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El servicio como acción en el PAI: Escuchar y aprender

Escuchar las opiniones de los alumnos es una de las mejores experiencias de aprendizaje para un profesor del IB. Pero quizás este ejercicio de escuchar pocas veces da tantos frutos en la enseñanza del IB como en el componente de servicio como acción del PAI.

Por Elizabeth Solomon

La escucha intencional es una poderosa forma de empatía, ya que constituye una habilidad de los enfoques del aprendizaje que favorece el trabajo en colaboración, ayuda a los colegios a mejorar y estimula a los alumnos al hacerlos participar en los enfoques de la enseñanza. Y escuchar a nuestros alumnos es lo que hicimos en la ISF Academy de Hong Kong cuando, unos años atrás, empezamos a formular nuestro enfoque para el servicio como acción. Considerado desde el punto de vista de la misión de nuestro colegio bilingüe en la práctica, este enfoque se expresa con claridad en su definición de una “custodia compartida sobre el planeta”.

En el PAI, empezamos a incorporar el servicio como acción dentro del currículo enseñado ofreciendo oportunidades de servicio por iniciativa de los alumnos en actividades cocurriculares y promoviendo el liderazgo estudiantil en el colegio. En un intento por lograr que nuestra cultura del servicio como acción dejara de ser indirecta, guiada por los profesores y en su mayor parte sinónimo de beneficencia, y pasara a ser un servicio como acción por iniciativa de los alumnos, directo, íntegro y transformador, pedimos a nuestros alumnos que nos hicieran llegar sus comentarios sobre el programa existente. Recogimos las ideas de los alumnos mediante encuestas y paneles dirigidos por ellos mismos; después, los líderes estudiantiles las consolidaron en acciones concretas. En primer lugar, escuchamos y, posteriormente, actuamos:

LO QUE DIJERON LOS ALUMNOS: “Enséñenme ética, para no causar perjuicios (sin intención)”.

LO QUE HICIMOS: En nuestros viajes internacionales de servicio, se suscitaron discusiones sobre ética derivadas de la conciencia de los peligros del “volunturismo” y los privilegios, las cuales llevaron a la creación de herramientas centradas en los alumnos. Se busca que los alumnos tomen conciencia de su situación de privilegio e identifiquen áreas donde se necesite adoptar un criterio ético. En este caso, los alumnos agruparon la aplicación de la ética en cinco categorías —seguridad, ecología, dignidad, equidad e integridad— con propósitos pragmáticos y filosóficos, y elaboraron preguntas de orientación a efectos de la autoevaluación.

“La interacción con nuestra comunidad local es muy importante para la ISF, y los valores chinos también han ejercido una profunda influencia en nuestro enfoque”.

LO QUE DIJERON LOS ALUMNOS: “Oriéntenme, y después déjenme hacerme cargo de mi propio servicio”.

LO QUE HICIMOS: Tanto el diseño como el texto de la escala de servicio se vieron beneficiados con las críticas de los alumnos. El uso de la primera persona hace recaer la responsabilidad de las acciones en los alumnos, mientras que los términos de instrucción ofrecen oportunidades de transferencia y se promueve la activación de los conocimientos disciplinarios y una profunda reflexión. En la mayor parte de los Colegios del Mundo del IB donde los coordinadores de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS) o del servicio no pueden llegar a la mayoría de los alumnos, y donde los profesores tienen dificultades para establecer conexiones significativas con las asignaturas, los alumnos dicen haber obtenido buenos resultados al trabajar de forma independiente.

LO QUE DIJERON LOS ALUMNOS: “Hagan que los resultados del servicio como acción sean más accesibles, lógicos y significativos para mí”.

LO QUE HICIMOS: La escala de servicio —parte de la escala de desarrollo del PAI— es una herramienta taxonómica para alumnos y profesores creada en la ISF Academy como parte de los estudios sobre el PD realizados por la Universidad de Melbourne. Ha sido puesta a prueba y forjada por mis alumnos de quinto año del PAI. El mensaje es claro: los siete resultados del servicio como acción incorporados a los niveles (que reflejan la taxonomía de Bloom) constituyen una vía de acción lógica, con “paradas técnicas” para reflexionar entre un nivel y otro. En este caso, los alumnos querían una herramienta de seguimiento que les permitiera avanzar de forma independiente a lo largo de su trayectoria del servicio como acción.

La interacción con nuestra comunidad local es muy importante para la ISF, y los valores chinos también han ejercido una profunda influencia en nuestro enfoque. Concretamente, la virtud confuciana del ren o 仁, que significa ‘humanidad’ o ‘compasión’, sirve de inspiración para este enfoque centrado en la capacidad de escuchar y aprender, tanto en el caso de los profesores como en el de los alumnos. La puesta en práctica de este valor incorporado, que se corresponde con el atributo “solidarios” del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB, nos ha ayudado a trasladar la discusión sobre el servicio desde la compasión —el sentimiento de pena por los necesitados— a la empatía: la solidaridad con las demás personas como resultado de lo que nos une como seres humanos. Si bien la idea de la empatía es universalmente valorada, esta habilidad compleja plantea dificultades a adultos y jóvenes por igual. Al ser bilingües y contar con un enfoque bicultural basado en valores, esta habilidad se ha tornado más tangible para nosotros.

En palabras de uno de nuestros alumnos de quinto año del PAI: “Quizá nunca llegue a entender del todo la experiencia de otra persona, pero, como ser humano, he sentido dolor. Puedo usar esa comprensión común para solidarizarme con los demás y ayudar según se necesite. En consecuencia, me convertiré en una mejor persona, y si todos lo hacemos, llegaremos a ser mejores (personas) ren”.

Una herramienta para enseñar empatía

Al incorporar la ética al currículo, se estimula a los alumnos para que sean reflexivos y autocríticos con respecto a sus acciones. Los alumnos ayudan a diseñar las herramientas de autorregulación que utilizarán en el servicio como acción, como la que aparece a continuación. Estas herramientas permiten entablar conversaciones francas sobre el efecto deseado en comparación con el real, mientras los alumnos se esfuerzan por cumplir la misión del IB de “hacer del mundo un lugar mejor”.

El hecho de establecer conexiones entre el servicio y los objetivos generales de las asignaturas del currículo enseñado del PAI ha sido un factor clave para lograr que el servicio como acción forme parte integral de la enseñanza y el aprendizaje. Este cambio de paradigma, que exigió que los profesores realizaran actividades de desarrollo profesional, se logró mediante la participación del coordinador del servicio como acción en las reuniones de departamento a lo largo de un año y gracias a una serie de ideas para integrar dicho componente en asignaturas específicas. La creación conjunta de recursos en las unidades en las que el servicio como acción se podía incorporar de forma orgánica ayudó a los alumnos a comprender los matices y las complejidades de los problemas “enrevesados” del mundo.

En definitiva, el servicio como acción en la ISF Academy evoluciona de manera permanente. Nuestro pensamiento colectivo sobre el servicio mejora constantemente, al tiempo que las opiniones de los alumnos cobran cada vez más importancia. El proceso es caótico, dista de ser perfecto y requiere mucho trabajo. Sin embargo, fieles a la declaración de principios de nuestro colegio y la del IB, estamos empeñados en ofrecer las herramientas necesarias a nuestros alumnos, que son los custodios futuros de este mundo tumultuoso. Hay una verdad indiscutible: la participación de los alumnos en nuestro proceso ha redundado en una mayor sensibilización, un compromiso más firme y acciones de servicio más conscientes.

Hemos escuchado a nuestros alumnos con los oídos, los ojos, la mente y el corazón, y esto ha dado una perspectiva única a nuestra enseñanza. Sin darnos cuenta, nosotros, los profesores, hemos obtenido el mejor desarrollo profesional que cualquier educador del IB pudiera imaginar. ¿Ha escuchado a sus alumnos hoy?

Elizabeth Solomon est enseignante d’Individus et sociétés du Programme d’éducation intermédiaire (PEI) et d’anglais A : langue et littérature du Programme du diplôme à l’ISF Academy. Elle vient de terminer son deuxième diplôme universitaire de deuxième cycle (spécialisation : évaluation du Programme du diplôme) à l’Université de Melbourne. Elle se passionne pour les programmes d’études centrés sur les élèves. En tant qu’ancienne coordonnatrice du service en tant qu’action de son établissement bilingue, elle a collaboré au développement des ressources mentionnées dans cet article de blog avec ses élèves du PEI. Elizabeth Solomon a grandi entre Mumbai, Londres et Jérusalem. Militante pour l’égalité et la paix, elle a vécu et travaillé en Inde, en Israël, au Japon et en Chine. Elle vit actuellement à Hong Kong avec son compagnon et ses jumeaux adolescents, qui sont aussi des élèves du PEI et, souvent, ses meilleurs critiques.

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