Hemos invitado a un grupo de graduados del Programa del Diploma (PD) a que reflexionen sobre sus estudios y su vida. Kristen Leer obtuvo el diploma del IB en el Ronald Reagan High School (EE. UU.). Obtenga más información sobre la red de exalumnos del IB en ibo.org/es/alumni.
Contribución de Kristen Leer
Hay algo que ha cambiado en nuestra existencia en el siglo XXI con respecto al pasado. Las personas interactúan y se comunican de manera diferente, lo cual está influyendo drásticamente en nosotros y nuestras acciones. El tipo de comunicación que se presenta mediante las nuevas interacciones parece estar erosionando la confianza y rompiendo la conexión entre las personas y la sociedad.
Este fenómeno plantea una preocupación a la generación más joven: ¿cómo va a adaptarse a estos cambios y a afrontar la exposición al conflicto desde la comodidad de su hogar y comunidad? Esta cuestión puede sumarse a otras, tales como el impacto que tendrá no solo en la vida de estos jóvenes, sino también en su educación, su familia y sus futuras relaciones personales. Existe una herramienta común que todas las personas pueden perfeccionar y dominar. Es algo que parece olvidarse fácilmente cuando uno afronta los desafíos mencionados, pero puede ser el recurso más útil: la empatía.
La empatía no debe confundirse con la compasión, pues esta se limita al reconocimiento de acciones o sentimientos propios. La empatía es algo más poderoso: se trata de comprender el propósito de otra persona mediante la propia experiencia, poniéndonos en su lugar.
La empatía es el punto de partida para desarrollar una conexión o una relación. Es uno de los elementos más importantes y necesarios para la supervivencia, las relaciones y la orientación; sin embargo, a algunos niños les resulta muy difícil relacionarse con sus padres, profesores y amigos, y con quienes desde sus cargos o su trabajo en colegios pueden enseñarles y ayudarlos a mejorar con miras al futuro, cuando dependan únicamente de sí mismos.
Y siendo como es una herramienta fundamental, parece perderse en el fragor de la batalla cuando surge un conflicto. Cuando solo hay bandos y no hay términos medios, negociaciones ni intentos de razonar, es cuando conciliar y ayudar a las personas deja de ser el objetivo y las brechas se hacen más grandes.
La empatía no es algo que pueda resolver un problema. Es una herramienta que permite a las personas abrir sus ojos, oídos y corazones a quienes lo necesitan o tal vez no sepan que lo necesitan.
Dado que los beneficios de la empatía pueden seguir siendo confusos para algunas personas, en los siguientes puntos se exponen las razones por las que el desarrollo de la empatía como una habilidad natural reviste una importancia indiscutible para todos los seres humanos.
- La empatía nos ayudará a comprender las necesidades y situaciones de las personas que nos rodean.
- Un individuo tendrá más probabilidades de tratar a esas personas como le gustaría que lo trataran.
- Nos abriremos más a las conexiones y relaciones con las personas que nos rodean, y nos beneficiaremos más del aprendizaje y las nuevas experiencias.
- Las habilidades de comunicación y atención se refuerzan, y aprendemos a leer atentamente lo que una persona dice realmente, en lugar de hacer suposiciones.
- La empatía humaniza al “otro”, en lugar de crear distancia con algo que está debajo de nosotros.
Estas son solo algunas de las formas en que la empatía puede maximizar el desarrollo de la comprensión de otras personas, lo cual es importante a la hora de intentar crear relaciones y conexiones recíprocas. La empatía también es un buen recurso para indagar sobre el trabajo, las acciones o las palabras de una persona.
La empatía no es algo que pueda resolver un problema. Es una herramienta que permite a las personas abrir sus ojos, oídos y corazones a quienes lo necesitan o tal vez no sepan que lo necesitan. Predispone a las personas a un mayor nivel de conexión y conocimiento mutuo con sus semejantes, aunque no compartan sus creencias, ideas o formas de vida. Es una base fundamental no solo para desarrollar relaciones, sino también para crecer como buenos seres humanos. Y todos sabemos que necesitamos más seres humanos así en este mundo.
La graduada del PD Kristen Leer (también conocida como K. A. Leer) nació en Milwaukee, Wisconsin (EE. UU.). Una de sus pasiones es ayudar y colaborar con su comunidad.
Leer cree que todos tenemos una historia que contar y escribe sobre las aflicciones humanas que a menudo olvidamos. Actualmente estudia psicología y planea cursar un doctorado.
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