertidas e interesantes las clases, sino que pueden ampliar la comprensión que los alumnos tienen de los temas. Cada vez más profesores están saliendo del aula para fomentar el aprendizaje en el mundo real y el descubrimiento personal. Sin embargo, sus beneficios van mucho más allá del colegio. Los proyectos y las experiencias de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS) dan a los alumnos la oportunidad de pensar a nivel global pero actuar en el plano local, logrando cambios reales en sus comunidades. Viajar a otros países por motivos académicos también puede ser una buena forma de ayudar a los alumnos a aprender sobre distintas culturas y tradiciones y favorecer así un mundo más pacífico y tolerante.
Experiencias únicas
Los alumnos del colegio International School at Dundee, en Greenwich (Connecticut, EE. UU.) visitan el Museo de Ciencias de Boston para participar en talleres, explorar conceptos con académicos del museo y realizar exploraciones independientes.
«Las excursiones escolares refuerzan los conceptos de ciudadanía y abren la puerta a oportunidades de aprendizaje en comunidades locales y globales», dice Esra Murray, profesora del PEP. «Los alumnos tienen que poder ver que actuar y asumir responsabilidades a nivel local cambia las cosas en el plano global.
«La enseñanza y el aprendizaje fuera del aula sumergen a los alumnos en culturas auténticas. Las excursiones escolares brindan experiencias únicas, especialmente para los alumnos con circunstancias socioeconómicas difíciles que, de otra forma, tal vez nunca tuvieran la oportunidad».
Las excursiones globales fomentan la mentalidad internacional, según Rafaela Menoscal, profesora de Teoría del Conocimiento y vicedirectora de la Unidad Educativa Bilingüe Delta, en Guayaquil (Ecuador).
«En comparación con la lectura sobre otras culturas en el aula, las excursiones escolares favorecen el descubrimiento y la interpretación de los propios alumnos», afirma.
Las excursiones también sacan a los alumnos de su zona de confort y les permiten aprender sobre tradiciones que tal vez no formen parte de su vida, lo cual contribuye a que desarrollen una mentalidad internacional.
Mayor curiosidad
Los alumnos del colegio Newton College, en Lima (Perú), tienen la oportunidad de visitar la selva amazónica dos veces durante su educación secundaria, y se hospedan en el centro de estudios del colegio. Situado en la ribera sur del río Tambopata, el Centro Amazónico de Estudios Sachavacayoc Lodge brinda a los alumnos una oportunidad de aprender sobre los ecosistemas y la conservación ambiental y ver plantas y animales que probablemente solo hayan visto antes en sus libros de texto.
Richard Quantrill, director de secundaria de Newton College, considera que visitar la selva hace aflorar la creatividad y la curiosidad de los alumnos. «Los alumnos siempre aprenden mediante experiencias y experimentos prácticos, y el viaje a la selva les da una oportunidad perfecta para planificar, asumir riesgos y experimentar», señala.
«Las expediciones favorecen y profundizan la comprensión de los alumnos sobre cuestiones complejas que no solo afectan a Perú, sino al mundo en general, al brindarles un conocimiento de primera mano».
Salir del aula también es bueno para la salud y el bienestar. Durante su viaje al Amazonas, es probable que los alumnos de Newton College caminen varios kilómetros al día y que tengan un acceso a Internet muy limitado, lo cual fomenta la interacción social y les permite dedicar más tiempo a reflexionar.
Sin embargo, los alumnos no tienen que desplazarse lejos para tener experiencias de aprendizaje profundas. El colegio Sekolah Tunas Bangsa, en la ciudad de Pontianak (Indonesia), reúne a los profesores de asignaturas académicas y educación física en un «Desafío de aventuras» en el que los alumnos, en grupos, deben participar en actividades físicas y mentales en las dependencias del colegio. Las actividades instan a los alumnos a colaborar unos con otros para cumplir objetivos, ya sean físicos o mentales.
En una iniciativa similar, la «caminata de las fracciones» del colegio International School at Dundee hace que los alumnos se transformen en científicos por un día. En las instalaciones del colegio, los alumnos buscan e identifican entidades que existen en partes pero que se perciben como un todo.
«Colaboraron y debatieron activamente acerca de si ciertos objetos podían considerarse una parte de un todo», apunta Esra Murray. «Para los alumnos que aprenden mejor de manera experiencial, fue una oportunidad de utilizar sus puntos fuertes, y para otros se trató de una oportunidad de pedir ayuda a un compañero de clase».
Crear un mundo mejor y más pacífico
«El IB siempre ha abogado por el aprendizaje experiencial y la exploración de contextos significativos, desde el ámbito local hasta el global, para permitir a los jóvenes desarrollar su identidad y contribuir a la misión del IB de crear un mundo mejor y más pacífico”, señala Chantell Wyten, responsable curricular de CAS y responsable del desarrollo del Programa de Orientación Profesional (POP).
«En todos los programas, pueden emplearse oportunidades de aprendizaje en el mundo real para que los alumnos se impliquen».
El aprendizaje eficaz mediante la exploración y fuera del aula no solo brinda oportunidades de crecimiento académico y personal, sino que mejora las habilidades de trabajo en equipo, es bueno para la salud en general y refuerza la implicación con el mundo.