La segunda oradora destacada de nuestra serie de entrevistas previas al Festival Europeo de la Educación del Bachillerato Internacional (IB) es Cathrine Tømte, investigadora y profesora adjunta de la Universidad de Agder y el NIFU (Noruega). Tømte nos da más información acerca de los temas que tratará en su ponencia sobre cómo equilibrar las prácticas docentes digitales y analógicas.
1. En su opinión, ¿cómo facilita la tecnología, pero también obstaculiza, la labor de los docentes en el aula?
“La tecnología tiene el potencial de facilitar la docencia siempre y cuando esté integrada en un concepto pedagógico o articulada de una manera pedagógica. Si no se cumple esta pauta, puede obstaculizar el aprendizaje. Por ejemplo, dirigir una clase en la que los alumnos tienen sus propios dispositivos digitales, como computadoras portátiles o tabletas, presenta ciertos desafíos. Para evitar que los alumnos usen dichos dispositivos fuera del contexto del aprendizaje, los colegios deben desarrollar una serie de normas o directrices sobre cómo y cuándo se pueden utilizar los dispositivos, y acordar las consecuencias derivadas de no seguirlas. Se puede pedir a los niños —y a sus padres— que firmen una especie de ‘contrato’.
Para utilizar eficazmente la tecnología en la clase, es fundamental que los docentes dominen una serie de cuestiones técnicas, y que tengan buena disposición e interés por explorar las nuevas posibilidades que ofrecen los recursos y herramientas digitales”.
2. ¿Cuáles son las barreras que obstaculizan la competencia digital de los docentes?
“Las investigaciones se refieren a las llamadas ‘barreras de primer orden’ y ‘barreras de segundo orden’ para describir la naturaleza de los obstáculos a los que se enfrentan los colegios y los docentes a la hora de incorporar la tecnología en la enseñanza. Las barreras de primer orden están relacionadas con la infraestructura tecnológica. Por ejemplo, si el ancho de banda es insuficiente o las computadoras portátiles son lentas, es probable que los docentes prefieran usar enfoques pedagógicos analógicos.
El segundo tipo de barrera es más difícil de controlar, porque atañe a las creencias pedagógicas de los docentes y a las prácticas pedagógicas existentes. Además, requiere disposición para aprender cómo funciona la tecnología y cómo puede favorecer la enseñanza y el aprendizaje en varios sentidos”.
3. ¿Cómo favorece y obstaculiza la tecnología el aprendizaje de los alumnos?
“La tecnología permite a los docentes adaptar el contenido de la asignatura al nivel de habilidad y comprensión de cada alumno. Por ejemplo, podemos diseñar diferentes tareas y proyectos para los alumnos, adaptarlos a su nivel de conocimiento y recibir información sobre su progreso a través de los programas informáticos. La integración de la tecnología también brinda a los alumnos la oportunidad de intercambiar comentarios entre compañeros y colaborar con alumnos de otros países”.
4. ¿En qué consiste el equilibrio adecuado entre las prácticas digitales y las analógicas?
“El equilibrio entre las prácticas digitales y las analógicas en los colegios está intrínsecamente ligado a las habilidades, la edad y la diversidad del alumnado, y al tipo de tecnología disponible. Una observación fundamental es que la motivación y el interés de los alumnos aumenta cuando participan activamente en su aprendizaje”.
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