Cada año, invitamos a exalumnos del IB a que compartan sus experiencias, intereses y consejos con nuestra comunidad global en la serie de historias de los graduados. En esta ocasión, le damos la bienvenida a Eduardo Flores Linares, graduado del Programa del Diploma, que nos ofrece una reflexión sobre la importancia de la internacionalización en el mundo actual. Eduardo se graduó en el IB en el Colegio San Agustín, en Perú.
“Los últimos años del colegio nos dan la idea y la visión para poder hacer realidad esto”
Vivimos en un mundo que cada día está más globalizado, donde el factor de la internacionalización ya no es el plus o el lujo de anteriores épocas sino una verdadera necesidad de nuestros días. Nos debemos encontrar y vivir en diferentes realidades ajenas a la nuestra, y estar abiertos a todo tipo de nuevos conocimientos dentro de la diversidad de sociedades y oportunidades que en el día de hoy puedan existir. Cursar el Programa del Diploma del Bachillerato Internacional nos da un primer paso dentro de esta realidad actual, donde conocer nuevas culturas, comprenderlas y aceptarlas, estar al tanto de la sociedad que nos rodea, preocuparnos por ella e ir marcando el camino del futuro son retos que van de la mano de ser alumnos y futuros ciudadanos del mundo.
Vengo de un país en el que el desarrollo es cuestión de pequeñas acciones que se van dando día a día, donde el privilegio de una educación de verdadera calidad y con estándares internacionales es una tarea difícil y está reservada para unos pocos. El Bachillerato Internacional se ha posicionado como una de las soluciones a las limitaciones de un sistema educativo que tiene deficiencias, y es un buen estándar de calidad educativa frente a la educación pública común impartida en colegios nacionales. Esto, claramente, ayuda a los alumnos de bajos recursos a comprender mejor el mundo que los rodea fuera de sus claras necesidades y, bajo el perfil del Programa del Diploma, a contribuir también a la construcción de un mundo mejor en un futuro cercano. Un futuro en el que, ya capaces de apreciar, conocer y ser parte del mundo que los rodea, se puedan convertir en factores de cambio de sus propias sociedades.
Es fantástico poder vivir en una sociedad que pueda globalizarse cada vez más incluyendo a todos y procurar verdaderos estándares de calidad en educación sin crear mayores barreras y con un solo horizonte: ser verdaderamente internacionales. Ese es el primer paso de la internacionalización, pero el reto aún sigue siendo grande y está siempre en nosotros mismos.
Al terminar el colegio sentí que era necesario buscar otras opciones para seguir conociendo otras realidades de la mano de la internacionalización. Seguir conociendo todas las sociedades y comprenderlas, contribuir desde todas las experiencias y comprometernos con ellas es la única forma de realmente saber más del mundo que nos rodea y construir juntos un mejor futuro. Los últimos años del colegio nos dan la idea y la visión para poder hacer realidad esto, pero siempre el verdadero reto estará únicamente en nosotros y lo que hagamos en los siguientes niveles educativos y fuera del aula.
“No debería darnos miedo ir lejos de casa y empezar a conocer nuevas realidades, situaciones distintas a las que estamos acostumbrados en nuestros países de origen y otras problemáticas que están distantes.”
Actualmente existen muchas maneras de conocer realidades que nos pueden parecer distantes. Yo, como parte de una sociedad que está en vías de desarrollo, entiendo que conocer sociedades desarrolladas o países en situación de pobreza es muy complicado, pero la experiencia que podemos obtener nos servirá para que en el futuro podamos ayudar a que el mundo que conocemos mejore. No debería darnos miedo ir lejos de casa y empezar a conocer nuevas realidades, situaciones distintas a las que estamos acostumbrados en nuestros países de origen y otras problemáticas que están distantes. Como diría San Agustín, “El mundo es un libro, y quienes no viajan leen solo una página”.
Es necesario poder participar en cualquier experiencia que esté fuera de las barreras de la sociedad en la que crecimos, lo cual abarca y no se limita a empezar o continuar los estudios universitarios en otro país, o incluso realizar actividades de voluntariado en zonas marginales del mundo. Esto ayuda a que otras personas nos conozcan y a que nosotros descubramos otras sociedades y realidades ignoradas. Esto es importante porque es la única vía para poder interpretar el mundo que nos rodea y poder conocerlo en todas sus amplitudes
Definitivamente existen realidades que no conocemos y que hasta podríamos ignorar, pero, de la mano de la internacionalización y la globalización, podemos tomar parte en ellas. La importancia de esto es comprender otras situaciones y entender otras realidades ajenas. La enseñanza abarca desde el poder entender las diferencias culturales existentes hasta comprometernos con el mundo en general. La aplicación de lo aprendido logra que podamos construir un mejor mañana, algo que es realmente necesario en un mundo que puede tener amplias necesidades y deficiencias; y lo mejor es que se puede lograr desde cualquier profesión y cualquier ámbito.
“Es importante buscar experiencias que nos ayuden a comprender las amplitudes del mundo en el que vivimos, entender todas las sociedades y emprender el camino para lograr verdaderos cambios.”
Un escritor puede lograr plasmar a través de sus escritos lo que ve en el mundo y concienciar sobre la importancia de la construcción de un mundo mejor. Un realizador audiovisual puede mostrar problemas en sus producciones audiovisuales y crear conciencia de la necesidad de un futuro mejor. Un médico puede realizar o promover labores sociales en sociedades necesitadas procurando que la atención de calidad llegue a todas partes del mundo y haciendo llamamientos para la mejora de la calidad de vida.
Es importante buscar experiencias que nos ayuden a comprender las amplitudes del mundo en el que vivimos, entender todas las sociedades y emprender el camino para lograr verdaderos cambios. Que la experiencia del internacionalismo y la globalización no solo se quede en las clases, sino que lleve a aprender del mismo mundo. Realmente es necesario comprender que una educación universal va de la mano de la comprensión plena del mundo que nos rodea y de las sociedades que existen, sean cuales sean sus necesidades, deficiencias o problemáticas. A veces, el confort de vivir en una sociedad en la que nos sentimos cómodos nos atrae, pero es necesario que apliquemos los valores y visiones aprendidos y consideremos al mundo en general como nuestro único hogar del que debemos hacernos cargo.
Eduardo Flores Linares es un graduado IB del Colegio San Agustín de Lima, Perú. Actualmente, se encuentra cursando la carrera de Gestión en la Pontificia Universidad Católica del Perú. El se identifica como alguien que busca constantemente un cambio positivo en beneficio para la sociedad, un estudiante de por vida y una persona confiable. Cuando él no se encuentra en discusiones sobre como mejorar el nivel de calidad de vida alrededor del mundo, lo encontrarás pasando buenos momentos con sus amigos. Lo puedes encontrar en su LinkedIn.
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