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Una “apabullante demostración” de apoyo de toda la comunidad

Un Colegio del Mundo del IB de Puerto Rico quedó devastado tras el paso del huracán María. Pero eso no impidió que los docentes y los alumnos ayudaran a las comunidades locales en las labores de reconstrucción y recuperación.

El huracán María arrasó la isla de Puerto Rico el 20 de septiembre de 2017. Fue el segundo huracán de categoría 5 que amenazó la isla en cuestión de semanas. Destruyó la mayoría de las casas, las carreteras, los puentes y la vegetación, y dejó la isla sin suministro eléctrico y sin comunicación por telefonía móvil. Muchos residentes quedaron sin acceso a agua limpia, y siguen sin tenerlo.

“La mayoría de nosotros nunca nos habíamos enfrentado de lleno a un huracán como este, y es algo que siempre recordaremos como una experiencia terrorífica. Nuestra isla resultó seriamente dañada”, relata Laura Maristany, jefa de estudios y coordinadora del Programa del Diploma (PD) del Baldwin School of Puerto Rico. “Era hora de que la isla se reuniera y demostrara su solidaridad. Presenciamos una ‘apabullante demostración’ de apoyo de toda la comunidad”, recuerda Maristany.

El Baldwin School of Puerto Rico sufrió daños estructurales, inundaciones y cortes eléctricos. Pero al cabo de 18 días, el colegio abrió de nuevo, siendo uno de los primeros en hacerlo. Los daños se repararon fácilmente y se usaron generadores para proporcionar al colegio corriente eléctrica hasta mediados de noviembre.

“Todo el mundo se ofreció, colaboró y contribuyó de algún modo. Gracias a nuestros alumnos, docentes, padres y demás miembros de la comunidad, pudimos retirar los escombros del colegio y ponerlo a punto para reanudar las clases en un tiempo récord. El equipo directivo del colegio ha prestado un activo apoyo a los docentes, alumnos y familias que han sufrido perjuicios graves”, añade Maristany.

Pese a sus propias pérdidas personales, los docentes estaban ansiosos por volver a encontrarse con sus alumnos en las clases. Para los alumnos, el colegio representaba una grata distracción. “Teníamos la determinación de ayudar a nuestros alumnos y sus familias a recuperar un mínimo de sentido de la normalidad y la rutina, algo que todos necesitábamos desesperadamente. Fueron muy comprensivos y agradecieron poder volver al colegio sabiendo que no perderían el semestre. Muchos de nuestros alumnos del PD también se sintieron aliviados porque no sabían cómo iban a poder recuperar el tiempo perdido”.

La alumna Nara Finkelstein afirma: “El huracán María fue una experiencia muy dolorosa y difícil. Como alumna de último año, estaba muy preocupada por la forma en que todos estos acontecimientos iban a afectar mi proceso de solicitud de ingreso a la universidad. Sin embargo, mi colegio nos brindó un gran apoyo y nos ayudó enormemente a completar y enviar nuestras solicitudes a tiempo. Abrió la biblioteca incluso cuando el colegio estaba cerrado y restableció rápidamente el funcionamiento de la red wifi para que quienes no teníamos suministro eléctrico en casa pudiéramos utilizar las instalaciones del colegio. Nuestra comunidad hizo un excelente trabajo al reunirse para ayudar a los más necesitados”.

La Baldwin School of Puerto Rico ahora está recaudando fondos para ayudar a los colegios más afectados por los huracanes. Su director, James Nelligan, señala: “Estamos en conversaciones con la Secretaría de Educación de Puerto Rico. Nos proponemos otorgar subvenciones que permitan agilizar las labores de recuperación de los colegios públicos y privados de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos. Estamos trabajando para que todos los niños puedan regresar al colegio lo antes posible”.

Los alumnos también han demostrado una actitud compasiva y valiente. Desde entonces, están comprometidos a ayudar a otras comunidades a través de campañas por iniciativa propia, y recaudan fondos, alimentos y agua para los más necesitados. Maristany afirma: “Estamos muy orgullosos de los alumnos del Baldwin. Han demostrado su compromiso con el ejercicio de un liderazgo solidario y empático que está ayudando a reconstruir su isla”.

En la actualidad, Puerto Rico sigue sufriendo las secuelas del huracán María, y así será durante mucho tiempo. Más del 45 % de la isla sigue sin corriente eléctrica y muchos colegios públicos están todavía cerrados.

“El trauma es aún muy reciente”, añade Maristany. “Sin embargo, nuestros alumnos han demostrado resiliencia y se están esforzando mucho para continuar con su aprendizaje”.


Este artículo forma parte de una serie de historias de la revista IB World, concebida para dar a conocer las extraordinarias iniciativas que están llevando a cabo alumnos y educadores del IB de todo el mundo. Siga estas historias en Twitter: @IBorganization, #IBcommunitystories. Si desea compartir experiencias e historias extraordinarias, escriba a editor@ibo.org.

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