Hola, soy Zach. Bienvenidos al podcast de Voces del IB. Dedicarse a la enseñanza es un trabajo exigente, y los profesores suelen lidiar con niveles altos de estrés a diario durante un año académico normal. En estos momentos, como resultado de las medidas de protección implementadas en todo el mundo debido a la COVID-19, los docentes han tenido que adoptar una forma de trabajar completamente nueva y adaptarse mentalmente, físicamente y emocionalmente. ¿Pero cómo nos adaptamos? Estuve charlando con el Dr. John Kelly, psicólogo escolar en el distrito escolar de Commack, en Nueva York, para que nos lo explique.
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Zach: Debido a la pandemia provocada por la COVID-19, de repente los docentes se encuentran trabajando de un modo completamente nuevo y deben adaptarse desde lo mental, lo físico y lo emocional. Es una gran pregunta para un podcast relativamente corto como este, pero:
¿Qué consejos les daría a los docentes en estas circunstancias para ayudarlos a gestionar su estrés mental o emocional?
John: Sí, es una pregunta fundamental y es importante que hablemos sobre el tema. Lo primero y principal es que debemos admitir que estamos viviendo y trabajando en una época sin precedentes. No existe ningún manual que nos diga cómo educar a los alumnos durante una pandemia. Sabemos que el distanciamiento físico plantea numerosos desafíos para llegar a los alumnos y hacerlos participar en el aprendizaje. Además, por supuesto, tampoco podemos olvidar los efectos sociales y emocionales de la pandemia, ya que tanto alumnos como profesores están sufriendo alteraciones importantes y dificultades personales en sus vidas. La realidad es que hay docentes que están intentando lograr un equilibrio entre su vida personal y su vida laboral, y que están aprendiendo a usar nuevas tecnologías o métodos de enseñanza.
Por otro lado, tenemos a los alumnos, que están aislados socialmente de sus compañeros, y a quienes se les está pidiendo que sean más independientes. Lamentablemente, muchos alumnos y docentes se encuentran en situaciones difíciles que no siempre son favorables para el aprendizaje. Además, hay algunas familias, o alumnos y docentes, que viven en un entorno tóxico o peligroso, y para los cuales el colegio es su refugio. Por desgracia, todo eso se ha perdido y todos estos factores influyen en cómo nos sentimos.
Uno de los temas de los que hablé con mis compañeros es que debemos mantener las cosas en perspectiva, admitir que hay limitaciones. Sin embargo, también me parece que debemos estar entusiasmados por lo que creo que son nuevas oportunidades de crecimiento, tanto a nivel personal como profesional, porque las dificultades, sin duda, pueden hacernos crecer. Con mis compañeros también hablamos de cómo llevar un control de nuestros sentimientos: compartirlos con la familia, con los amigos, con los compañeros; simplemente se trata de hablar de cómo nos sentimos.
Todas las semanas tenemos una reunión entre el psicólogo escolar y los trabajadores sociales de mi edificio. Antes, era nuestra reunión semanal para hablar sobre los alumnos y los problemas que teníamos, pero, sinceramente, durante este último mes y medio se ha convertido en una reunión en línea donde hablamos de nuestros sentimientos y de cómo estamos sobrellevando la situación. Me parece algo importante mientras estamos distanciados físicamente, porque necesitamos mantener esa conexión. Por otra parte, me parece importante que busquemos tiempo para no trabajar; darnos permiso para descansar cuando no estamos del todo bien. Creo que lo principal es reconocer que somos humanos y que todos tenemos nuestras limitaciones.
Por supuesto. Y a los docentes, a quienes considero superhéroes y superheroínas, y estrellas indiscutibles, ¿qué les diría si se sintieran culpables por tomarse tiempo para ellos mismos?
John: Muy buena pregunta. Cuando hablamos de tomarnos tiempo de descanso, o tiempo para nosotros mismos, parece que sentimos que estamos siendo egoístas, que, de alguna manera, estamos haciendo otra cosa cuando deberíamos estar ayudando a los demás. Sin embargo, no podemos ser profesionales eficientes si no nos tomamos ese tiempo de pausa para recuperar fuerzas y hacer cosas que nos ayuden a continuar con el buen trabajo que venimos haciendo.
Mencionó brevemente el tema de la gestión general del estrés mental y emocional. ¿Podría darles a los docentes algún consejo sobre cómo proteger su bienestar físico?
John: Sí, claro. El concepto de cuidado propio resulta crucial para promover el bienestar emocional y físico. El cuidado propio no es un plan de emergencia que ponemos en marcha cuando necesitamos ayuda y estamos en crisis, sino que se trata de algo que debemos incorporar a nuestra vida diaria. Una compañera y buena amiga, Lisa Kelly-Vance, habla de crear nuestro propio plan energético individualizado, en el que se incluyan actividades para ayudar a recuperar y revitalizar nuestro bienestar físico y emocional. No puedo decirles qué deberían incluir en su plan, porque creo que debe ser algo personalizado e individualizado en muchos aspectos.
En mi caso, es fundamental la conexión con lo demás, comer y dormir bien, hacer ejercicio, realizar actividades de conciencia plena o meditación, y hacer cosas que disfruto, como tocar un instrumento o escuchar música, o pintar, dibujar y escribir. Todas esas actividades pueden formar parte de un plan energético personalizado.
Además, desde la perspectiva profesional, también tenemos que dedicar tiempo al cuidado propio en esta época de tanto estrés, con cosas como estar en contacto con nuestros compañeros o participar en actividades en línea de desarrollo profesional. Hay muchas oportunidades increíbles, así que hay que dedicar tiempo a conectarnos con nuestro lado profesional. Me he dado cuenta de que me resulta gratificante en mi trabajo ayudar a los demás o actuar como mentor.
Para acabar, un aspecto importante del cuidado propio es volver atrás y conectarse con nuestra razón, nuestro “porqué”: ¿Por qué hacemos esto? ¿Qué nos llevó a elegir esta profesión? Al plantearnos estas preguntas, a veces descubrimos ese punto de idealismo que todos teníamos cuando empezamos y que a veces perdemos. Si queremos revitalizarnos, tanto físicamente como emocionalmente, es fundamental conectar con el porqué. Como dicen en los aviones, hay que ponerse primero uno la máscara de oxígeno antes de poder ayudar a los demás. Creo que eso es lo importante cuando hablamos del cuidado propio al que me refería.
Me gustaría preguntarle algo: en estos momentos de gran estrés, ¿todo el estrés es malo?
John: Excelente pregunta. Sinceramente, creo que no. La respuesta sencilla es que no todo el estrés es malo. El estrés por sí mismo es una emoción muy normal y natural. El estrés nos ayuda a prepararnos para reaccionar ante determinadas situaciones. Para mí, lo más importante es cómo reaccionamos al estrés. ¿Cómo gestionamos el estrés para que no nos abrume?
En realidad, tener un cierto nivel de estrés es crucial. Y también es crucial para los alumnos, porque les sirve como fuente de motivación. Un cierto nivel de estrés nos puede mantener centrados. Por ejemplo, para nosotros como profesionales, es importante sentir un poco de estrés para seguir avanzando hacia nuestros objetivos.
Sin embargo, si el estrés empieza a acumularse y llega a convertirse en algo abrumador, se convierte en un problema. En definitiva, la clave es tener un nivel de estrés que podamos controlar, pero también realizar algunas actividades de cuidado propio como las que hemos comentado y tomar medidas que nos ayuden a no superar un punto de inflexión.
Zach: Lo que comenta es muy interesante. Entonces, para las personas que se inician en la gestión del estrés, ¿significa que el éxito no consiste en eliminar el estrés, sino en gestionarlo?
John: Correcto, sin duda.
Antes de irnos, le quería preguntar si hay algo más que quisiera compartir con la comunidad del IB.
John: Admiro el trabajo que todos estamos haciendo por nuestros alumnos. Como ha comentado, nuestros educadores son los héroes y las heroínas del aula, y creo que deberíamos estar orgullosos de ese trabajo. Todos hemos tenido que hacer cosas extraordinarias, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo, así que aplaudo el trabajo que estamos realizando y me enorgullezco. No siempre recibimos elogios por lo que hacemos, pero durante esta crisis estamos demostrando quiénes somos realmente.
Zach: Bien dicho. Gracias, Dr. Kelly, y gracias por todo lo que está haciendo por su colegio y sus alumnos
El estrés puede ser útil. ¿Lo sabían? ¡Yo no! Así que, para resumir: la mala gestión del estrés puede afectar nuestro estado emocional y físico, y hacer actividades de cuidado propio es la mejor manera de mantener nuestro estrés en un nivel saludable. No se trata solamente de hacer cosas que nos alegren, sino de reflexionar sobre nuestro porqué —recordar qué es lo que nos impulsa y nos da un sentimiento de propósito. Gracias a John Kelly por su tiempo y por todo el trabajo que hace por sus alumnos del IB y sus familias.
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