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Por qué los alumnos deberían estudiar una lengua de señas

El aprendizaje de una lengua de señas en el Programa de los Años Intermedios (PAI) puede ayudar a facilitar la comunicación y la comprensión cultural entre las comunidades de personas sordas y oyentes. La revista IB World ha elaborado un informe al respecto.

La idea de que solo hay una lengua de señas universal es errónea. De hecho, según el sitio web Ethnologue, existen unas 144 lenguas de señas diferentes. La lengua de señas estadounidense, por ejemplo, es muy diferente de la británica, pese a que en ambos territorios se hable inglés.

Las lenguas de señas son tan ricas, complejas y creativas como las habladas, y se componen de movimientos con las manos, expresiones faciales y lenguaje corporal. Probablemente sean la forma de comunicación más primitiva del ser humano; sin embargo, el primer sistema alfabético formal de lengua de señas tiene su origen en la Europa del siglo XVII y se utilizaba para la educación de los niños con sordera. Hoy en día, las lenguas de señas son la forma de comunicación principal de muchas personas sordas, aunque también las aprenden personas que pueden oír para poder comunicarse con la comunidad de sordos.

El aprendizaje de una lengua de señas en el colegio ofrece a los alumnos la oportunidad de explorar un aspecto muy interesante de la diversidad cultural, cognitiva, creativa y lingüística del ser humano. Se ofrece como opción en el grupo de Adquisición de Lenguas del Programa de los Años Intermedios (PAI) y los colegios pueden enseñar cualquiera de las lenguas de señas oficiales que utilizan las comunidades de sordos de todo el mundo.

Una experiencia cultural

El Pine View Middle School de Florida (EE. UU.) ofrece la lengua de señas estadounidense como opción en el PAI, y también en el segundo ciclo de secundaria. “Cada mes, varios docentes certificados en lengua de señas estadounidense interactúan activamente con los alumnos en sesiones presenciales y virtuales”, explica la coordinadora del PAI del colegio, Becky Cardinale.

Estudiar la lengua de señas estadounidense permite a los alumnos no solo aprender otra lengua, sino también estudiar la cultura de las personas sordas de Estados Unidos y el resto del mundo.

“Los alumnos aprenden a explorar el mundo de una manera visual y gestual, y descubren una sintaxis que es expresamente cronológica. Desarrollan habilidades de pensamiento crítico al identificar conceptos específicos como la inclusión, la discriminación y la pérdida de audición, que no se tratan en otras lenguas”, comenta Nancy Barbara, profesora de lengua de señas estadounidense y redactora curricular del Distrito Escolar del Condado de Pasco.

Barbara recuerda una clase en la que se pidió a los alumnos que contaran por qué habían decidido aprender la lengua de señas estadounidense. “Después de recorrer el aula, la última alumna informó a sus compañeros que era sorda y nunca le habían enseñando una lengua de señas. Llevaba un implante coclear desde muy pequeña, y eso le permitía oír. Este testimonio sirvió para unir a toda la clase y consolidar el entusiasmo y el propósito de los alumnos con respecto al aprendizaje de la lengua de señas estadounidense”.

El colegio emplea un método de enseñanza que combina las clases presenciales con una plataforma en línea interactiva con multitud de recursos. A través de sus módulos, los alumnos aprenden a expresar el nuevo vocabulario mediante señas, publican en los foros de debate y responden a sus compañeros por escrito o en lengua de señas a través de videos. También realizan monólogos en los que tienen que responder correctamente a una situación dada.

Aprender una lengua de señas no es una opción fácil. “Presenta sus propios desafíos”, señala Barbara. Al principio, algunos alumnos pueden tener problemas con la coordinación o la capacidad de usar las expresiones faciales propias de la lengua de señas estadounidense. Al cabo de pocas semanas, empiezan a adaptarse y a sentirse más cómodos.

“Los alumnos también tienen dificultades hasta que aprenden a utilizar la mano dominante y a no cambiar de mano en medio de una expresión. Están aprendiendo una nueva lengua en su propia lengua, lo que puede provocar problemas sintácticos. Tienen que aprender a estructurar de manera diferente su lengua materna”, explica Barbara.

Una lengua cada vez más popular

Últimamente, el IB ha recibido numerosas consultas de colegios que quieren ofrecer una lengua de señas en el PAI, y se está planificando la revisión de la Guía de Lengua B: Lengua de Señas, publicada en 2012.

En el Tema International School (TIS), en Ghana, creen que incluir la lengua de señas ghanesa como opción de Adquisición de Lenguas del PAI añadirá valor a las opciones curriculares del colegio. Además, los alumnos tendrán la oportunidad de descubrir que a través de la lengua se puede vivir, actuar y ver el mundo de diferentes formas. Las lenguas también contribuyen en gran medida al desarrollo holístico de los alumnos y a la consolidación de las habilidades de aprendizaje durante toda la vida. Por eso, los alumnos ya aprenden nuevas palabras en la lengua de señas ghanesa durante su asamblea semanal.

Felix Owiredu, intérprete de lengua de señas del TIS, afirma: “La adición de un curso de lengua de señas ghanesa a la oferta de lenguas introducirá una nueva cultura y fomentará la inclusión”.

“Los alumnos aprenderán a expresar el alfabeto, los números y oraciones básicas, al tiempo que ampliarán su vocabulario y se familiarizarán con la estructura de la lengua”, añade.

La inclusión de esta lengua también está ligada a las actividades de Aprendizaje-servicio del colegio, ya que los alumnos que deciden realizar un proyecto en el Tetteh-Ocloo State School For The Deaf tienen la oportunidad de interactuar con miembros de la comunidad de personas sordas y aprender sobre su cultura.

“El bilingüismo mejora los procesos cognitivos y la lengua de señas ghanesa resulta especialmente eficaz, porque se puede hablar y expresar con señas de manera simultánea. Esto favorece la plasticidad neuronal y permite a las personas disponer de más rutas neuronales para acceder a la información almacenada en el cerebro”, explica Owiredu. “Asimismo, la lengua de señas ghanesa ayuda a mejorar la coordinación óculo-manual y la movilidad de los dedos”.

En EE. UU., el Mary Ellen Henderson Middle School y el George Mason High School de Virginia han decidido empezar a ofrecer la lengua de señas estadounidense durante el próximo curso académico. Su propósito es que el curso ayude a los alumnos a adquirir una conciencia más profunda de la lengua y de las muchas formas y funciones que puede tener.

Alicia Miller, coordinadora del PAI de ambos colegios, afirma que la lengua de señas puede promover la comprensión de diferentes actitudes, valores y perspectivas. “Dado que aspiramos a formar personas capaces de interpretar su lugar en la comunidad global, esperamos que los alumnos amplíen su idea de ‘comunidad’ y ‘cultura’ para incluir también la cultura de la comunidad de personas sordas”, añade.

“Si nuestros alumnos desarrollan una apreciación de esta cultura, podrán explorar nuevas maneras de mejorar la comunicación entre las comunidades de personas sordas y oyentes”.

Permanezca atento al Centro de recursos para los programas si desea participar en un estudio relacionado con la revisión de la guía de lenguas de señas del PAI.