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“La educación es el arma más poderosa del mundo”

El autor y activista defensor de los derechos humanos Ishmael Beah ha hablado con la revista IB World sobre cómo sus profesores lo ayudaron a reconciliarse con su pasado como niño soldado en Sierra Leona.

La infancia de Ishmael Beah se vio truncada por el estallido de la brutal guerra civil de Sierra Leona en 1991. Sus padres y sus dos hermanos fueron asesinados, y a él lo reclutaron a la fuerza para combatir en la guerra como niño soldado a los 13 años. Dos años después, con la ayuda de UNICEF, salió del ejército y lo llevaron a un centro de rehabilitación de Freetown. Más tarde, lo trasladaron a EE. UU.

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En la actualidad, trabaja en defensa de los derechos humanos y es el autor de grandes éxitos literarios, como Un largo camino: memorias de un niño soldado y Radiance of Tomorrow: A Novel. Su libro de memorias se ha publicado en más de 40 lenguas y estuvo nominado para un Premio Pluma en la categoría de Mejor Autor de Debut en 2007. Es una obra muy impactante sobre cómo conservar lo que más nos importa, incluso en épocas de incertidumbre. Ishmael, embajador de UNICEF y defensor de los niños afectados por la guerra, ha puesto en marcha la Ishmael Beah Foundation, que crea oportunidades educativas y de formación profesional para los niños.

Será uno de los oradores destacados de la Conferencia global del IB de 2019 en Nueva Orleans, y afirma que la educación del IB y sus profesores lo ayudaron a superar las experiencias traumáticas de su infancia y a continuar con su vida. La revista IB World ha tenido la ocasión de hablar con él antes del evento.

¿De qué hablará en la conferencia?

Parte de mi presentación versará sobre el impacto que ha tenido la educación en mi vida: cómo cambió mi rumbo y me brindó los conocimientos y la fuerza necesarios para utilizar todo lo que me había pasado como incentivo para mejorar. Esto no habría sido posible si no hubiera estudiado en un magnífico Colegio del Mundo del IB, el United Nations International School de Nueva York, que cuenta con extraordinarios profesores que identificaron y cultivaron mi inteligencia y potencial. Esta experiencia me estimuló para desarrollarme en el plano personal, y me preparó para obtener buenos resultados en la universidad y mantener mi compromiso con el mundo. Destacaré cómo mis profesores me ayudaron a descubrir un amor por el aprendizaje que había perdido por cuestión de supervivencia.

¿Qué tres enseñanzas principales destacaría de su presentación?

Que nada es imposible. A veces hay que fracasar una y otra vez para lograr el éxito. Que la educación es el arma más poderosa del mundo, y que nuestras vidas solo tienen valor cuando las utilizamos en beneficio de los demás. La abnegación de algunos de los profesores que he tenido a lo largo de mi vida me enseñó estas tres lecciones.

¿Qué pasos pueden seguir los educadores para ayudar a la próxima generación a crear un mundo mejor y más pacífico?

No hay una respuesta única para esta pregunta, puesto que todo depende del entorno y el contexto donde vivan los alumnos. Sin embargo, creo que estimular las capacidades imaginativas de la próxima generación es fundamental para que los jóvenes piensen más allá de su entorno más inmediato. Asimismo, presentarles diferentes realidades a través del aprendizaje los ayuda a afrontar el mundo con empatía, y no con miedo. Los problemas se convertirán en oportunidades para aprender de otros y el miedo dará paso a la comprensión. En definitiva, recomiendo mostrar el mundo a los alumnos para que nunca dejen de cuestionarse quiénes son, sus valores, sus tradiciones y sus creencias.

¿Qué ha supuesto la educación para usted?

La educación ha cambiado mi vida. Por primera vez, me di cuenta de que poseía una nueva arma que nadie me podrá arrebatar. Esa arma es la capacidad de pensar por mí mismo.

¿Qué ha aprendido gracias a su faceta de activista defensor de los derechos humanos?

He aprendido mucho, y lo sigo haciendo. Pero hay una lección que destaca, y es que no importa quiénes seamos, dónde vivamos o de dónde procedamos; todos le pedimos lo mismo a la vida. Que nos quieran, que valoren nuestra vida y existencia, y que nuestros familiares y seres queridos vivan felices, en paz y con prosperidad. Y la única manera de conseguir este objetivo es creer de verdad que todas las vidas humanas son sagradas.

¿Cómo le ha ayudado la escritura a lidiar con sus experiencias como niño soldado?

La escritura, las palabras y la literatura me han ayudado a comprender lo que me sucedió. Ya no llevo la carga del pasado sobre mis hombros, pero he aprendido lecciones para la vida.

¿Desea conocer mejor a Ishmael Beah y a los demás oradores de la próxima Conferencia global del IB de 2019? Aún está a tiempo de inscribirse en la conferencia de Nueva Orleans, que se celebrará del 18 al 21 de julio y girará en torno a la “generación IB”.