Karajahyah Schlagenhauf pasó de vivir en la calle cuando era pequeño a estudiar un título de grado universitario, proceso que comparte en este artículo, mientras reflexiona sobre su etapa como alumno del POP en el colegio St Leonards.
Creció en las Bahamas, donde su familia desgraciadamente atravesó muchas dificultades. Aquí explica cuáles son sus aspiraciones y cómo la empatía es el motor de su ambición de ejercer un cambio positivo convirtiéndose en el futuro primer ministro de su país natal.
¿Puede hablarnos de su infancia en las Bahamas?
«Crecí en las Bahamas con mi madre y mi padre. Atravesamos muchas dificultades como familia. Mi padre era un maltratador, y acabé viviendo en la calle con mi madre y mis siete hermanos y hermanas. En esa época, no iba al colegio. Al final, me enviaron a un orfanato debido a la pobreza en la que vivíamos.
Lamentablemente, mi madre falleció cuando yo tenía 11 años. Tras esto, nos adoptó un señor suizo maravilloso, Beat Schlagenhauf, que cambió nuestra vida para siempre. Nos dio oportunidades de aprender y desarrollarnos. Pude asistir a colegios de Canadá, las Bahamas y el Reino Unido. Cursé mis dos últimos años de secundaria en el colegio St Leonards en Escocia, donde tuve el honor de ser el primer representante de alumnos negro de su historia.»
¿Cuál fue su experiencia con el Programa de Orientación Profesional?
«Estuve en el primer grupo de estudiantes que se graduaron del POP en el colegio. En dos años, me aportó muchas cosas que pensé que era imposible lograr. Debes salir a veces de tu zona de confort, y eso es algo que pude hacer en este programa. Me empujó a ser mi yo auténtico y verdadero, y me impulsó a no dejar nunca de crecer y desarrollarme.
Estudié negocios de BTEC, español, inglés y cursos de teatro. También realicé un proyecto de reflexión que exploraba la ética de la industria del turismo bahameña, donde analizaba las consecuencias positivas y negativas para la nación. Planteé cuestiones éticas relativas a las fugas de ingresos, el empleo y el medio ambiente, por poner algunos ejemplos.
Se puede hacer mucho con la titulación del POP: se puede acceder directamente al mercado laboral o seguir estudiando en la universidad, que es lo que hago actualmente. Estudio Administración y Gestión de Hostelería en el Instituto de Educación Superior de Glion en Suiza.»
¿Cuáles son sus aspiraciones para el futuro?
«Aunque me apasiona la hostelería, mi sueño es trabajar en la política.
Cuando era adolescente, tuve la maravillosa experiencia de ser seleccionado por el Gobierno de Estados Unidos para ser joven embajador de las Bahamas como parte de un programa de intercambio. Debatimos problemas relativos al sistema sanitario y la escasez de alimentos. Desde muy joven, siempre he dicho que sería primer ministro de las Bahamas. Mi plan es graduarme y obtener mi título de grado y pasar directamente a la política.
Al igual que muchas otras personas, he afrontado grandes adversidades en la vida; sin embargo, no creo que se esté haciendo lo suficiente en las Bahamas para ayudar a las personas como yo. He caminado por esas calles conocidas e, incluso ahora, veo a jóvenes que me recuerdan a mí de niño.
Nadie quiere pasar por dificultades. Pero pienso que cada desafío nos prepara para la vida y el futuro, y creo que dedicarme a la política me daría la oportunidad de hacer todo lo que esté en mi poder para ejercer cambios positivos.»
¿Hay algún atributo en concreto del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB con el que se sienta identificado?
«La solidaridad es muy importante para mí. Que alguien a quien ni siquiera conocía fuese solidario conmigo y pudiese enseñarme amor, compasión y empatía me cambió la vida. Estas son las cosas que más me importan. Es por esto que me mantengo fuerte. La solidaridad significa ser consciente de las necesidades de otras personas, mostrar empatía y emprender acciones para ayudarlas. Es una cualidad cada vez más importante en el mundo interconectado de hoy en día, donde los desafíos sociales y ambientales requieren una acción colectiva.
Cuando fui representante de alumnos, vi de primera mano cómo la solidaridad desempeñaba un papel integral en nuestra comunidad escolar. Organizábamos eventos y actividades para celebrar nuestra diversidad. Se animaba a las personas a aprender las unas de las otras. Establecimos un sistema de mentoría en el colegio donde estudiantes mayores ayudaban y orientaban a estudiantes más jóvenes, lo que creaba un sentido de pertenencia. Pienso en mi comunidad escolar y en mi padre adoptivo y sé que las personas eran solidarias de verdad, y entiendo la importancia de ser solidario con otras personas en mi vida.»
Karajahyah Schlagenhauf es un exalumno distinguido del POP de las Bahamas. Cursó el programa en el colegio St Leonards en Escocia, donde fue el primer representante de alumnos negro. En la actualidad, estudia un grado en Administración y Gestión de Hostelería en el Instituto de Educación Superior de Glion. A su término, sus planes son empezar una carrera profesional en política. Tras superar dificultades y adversidades en su vida, Karajahyah está decidido a ayudar a otras personas de su comunidad y se esfuerza por ser la voz de quienes no tienen voz.