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Componer el futuro

¿Se puede ser artista musical y alumno del IB? Hemos entrevistado al graduado del Programa del Diploma (PD) Alejandro Viramontes para conocer su experiencia en el PD y cómo ha influido el programa en su música. Visite soundcloud.com/viramontes para escuchar una muestra de sus grabaciones.

“La filosofía de mi colegio es que el proceso de aprendizaje importa más que el resultado. Por eso, hace más hincapié en que los alumnos se conviertan en personas responsables”.

El exalumno del Programa del Diploma (PD) Alejandro Viramontes estudió en La Escuela de Lancaster (México). Allí, nos cuenta, “la filosofía es que el proceso de aprendizaje importa más que el resultado. Por eso, hace más hincapié en que los alumnos se conviertan en personas responsables”. Este pequeño colegio de educación secundaria promueve la independencia y la responsabilidad de los alumnos. Según Alejandro, la ventaja es que “uno puede ir eligiendo a su propio ritmo”, y eso le permitió ampliar su educación más allá de los requisitos del PD.

Gracias a su enorme motivación, este enfoque impulsó su aprendizaje y le ayudó a lograr buenos resultados en el programa. Alejandro sabía que la música era su vocación. Con 8 años ya tocaba la guitarra clásica, y con 17 añadió el piano a su repertorio. No era de extrañar que en el segundo año del PD tuviera un papel destacado en una banda fuera del colegio. Que la música formara parte de su vida, relata, “siempre fue algo natural para mí; me sentía como en casa”. Tampoco resultó extraño que poco después de llegar al Berklee College of Music de Boston, Massachusetts, también empezara a tocar el violín.

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Alejandro Viramontes se graduó en el PD en La Escuela de Lancaster.

¿Por qué querría un alumno con tanto talento profundizar en asignaturas que no tuvieran nada que ver con la música? Eso fue lo que algunos alumnos del colegio le dijeron a Alejandro, disuadiéndolo de plantearse siquiera estudiar el PD. “Me lo tomé como un reto para demostrarles a todos que estaban equivocados”, nos cuenta. “El PD proporciona una perspectiva muy general de todo”, afirma. “No creo que haya nadie en el mundo que solo tenga un interés en la vida”.

Mientras buscaba activamente ampliar su educación, la composición musical se convirtió en su gran pasión y el PD le permitió desarrollarse en esta área. En Música NS del PD, las composiciones formaban parte de su trabajo de clase, pero Alejandro recuerda: “La composición no era tanto una obligación, sino algo con lo que disfrutaba”. El curso ofrecía un enfoque más centrado en la teoría que en la interpretación, y eso despertó sus instintos musicales. “No me veo como intérprete, aunque no se me da mal del todo”, respondió cuando le preguntamos sobre la interpretación. “Me veo más como compositor, y por eso la parte teórica me resultaba mucho más interesante”.

“Fue una experiencia fascinante. Hay que hacer un poco de todo”.

Creó cuatro composiciones en su curso de Música del PD: una para guitarra clásica, una para piano, un cuarteto de cuerda y una última de una de las canciones de su banda. Cada una era de un estilo diferente, y Alejandro nos cuenta que eso respondía a la forma en que estaba diseñado el curso de Música NS. “Fue una experiencia fascinante. Hay que hacer un poco de todo”, afirma. Nos explica que esa no es la forma habitual de trabajar de los músicos, que normalmente eligen una especialidad y se centran en ella.

Alejandro también utilizó su talento para completar los componentes troncales del PD. Le preguntamos sobre Creatividad, Actividad y Servicio (CAS) y si había trabajado en un proyecto relacionado con la música. Inesperadamente, nos habló del Proyecto de Educación Comunitaria (PEC) de la Lancaster. Es un programa dirigido por el colegio que permite a los alumnos “contribuir físicamente a la comunidad”. En cada proyecto, los alumnos se convierten en profesores y se ofrecen a enseñar habilidades a miembros de la comunidad que no tienen la misma oportunidad que ellos de recibir una educación formal. Algunas de sus iniciativas son enseñar habilidades tecnológicas a personas mayores o incluso ayudar a la gente a aprender a leer. “Al enseñar algo a otra persona es cuando comprobamos verdaderamente si lo sabemos nosotros”, comenta, y resalta que la enseñanza y el aprendizaje son dos caras de la misma moneda.

Alejandro ha concluido recientemente sus estudios de composición musical en Berklee. Como le ha ido tan bien, le hemos preguntado si podría dar algún consejo sobre el PD a los alumnos con inquietudes musicales. Y esto es lo que nos ha dicho: “… Que estudien el PD, sobre todo por interés en otras asignaturas… Así serán más cultos y tendrán una educación más completa. El PD ofrece una perspectiva general de la escritura y el pensamiento críticos. Ayuda a mejorar considerablemente las habilidades de presentación en cualquier tipo de trabajo”.

Para conocer mejor a los graduados del Programa del Diploma (PD), lea estas historias de los programas del IB. Escriba a alumni.relations@ibo.org para contarnos su historia en el IB.