Los programas del Bachillerato Internacional (IB) están diseñados para ser inclusivos, a fin de proporcionar a todo el alumnado las mismas oportunidades en sus experiencias de aprendizaje y logros educativos, así como en el ámbito del reconocimiento académico.
Los Colegios del Mundo del IB de todos los países pueden acceder a una serie de políticas y recursos para respaldar su trabajo a la hora de ofrecer una educación inclusiva y equitativa a su alumnado. El Amsterdam International Community School (AICS) es uno de los colegios que han explorado las posibilidades para alumnos/as con discapacidad, en línea con las políticas del IB.
Lyndsay Gregory, jefa de bienestar en la escuela primaria del AICS, nos habla del origen de la educación inclusiva en su colegio y de los planes futuros para ampliar las oportunidades y llegar así a más niños/as que se beneficiarían de una educación especializada.
¿Cómo era la educación en el AICS antes de abrir el centro de apoyo al alumnado?
El AICS se propone ser un colegio inclusivo. Creemos profundamente en nuestra misión de dar el mejor servicio que podamos a nuestra comunidad diversa y con movilidad internacional, y de aceptar a niños/as procedentes de diversos contextos de aprendizaje. Nos tomamos muy en serio nuestra misión de incluir y estimular a todas las personas y ayudarlas a tener éxito, y creemos que un programa de educación inclusiva aporta un valor que enriquece a toda la comunidad.
A pesar de esta actitud con respecto a la inclusión, ha sido difícil como comunidad escolar proporcionar la educación inclusiva en la que creemos. Hasta hace poco, no contábamos con disposiciones dentro de los límites de la educación inclusiva según se define en los Países Bajos y en el marco del IB para ofrecer una educación especializada al alumnado que se beneficiaría de ella. A veces, no hemos podido aceptar a alguien con necesidades especiales que se beneficiaría de una educación especializada y, en cambio, sí a sus hermanos/as. En esos casos, ayudábamos a las familias a ponerse en contacto con organizaciones y colegios locales.
¿Cuál ha sido el impacto de abrir el centro de apoyo al alumnado?
La realidad para algunas de esas familias era que, puesto que el niño/a no hablaba neerlandés, no podía acceder a la educación especializada que necesitaba por parte de las organizaciones y colegios locales con los que les poníamos en contacto. Esto implicaba que algunos de esos niños/as se quedaban en casa sin acceso a la educación. La organización que asesora a colegios y familias sobre la educación, la Samenwerkingsverband, también se enfrentaba a este problema.
Trabajamos en colaboración con la Samenwerkingsverband y con Stichting Kolom, un grupo escolar que cuenta con 14 colegios de educación especial en la región de Ámsterdam, para abrir el centro de apoyo al alumnado del AICS para las familias internacionales en Ámsterdam y alrededores.
En agosto de 2022, se abrió una segunda aula en el centro y, entre las dos aulas, ahora podemos ofrecer educación a un total de 18 alumnos/as de la escuela primaria.
¿Cuáles son los planes futuros?
Si uno de nuestros valores fundamentales como comunidad escolar es la diversidad, y si verdaderamente creemos que la educación inclusiva consiste en que niños/as y jóvenes de diferentes culturas, capacidades, etnias y géneros aprendan juntos, no podemos seguir rechazando a alumnos/as en función de lo que no es posible.
Nuestra intención es seguir ofreciendo una educación inclusiva a nuestro alumnado actual cuando pase a la educación secundaria. Durante el año académico 2022-2023, el AICS continúa desarrollando este programa para el alumnado de educación secundaria con el propósito de abrir la primera aula de educación especial a tiempo completo en agosto de 2023, además de ampliar el programa al South East Campus, la nueva sede de primaria.
Sabemos que nuestro colegio solo no puede satisfacer la demanda futura de educación inclusiva. Lo que podemos hacer es ofrecer todo el conocimiento que hemos adquirido para que otros colegios puedan desarrollar este apoyo en su propia comunidad. Si todos aportamos nuestro granito de arena, podemos apoyar con eficacia a la comunidad neurodiversa internacional, de modo que las familias con niños/as que tienen necesidades adicionales sepan que todos/as son bienvenidos por igual y forman parte de una comunidad.
Puede leer aquí el artículo original escrito por Lyndsay Gregory (en inglés)
Lyndsay Gregory es una educadora experimentada y entusiasta que ha dedicado su carrera profesional a garantizar que todos los niños/as tengan acceso a la educación que merecen. Durante los últimos dos años, ha ocupado el cargo de jefa de bienestar en la escuela primaria del AICS, donde se ha centrado continuamente en la equidad e inclusión para contribuir de forma decisiva a determinar cómo apoya el colegio el desarrollo académico, mental y emocional de su alumnado.
La carrera de Gregory en la educación comenzó en 2006, cuando empezó a enseñar a alumnos/as del grupo 5 (tercero de primaria) en el AICS. A lo largo de los años, ha impartido una amplia variedad de asignaturas y ha trabajado con alumnado de diversa procedencia. Sus experiencias en el aula le han hecho valorar profundamente la importancia del aprendizaje personalizado y la necesidad de encontrar enfoques individualizados que satisfagan las necesidades únicas de cada alumno/a. Antes de asumir el puesto de jefa de bienestar en la escuela primaria del AICS, Gregory desempeñó el cargo de directora de esa misma escuela, donde supervisaba todos los aspectos de su funcionamiento y trabajaba para garantizar que todo el alumnado tuviese acceso a una educación de alta calidad.
Lyndsay Gregory obtuvo un título de grado en Educación, centrado en la educación especial, de la Universidad de Alberta en Edmonton (Canadá). También cuenta con un grado con especialización en Sociología y un máster de estudios integrados centrado en el liderazgo educativo de la Universidad de Athabasca (Canadá).*
* Se usó ChatGPT en la redacción de esta biografía, pero no para la entrada del blog.
