Un colegio de la India ha proporcionado paquetes de alimentos para 800 familias desfavorecidas
Los alumnos del Eastern Public School (EPS) de Bhopal (India) han recaudado fondos para ayudar a alimentar a 800 familias necesitadas de la aldea cercana de Abbas Naga.
“Cuando el EPS descubrió que la gente de allí tenía tantas dificultades en el día a día y que ni siquiera podía alimentarse adecuadamente, el colegio decidió ayudar con una iniciativa bien planificada denominada Project Infaaq. Infaaq hace referencia a una ofrenda que se hace a Dios sin esperar nada a cambio”, explica la alumna del Programa de los Años Intermedios (PAI) Maryam Khan.
Al incluir a toda la comunidad escolar en el proyecto de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS)—que normalmente solo completan los alumnos del Programa del Diploma (PD)—, los alumnos del PAI y el PD participan en esta iniciativa que se puso en marcha hace cinco años y se fija objetivos de financiación más ambiciosos cada año.
Rizwan Jaffar, coordinador de CAS en el EPS, afirma: “El objetivo del proyecto era proporcionar paquetes de alimentos a las personas más necesitadas, para que cumplir realizar cómodamente el ayuno durante el Ramadán”.
“Los alumnos dedicaron más de cuatro meses a completar las cinco etapas de un proyecto de CAS: investigación, preparación, acción, reflexión y demostración. Durante este tiempo, investigaron el área de la comunidad local para hacer encuestas a 1.000 familias, registrar los datos de las encuestas, identificar a las personas más necesitadas en función de sus ingresos, elegir al proveedor de alimentos más adecuado y poner en marcha la distribución de los paquetes de alimentos”, señala Jaffar.
Los alumnos participaron en una campaña de recaudación de fondos en el colegio, con la que se reunieron 1.100.000 rupias (aproximadamente USD16.000) para pagar los paquetes de alimentos.
Una experiencia intensa
“Gracias a esta oportunidad, nuestros alumnos se dieron cuenta de que el cielo es el límite y que no hay nada que pueda detenerlos o disuadirlos de asumir nuevos desafíos”, apunta Jaffar. “Literalmente, los alumnos vivieron la experiencia más intensa de su vida al planificar y ejecutar el proyecto. Abordaron de verdad una cuestión global con una mentalidad internacional”.
“El proyecto contribuyó a desarrollar los atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB”, señala Maryam. “Los alumnos nos mostramos solidarios al demostrar empatía, respeto y compasión, y comprometernos con el servicio. Nos mostramos reflexivos al evaluar el mundo y nuestras ideas y experiencias. También fue importante ser equilibrados, pensadores y de mentalidad abierta”.
“El colegio espera poder responder a las necesidades de más personas la próxima vez, y ayudar a erradicar el hambre y reducir la pobreza en el entorno rural. Así es como podemos cambiar positivamente nuestro entorno, empezando con las personas que nos rodean, aun sabiendo que no podrán devolvernos el favor”.
El proyecto ha tenido un efecto duradero en Maryam. “Todos podemos marcar la diferencia y cambiar la vida de la gente”, afirma.