Top Nav Breadcrumb - Spanish0

Encontrar energía para impulsar una carrera empresarial: entrevista a Urs Riggenbach

urs image full

Hemos preguntado a cuatro exalumnos en qué se inspiraron para encaminar sus carreras a una empresa social. Urs Riggenbach es un graduado del Programa del Diploma (PD) del UWC Mahindra College (India).

GoSol.solar suministra energía térmica solar a pequeñas y medianas empresas de mercados emergentes y en desarrollo. También ofrece cursos de capacitación para aspirantes a empresarios con objeto de promover el uso de la energía solar entre los líderes jóvenes. Urs Riggenbach lleva trabajando en GoSol.solar desde su fundación. Se incorporó a la empresa inmediatamente después de finalizar sus estudios universitarios en el College of the Atlantic de Bar Harbor, Maine (EE. UU.). En la actualidad, es el director en jefe de operaciones. A continuación, podrá leer su historia en las respuestas a nuestras preguntas.

“Me di cuenta de lo necesarias que son las energías renovables y el impacto que tienen […] y no pude pasar por alto el hecho de que la transformación energética en las regiones en desarrollo se traduciría en un futuro más sustentable para todos”.

¿Qué lo animó a embarcarse en esta aventura empresarial?

Cuando estudiaba en el UWC Mahindra College (India), descubrí que la mayor parte de la energía que se consume en las regiones en desarrollo proviene de la leña y el carbón (y, en menor medida, de los combustibles fósiles, donde se lo pueden permitir). La transformación energética en estas regiones está avanzando gracias a la tecnología, las finanzas y las infraestructuras presentes, pero hay dos tercios del mundo que están menos desarrollados y, en gran parte, carecen de acceso a fuentes de energía renovables.

Los países en desarrollo necesitan soluciones energéticas económicas y descentralizadas, pero lo suficientemente potentes como para desbancar a la leña como principal impulsor de la actividad económica. La costosa tecnología de producción centralizada que utilizan las regiones desarrolladas para obtener energía renovable no parece una solución viable en este contexto.

El cambio a las fuentes de energía renovables no resulta fácil ni siquiera en las regiones desarrolladas, pues las tecnologías actuales pueden tardar más de 15 años en amortizarse. El mundo desarrollado sigue siendo el responsable de la mayor parte de las emisiones, pero lleva tiempo externalizando el “trabajo sucio” a las regiones en desarrollo. Al vivir dos años en la India mientras estudiaba el PD, pude comprobarlo de primera mano. Me di cuenta de lo necesarias que son las energías renovables y el impacto que tienen en las regiones en desarrollo —mucho más que en el mundo desarrollado—, y no pude pasar por alto el hecho de que la transformación energética en dichas regiones se traduciría en un futuro más sustentable para todos.

Por eso fui uno de los miembros fundadores de un equipo tan diverso como el de GoSol.solar. Todos conocíamos la realidad de la energía en las regiones en desarrollo, y cada uno de nosotros quería poner sus habilidades, desde la ingeniería al trabajo social, al servicio del cambio.

Nuestro trabajo en GoSol.solar me inspira continuamente. Han sido varios años de investigación y desarrollo incansables tanto en instalaciones tecnológicas avanzadas como sobre el terreno. Hemos creado excelentes alianzas en los sectores de las ONG, las empresas y los Gobiernos, y lo que es más importante, hemos llevado nuestra tecnología térmica solar a empresarios reales de Kenia, Uganda, Tanzania y Brasil. Lo interesante de todo esto es que no solo hemos desarrollado una nueva tecnología, sino también los servicios de capacitación relacionados que ayudan a crear el ecosistema necesario para adaptar rápidamente la solución a las necesidades del momento. En los próximos años, lanzaremos nuestros productos al mercado para que agricultores y pymes puedan incrementar sus ingresos, utilizar una energía limpia y proteger el medio ambiente al mismo tiempo. Actualmente estamos buscando inversionistas interesados en ejercer un impacto social para que se unan a nosotros y podamos lograr ese objetivo.

“Si cambiar el mundo fuera fácil, ya se habría hecho. ¡Hay que perseverar!”.

¿Cuál es la lección empresarial más importante que ha aprendido en los tres últimos años?

Una de las lecciones más importantes que he aprendido es la perseverancia. Trazarse unos objetivos ambiciosos exige mantener la motivación necesaria para gestionar muchos rechazos y fracasos a lo largo del camino. La recompensa viene en forma de oportunidades de aprendizaje, un creciente entusiasmo y un mayor sentido del propósito y de confianza en uno mismo a medida que se progresa. Me ayudó que me dijeran: “Sí, es difícil. El fracaso es duro. El rechazo y las negativas son duros. Es perfectamente normal sentirse así. Si cambiar el mundo fuera fácil, ya se habría hecho”.

Podemos sentirnos solos en nuestras batallas con demasiada frecuencia. Tal vez porque los medios de comunicación de hoy en día, que solo buscan llamar la atención, nos muestran imágenes de agentes del cambio que han alcanzado el éxito: un éxito fácil que puede no revelar la cruda realidad. Se hacen virales las imágenes de agentes del cambio ejemplares que son más inteligentes, más rápidos y mejores que nosotros. No debemos permitir que eso nos desanime. Para cambiar el mundo se necesita, ante todo, perseverancia. Por consiguiente, hay que perseverar. Y mientras lo hacemos, empezamos a formar nuestro equipo y a confiar en él. Contar con un equipo estupendo, verdaderamente comprometido y lleno de energía hace que con el tiempo los frutos del esfuerzo se multipliquen.

¿En qué sentido ha favorecido su carrera la educación del IB?

El IB me permitió combinar estudios de economía con estudios ambientales y sociales a una edad muy temprana, lo cual me ayudó a desarrollar una mentalidad interdisciplinaria. Los problemas del mundo real que abordábamos y la posibilidad de combinar nuestros conocimientos sobre varios temas, desde la economía hasta la comprensión cultural, me ayudaron a orientar mi trayectoria en el emprendimiento social.

Más adelante, cuando estudiaba ecología humana en el College of the Atlantic (EE. UU.), tuve la oportunidad de dar clases de emprendimiento social y profundizar mis conocimientos. También me gustaba explorar una amplia variedad de habilidades y campos, porque ya estaba familiarizado con los estudios interdisciplinarios gracias al IB.

Urs Riggenbach es el director en jefe de operaciones de GoSol.solar.

Para conocer mejor a los graduados del Programa del Diploma (PD), lea estas historias de los programas del IB. Escriba a alumni.relations@ibo.org para compartir su historia en el IB.

Otras historias de esta serie sobre el emprendimiento social:

Ena Peeva cofundó EDUACTIVE Società Cooperativa para empoderar a los alumnos, darles acceso a oportunidades de aprendizaje internacionales y enseñarles habilidades orientadas al mercado laboral.

Cristina Balbás fundó Escuelab para contrarrestar el descenso del número de alumnos españoles que optan por estudiar grados de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) y la escasez de plazas en los programas extraescolares.

Krista Kaufmann se incorporó a una joven empresa internacional, Impact Hub, para ayudar a los emprendedores a acceder a recursos de capacitación, espacios de trabajo y redes de desarrollo comunitario útiles.