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La ambiciosa misión de reunir millones de tapones de botellas

Un grupo de alumnos ayuda a mejorar las vidas de personas con discapacidad y a proteger el medio ambiente

Tres alumnos del IB del British School in the Netherlands se han propuesto reunir 11 millones de tapones de botellas de plástico para ayudar a financiar el adiestramiento de perros guía para una organización benéfica local.

La fundación Koninklijk Nederlands Geleidehonden Fonds (KNGF) de los Países Bajos adiestra perros guía para personas con problemas de visión o afectadas por diversas discapacidades. Sin embargo, esta organización benéfica se sustenta únicamente con donativos y voluntarios.

La alumna del Programa del Diploma (PD) Roxanne y los alumnos del Programa de Orientación Profesional (POP) Brandon y Demre reúnen tapones de botellas de plástico para la KNGF como parte de su proyecto de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS). Después, la organización benéfica vende los tapones para fabricar gránulos de plástico, que a continuación pueden venderse con un pequeño margen de beneficio. Todo el dinero recaudado se destina al adiestramiento de los perros.

Roxanne afirma: “El adiestramiento de un perro guía cuesta una media de 5.000 euros. Para conseguir ese dinero, hacen falta unos 11 millones de tapones. De momento hemos reunido casi 3.500 tapones. Sabemos que este número dista mucho de ser suficiente, pero si tenemos en cuenta todos los tapones reunidos por personas de todo el territorio de los Países Bajos, los 11 millones ya no parecen tantos”.

Los alumnos se enteraron de que los empleados de la aerolínea KLM reunían los tapones de las botellas que se consumían en cada vuelo y los donaban a la KNFG, y decidieron replicar la idea.

Crearon y decoraron dos contenedores para tapones y los colocaron en el patio interior y la cafetería. Los alumnos también han realizado presentaciones en asambleas del colegio para dar a conocer su misión.

“Mis habilidades de expresión en público han mejorado considerablemente como resultado de todas nuestras presentaciones y, sin duda, el proyecto ha puesto a prueba mis habilidades de organización”, afirma Roxanne. “Pero sobre todo, este proyecto ha demostrado que cuando una comunidad está dispuesta a ayudar, incluso una iniciativa relativamente modesta como esta puede ser todo un éxito y, en última instancia, tener un impacto positivo en la vida de las personas con discapacidad”.

“Este proyecto también ayuda a proteger el medio ambiente. Los gránulos se fabrican normalmente con madera, así que cada gránulo fabricado con plástico reciclado ayudará a evitar que un árbol se utilice para ese fin”, añade Roxanne.

Los alumnos continuarán reuniendo tapones de botellas hasta que finalice el año académico. Roxanne espera que otros alumnos retomen la misión el próximo año y alcancen la meta de reunir los 11 millones de tapones.

Este artículo forma parte de una serie de historias de la revista IB World, concebida para dar a conocer las extraordinarias iniciativas que están llevando a cabo alumnos y educadores del IB de todo el mundo. Siga estas historias en Twitter (@IBorganization #IBcommunitystories.). Si desea compartir experiencias e historias extraordinarias, escriba a editor@ibo.org.