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Novedades de Química del Programa del Diploma: “Una exploración ilimitada para estudiantes y docentes”

A partir de agosto de 2023, el profesorado del Programa del Diploma (PD) deberá utilizar la versión más reciente de la Guía de Química (primera evaluación: 2025).

Para celebrar el lanzamiento de la nueva guía, le pedimos a una educadora que participó en el desarrollo del currículo que nos hablara del curso y de los beneficios que las actualizaciones aportarán al alumnado y al cuerpo docente.

Elisa Jimenez Grant ha enseñado asignaturas de ciencias de educación secundaria desde 2005, y se especializa en Química del PD. Participó en la revisión y el desarrollo del nuevo currículo y del correspondiente material de ayuda al profesor, así como en la capacitación sobre los cambios curriculares para personas responsables de talleres. Ha ocupado varios puestos en el Bachillerato Internacional (IB) y desempeñado distintos roles relacionados con la evaluación, como examinadora principal, moderadora supervisora, miembro de delegaciones visitantes, responsable de talleres y responsable de contenido de talleres. En colegios, se ha desempeñado como jefa de departamento, coordinadora del Programa de los Años Intermedios (PAI) y coordinadora de la Monografía. Ha trabajado en diversos Colegios del Mundo del IB en México y Suiza. Elisa se graduó magna cum laude del Bryn Mawr College, tiene un máster del Imperial College de Londres, obtenido con distinción, y un máster en Educación de la Universidad Abierta. Habla inglés, español y francés.

¿Cómo participó en la revisión de la guía de la asignatura? ¿En qué consistió?

Empecé a participar en 2016, ya que me interesaba aprender más sobre el proceso de revisión del currículo del IB. Al comienzo, simplemente respondí a una convocatoria para personas interesadas, en la que compartí parte de mi experiencia. He trabajado en varios Colegios del Mundo del IB, en los que he impartido Química del PD, pero también he enseñado otros currículos en educación intermedia. Por lo tanto, me interesaba compartir una parte de mi perspectiva.

Comencé respondiendo a una serie de publicaciones en un espacio de debate en línea y, con el tiempo, tuve la suerte de ser invitada a un simposio en La Haya, donde conocí una gran cantidad de docentes, personal educativo y personas dedicadas a Química y a otras asignaturas de Ciencias del PD. Continué participando a través de visitas a la oficina del IB en La Haya y a través de mensajes de correo electrónico alrededor de una o dos veces al año. Y luego, cuando empezó la pandemia, pasamos a trabajar totalmente en línea.

He conocido a educadores/as que tienen un conjunto de experiencias realmente diverso, porque los programas del PD se imparten en todo tipo de contextos. Esa fue una de las cosas que me parecieron muy interesantes a lo largo del proceso. En los años posteriores al gran simposio de 2016, realizamos muchas reuniones para conversar sobre los contenidos que tendría el currículo o cómo sería el modelo de evaluación, y luego iniciamos el proceso de escribir la guía. Me alegró mucho poder ser coautora de algunas de las secciones de la guía nueva y de los nuevos materiales de ayuda al profesor. También me dediqué al desarrollo de talleres y a la capacitación sobre el nuevo currículo para nuevos/as responsables de talleres.

¿Puede mencionar algunos de los cambios principales realizados a la guía?

Obviamente, la química no cambia, pero la conceptualizamos de manera diferente. Los cambios principales de esta guía se centran en la comprensión conceptual y las habilidades en el estudio de Química.

  • Comprensión conceptual: en el nuevo currículo, buscamos promover una comprensión más integrada de la asignatura y descubrir las áreas en las que los vínculos entre diferentes conceptos se hacen más evidentes para el alumnado y el cuerpo docente. Creo que impartir este nuevo currículo será muy estimulante, porque la idea es que la comprensión de Química no es algo lineal sino que, en cierto modo, está interconectada.
  • Habilidades en el estudio de Química: también hay un mayor énfasis en los enfoques de la enseñanza y los enfoques del aprendizaje. Los enfoques del aprendizaje del IB están conformados por habilidades transferibles, como las habilidades de pensamiento y las habilidades de autogestión, pero también ayudan al alumnado a desarrollar aquello que denominamos “habilidades en el estudio de Química”. Estas son habilidades que se imparten de todos modos, pero que no necesariamente estaban detalladas en la guía previa. Por ejemplo, habilidades relativas a técnicas experimentales y un buen dominio de habilidades matemáticas y tecnológicas, como el uso de hojas de cálculo y modelos moleculares. En el currículo anterior teníamos un conjunto de trabajos prácticos prescritos. Ahora, la idea es no limitar las habilidades del alumnado a estos trabajos, sino apuntar a que desarrollen habilidades que después les permitan hacer sus propias indagaciones.

¿Qué beneficios aportarán estos cambios a docentes y estudiantes?

Creo que una de las primeras cosas que la gente notará es que las opciones han desaparecido. Una parte del material opcional ha sido eliminada y la otra parte se ha integrado a los materiales troncales. Por lo tanto, ahora cada estudiante seguirá el mismo contenido curricular y ya no es posible elegir una opción sobre otra. Si bien considero que esto es algo a lo que no será fácil adaptarse, también creo que permitirá una mayor flexibilidad. Ahora el personal educativo puede incluir el contexto que considere más pertinente para sus estudiantes.

Creo que la flexibilidad permitirá a estudiantes y docentes explorar nuevas rutas a través del currículo. Me parece que la ventaja de este currículo proviene de la capacidad de buscar conexiones y ver que la química no es una serie de comprensiones aisladas, sino que todas ellas están interconectadas. Encuentro que eso es muy hermoso y que permitirá no solo a estudiantes, sino también a docentes, embarcarse en una exploración ilimitada.