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Cómo jugar al Ultimate ayuda a conseguir los resultados adecuados

Stratford Hall y McRoberts durante el segundo día de competencia en el BC Junior Ultimate Championship (BCJUC) en Surrey, BC. 29 de mayo de 2016 © 2016 Jeff Bell Photo. Todos los derechos reservados.

En la segunda parte de nuestra serie sobre la educación física, un Colegio del Mundo del IB cuenta cómo la introducción de este deporte regulado por los propios jugadores ha cautivado a los alumnos

Tal vez el Ultimate no sea tan popular como otros deportes, pero su ética de juego limpio y la posibilidad de jugar en equipos mixtos lo convierten en un deporte ideal para practicar en los colegios.

Este deporte rápido y regulado por los propios jugadores, en el que se usa un disco volador (o Frisbee), se inventó en un colegio de Columbia (Estados Unidos) en 1968. Ahora se juega en más de 90 países.

En el Stratford Hall de Vancouver (Canadá) se juega desde 2007. “Todo empezó con un equipo de 18 jugadores de los años séptimo a noveno”, explica Kyle Nystad, coordinador deportivo del colegio. “En 2018, tenemos equipos de todos los cursos y más de 120 jugadores”. Se ha convertido en el deporte en equipo favorito de los alumnos del Stratford Hall.

Nystad explica que fueron los profesores Chris Brogan y Amy Reece quienes lo introdujeron en el colegio. “Amy y Chris son unos apasionados del Ultimate y lo practican desde pequeños. Les encantaba que fuera un deporte mixto, el espíritu del juego y la comunidad tan agradable que promueve”.

En el colegio se ofrece como actividad extracurricular y como unidad principal del curso de Educación Física y para la Salud del Programa de los Años Intermedios (PAI), de sexto a décimo año. Otras unidades incluyen el voleibol y el básquetbol. “El colegio promueve la práctica deportiva a través de sus clases de Educación Física y para la Salud y de un programa deportivo bien estructurado”, señala Nystad.

“La participación en actividades deportivas brinda a los alumnos la oportunidad de desarrollar relaciones y vivir experiencias a las que de otro modo tal vez no podrían acceder, dentro del colegio pero fuera de las disciplinas académicas. Los beneficios de hacer deporte son muchos: desde la mejora de la resistencia general y el aumento de la confianza en uno mismo, hasta el aprendizaje de habilidades sociales importantes y el desarrollo de la motivación para mejorar en una habilidad”, señala Nystad.

Además de los beneficios que aporta a los alumnos, el Ultimate también es una opción atractiva. “El aspecto social del juego mixto y la posibilidad de reunir a dos grupos de alumnos que normalmente no tienen la oportunidad de competir entre sí hacen que este deporte sea muy popular en nuestro colegio”, afirma Nystad.

“Las habilidades interpersonales que se aprenden jugando al Ultimate también son un plus; la capacidad de discutir tranquilamente la decisión de un oponente en el fragor de un deporte intenso y competitivo ya es una habilidad en sí misma. El Ultimate también es un deporte muy físico que exige un buen nivel de forma, así que también mejora la salud del que lo practica”.

Cómo desarrolla el perfil de la comunidad de aprendizaje del IB

Este deporte tiene dos aspectos que encajan especialmente bien en el perfil de la comunidad de aprendizaje del IB. “El primero es que se trata de un deporte que regulan los propios jugadores, y el segundo es el concepto del espíritu del juego. Estos aspectos encajan en varios atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB: informados e instruidos, íntegros, buenos comunicadores y de mentalidad abierta”, señala.

“Puesto que el deporte lo regulan los propios jugadores, son ellos quienes deciden, discuten y resuelven las infracciones del reglamento sin la intervención de un árbitro. Para poder mediar en las decisiones de manera sosegada y respetuosa con el oponente, los deportistas deben contar con varias habilidades. Deben estar informados e instruidos sobre el reglamento, demostrar una mentalidad abierta ante la perspectiva del oponente, mostrarse íntegros a la hora de tomar decisiones y ser buenos comunicadores al participar en las discusiones”.

“El concepto de que los deportistas sean lo únicos responsables del juego limpio a través de su comportamiento en el terreno de juego parte de la base de que las personas sean solidarias y tengan una mentalidad abierta. Solo por participar en el deporte, los jugadores ya aprenden y aplican los conceptos de la comunidad de aprendizaje del IB”.

El Ultimate se sustenta en la deportividad, por lo que los insultos a los oponentes, la intimidación beligerante u otros comportamientos en los que ganar esté por encima de todo son contrarios al espíritu del juego. Incluso se utiliza una tabla de evaluación en la que se tienen en cuenta el conocimiento del reglamento, las faltas, el juego limpio, la actitud y la comunicación. Es bastante común que el equipo ganador de un torneo también reciba reconocimiento por su excelente espíritu deportivo y gane el trofeo que lo premia.

Espíritu comunitario

Nystad afirma: “El Ultimate también ha contribuido a desarrollar nuestra comunidad de alumnos y padres, lo cual ha beneficiado enormemente al Stratford Hall”.

“Los alumnos mayores ejercen de asesores y mentores de los más jóvenes, los padres aportan comida y bebida para los deportistas en los torneos de los fines de semana y el deporte ha creado un entorno en el que todos los miembros se sienten capaces de hacer contribuciones positivas que se valoran”.

Lea la primera parte de nuestra serie sobre la educación física: ¿Hacen los colegios suficiente hincapié en la educación física?

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