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Una última oportunidad educativa

Una academia de enseñanza alternativa para alumnos mayores de 16 años del Reino Unido, que trabaja con algunos de los jóvenes más desprotegidos del país, es el primer colegio de este tipo que ofrece el Programa del Diploma del IB. Su directora, Gemma Dixon, le ha contado a la revista IB World cómo su equipo está ayudando a cambiar vidas.

La organización TBAP Multi-Academy Trust ofrece opciones de enseñanza alternativas para aquellos alumnos del Reino Unido que no pueden acceder a colegios convencionales. Muchos de estos alumnos son excluidos de los colegios y encuentran en esta organización su última oportunidad educativa.

Sin embargo, hasta hace muy poco, la TBAP solo podía ofrecer educación y apoyo hasta los 16 años. Aunque en años anteriores algunos alumnos de academias de la TBAP han cursado estudios superiores, muchos no han obtenido unos resultados en el GCSE (una titulación británica) que reflejen su verdadero potencial académico. Con frecuencia, estos alumnos tienen dificultades educativas o presentan una total falta de compromiso.

“El Departamento de Educación del Reino Unido ha registrado unas estadísticas aterradoras: en 2011-12, los jóvenes que habían pasado por un centro de enseñanza alternativo entre los 14 y los 16 años tenían un 5 % de posibilidades de cursar estudios superiores, en comparación con el 53 % de los alumnos de colegios convencionales”, señala Gemma Dixon, miembro de la TBAP.

Como consecuencia de esta brecha, Dixon, con la ayuda de un grupo de compañeros, decidió solicitar a la autoridad local que financiara una academia para los alumnos mayores de 16 años de la TBAP que desearan acceder a la educación superior.

“El Programa del Diploma (PD) ocupaba una parte destacada en la solicitud”, afirma Dixon.

“Queríamos abrir un colegio que mejorara radicalmente las posibilidades y los resultados de algunos de estos alumnos tan vulnerables que acuden a nosotros. Además, queríamos abrir un camino muy claro a la universidad para ellos y estábamos convencidos de que el PD era, con diferencia, la alternativa curricular idónea para lograrlo”, añade.

En septiembre de 2016, la academia de enseñanza alternativa para alumnos de 16 a 19 años de la TBAP abrió sus puertas a 25 jóvenes. Es el primer colegio de enseñanza alternativo que ofrece el PD en todo el mundo, y el primer colegio de este tipo en el país para alumnos mayores de 16 años.

“Y hasta ahora todo va bien”, afirma Dixon, que comenzó siendo profesora en una academia de la TBAP y ahora es directora del colegio para alumnos mayores de 16 años. “Los alumnos disfrutan verdaderamente del enfoque pedagógico, el estímulo y el nivel del PD. Están fascinados con Teoría del Conocimiento (TdC) y Creatividad, Actividad y Servicio (CAS)”, afirma.

“Los valores del currículo del PD complementan a la perfección los que rigen nuestro propósito. Estamos profundamente entusiasmados”.

Un apoyo para los alumnos

El alumnado de la academia está formado por exalumnos de colegios de la TBAP y solicitantes externos. Se considera “una organización más bien informal”, según señala Dixon.

La relación de los alumnos y los profesores es muy familiar y las clases no superan los ocho alumnos. “Al ser las clases tan reducidas, los profesores pueden dedicar más tiempo a cada uno de los alumnos, y conocen a todos ellos y sus familias muy bien”, señala Dixon.

“También contamos con profesores muy bien capacitados, con experiencia en el trabajo con jóvenes que presentan diversas dificultades para acceder al currículo. Disponemos de un equipo terapéutico interno, que incluye terapeutas familiares y de juego”, añade.

Como parte de sus estudios, ofrecemos a los alumnos un programa de mentoría y un currículo orientado a la resiliencia. Los mentores trabajan individualmente con los alumnos dos veces al día para abordar habilidades de alfabetización y estudio, y ofrecer apoyo emocional.

“Se trata de un servicio bastante adaptado y personalizado”, afirma Dixon. “Los mentores trabajan con los alumnos para establecer objetivos intermedios individualizados que les permitan avanzar. Este proceso tan intenso y cercano tiene el objetivo de desarrollar las habilidades de autogestión que necesitarán los alumnos para desenvolverse con éxito cuando abandonen el colegio”.

También se anima a los alumnos a que “devuelvan el favor”, y reciben capacitación en materia de mentoría para que puedan ayudar a compañeros más jóvenes de otras academias.

El currículo orientado a la resiliencia brinda a los alumnos oportunidades para salir de su zona de confort y probar cosas nuevas. Por ejemplo, en este momento se está planeando un viaje a España. “No se trata de una oportunidad muy habitual para nuestros alumnos. También está la posibilidad de participar en iniciativas de voluntariado en el extranjero el próximo verano, y estamos trabajando con una organización para prepararlo todo”, explica Dixon.

El colegio del último recurso

El colegio central de la TBAP, la Bridge AP Academy (donde Dixon comenzó su carrera en la docencia), se hizo famoso en un canal de televisión nacional por aparecer en el documental Excluded: Kicked out of School, que presentaba un retrato real de las vidas de los alumnos.

Nuestro colegio es verdaderamente el último recurso para los jóvenes a los que enseñamos. Al observar las historias y circunstancias de estos jóvenes, a menudo me resulta admirable el simple hecho de que acudan al colegio. Están atravesando dificultades y soportando cargas que hundirían a muchos adultos. Es todo un privilegio poder trabajar con ellos.

La creación del colegio ha sido muy gratificante, pero también ha supuesto un enorme desafío.

“Definir la visión para el colegio, defenderla y hacer comprender a la gente que podíamos hacerla realidad ha sido todo un reto. La apertura de una academia es un proceso muy riguroso. Hubo momentos en que nos cuestionamos si llegaríamos a abrir. Ha sido toda una experiencia”.

“Para ayudar a los profesores a comprender el PD e impartirlo de forma eficaz, no solo se realizaron talleres de desarrollo personal, sino que también se visitaron otros colegios que ofrecen el programa para verlo en acción”, señala Dixon.

En lo que respecta al futuro, Dixon ha empezado a seleccionar alumnos para el próximo curso y está deseando transformar las vidas de otros jóvenes.

Al tener más años para crecer, desarrollarse y madurar con nosotros, y adquirir todas las demás habilidades que podemos enseñarles, se abrirán nuevas puertas que normalmente estarían blindadas para este colectivo de jóvenes tan vulnerable y desprotegido, y creo que eso es algo increíblemente importante. Es un grupo de personas muy pequeño, pero estamos transformando sus vidas.