El International School of Amsterdam (Países Bajos) fue uno de los primeros colegios que impartieron el Programa de los Años Intermedios (PAI) cuando se creó hace 25 años. Su coordinador, Paul Griffths, habla con la revista IB World sobre el notable impacto que ha tenido.
En cuanto el IB creó el PAI en 1994, el International School of Amsterdam (ISA) no dudó en solicitar la autorización para impartirlo. “Queríamos el marco que mejor preparara a los alumnos para el Programa del Diploma (PD), el cual ya se impartía en el colegio”, explica el coordinador del PAI Paul Griffiths. “El PAI, que era un programa completamente nuevo por entonces, estaba considerado como el marco más convincente para facilitar esta transición”.
“Esta decisión tuvo un efecto positivo en los alumnos”, señala Griffiths. Y añade: “El nivel de responsabilidad que deben asumir y la importancia de la indagación ejercen un influjo notable en los alumnos del PAI”.
Según Griffiths, el aspecto más valioso del PAI es que ayuda a los alumnos a desarrollar una comprensión interdisciplinaria. “El PAI tiene el propósito de facilitar entornos de aprendizaje auténtico donde se conectan las distintas disciplinas”.
“El aprendizaje auténtico se puede definir de varias maneras. Para mí, consiste en brindar a los alumnos oportunidades que se van a replicar en el futuro, en un mundo cada vez más globalizado e interconectado”.
En el ISA se están llevando a cabo diversos proyectos interdisciplinarios que permiten desarrollar un aprendizaje auténtico e interdisciplinario. Los alumnos de primer año estudian una unidad llamada “El mundo real”, que conecta los grupos de asignaturas de Matemáticas e Individuos y Sociedades. En ella, investigan un tema del mundo real y la calidad de la vida humana. Los alumnos buscan y analizan los patrones y tendencias del desarrollo humano que permiten medir un mundo tan complejo como el nuestro.
En el segundo año, los alumnos estudian una unidad llamada “El juego de supervivencia”, que conecta los grupos de asignaturas de Ciencias e Individuos y Sociedades. En ella, investigan cómo se han combinado estas dos disciplinas para responder a las necesidades de la especie humana a lo largo del tiempo. Estudian diferentes enfermedades y examinan el impacto que ha tenido su propagación en la sociedad en el transcurso de la historia.
La unidad denominada “La caja” del tercer año conecta los grupos de asignaturas de Diseño, Matemáticas y Ciencias. En ella, los alumnos investigan el tipo de energía y el funcionamiento de un producto, y plasman lo más importante de estos dos aspectos en los materiales de marketing y el embalaje del producto.
“Todos estos proyectos tienen un fin determinado, están integrados y enraizados en la profundidad disciplinaria, y hacen que los alumnos accedan a un nuevo nivel de comprensión”, señala Griffiths.
En el ISA, el PAI ha contribuido a formar alumnos independientes que replican y refuerzan los atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB. En lo que respecta a las habilidades de los enfoques del aprendizaje en el PAI, Griffiths añade: “Prestamos una especial atención a los enfoques del aprendizaje, lo que permite preparar a los alumnos para un futuro que dependerá de su forma de comunicarse, los métodos que utilicen para colaborar, las estrategias que apliquen para autogestionarse, su forma de pensar y la investigación para fomentar su curiosidad”.
“Creo que la larga historia del PAI en el ISA, junto con nuestros cursos del PEP y el PD, ha contribuido a formar a alumnos que salen del colegio sabiendo cómo aprender y quiénes son con respecto al aprendizaje, y que observan con una mirada crítica el mundo que los rodea”.
El PAI cumple un cuarto de siglo este año y, para celebrarlo, la revista IB World compartirá historias de colegios que imparten el programa.