El pasado mes de julio asistí a mi primera conferencia mundial de alumnos del IB (página solo en inglés) en Barcelona (España). Viajé desde la India con otros 11 alumnos de mi colegio, el Pathways World School de Aravali (India), para participar. Estaba deseando que llegara la fecha del evento desde el mismo día en que me inscribí.
El programa diario me parecía muy estimulante. La jornada solía comenzar con el discurso de un orador destacado especializado en el área de la tecnología, pues el tema de la conferencia era “La tecnología en una sociedad global”. Las charlas se centraban principalmente en “ciudades inteligentes”, robots y todas las nuevas formas de tecnología. A continuación, se organizaban discusiones en grupo en los distintos equipos de acción global. La diversidad de los grupos era la mejor parte, ya que ofrecía la oportunidad de conocer las perspectivas de personas de todo el mundo sobre la misma charla.
Después de las intensas discusiones en grupo, el almuerzo brindaba una nueva oportunidad para interactuar y compartir experiencias. A continuación, participábamos en el reto “Startup Challenge”. Se trataba de una tarea tan exigente como interesante. Se centraba principalmente en el lado empresarial de la tecnología, y los participantes debíamos actuar como jóvenes empresarios y demostrar nuestras aptitudes empresariales. Disfruté muchísimo con el reto, pues el estudio y el análisis de situaciones empresariales reales es mi principal área de interés. Esta actividad solía alargarse hasta la noche y, aunque terminábamos exhaustos después de todo el día de trabajo, no nos resistíamos a explorar la magnífica ciudad.
Nunca había estado en Barcelona, y para mí, es una de las ciudades más bellas, limpias y acogedoras que he visitado.
Tengo la certeza de que los 150 participantes aprendieron algo nuevo cada día durante su estancia en la ciudad. Para mí, el aprendizaje es algo que nunca termina. Como dijo Albert Einstein: “El día que dejas de aprender es el día que dejas de vivir”, y creo que estamos constantemente aprendiendo.
He ganado en seguridad; ahora me desenvuelvo mucho mejor que antes. Si hace un año me hubieran pedido que hablara delante de un grupo de cuarenta personas, probablemente me habría desmayado. Pero mis estudios en el IB han modelado mi personalidad de tal forma que ya no me da miedo exponer mis puntos de vista. Asistir a esta conferencia me ha dado más valor para afrontar los retos. En mi opinión, el valor no significa no tener miedo, sino conquistarlo, y creo que todos lo hemos conseguido.
Lo más importante que me llevo de esta conferencia es la amistad que he forjado con personas de diferentes lugares y culturas. La noche cultural de la conferencia fue como una fusión de personas que estudiaban el mismo Programa del Diploma del IB pero que influían en el mundo de manera diferente. La riqueza y la diversidad de culturas eran tan grande que podría considerarse un entorno global habitado por ciudadanos globales. Podría decir que la conferencia mundial de alumnos del IB me ha preparado no solo para cumplir la misión del IB, sino también para demostrar un auténtico espíritu de ciudadanía global.