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La combinación perfecta para lograr la misión

Estudio de caso: Programa de Orientación Profesional (POP)

El GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis, que cuenta con más de 4.000 alumnos, ha tenido que considerar detenidamente cómo ofrecer oportunidades de aprendizaje pertinentes y significativas para todos. El Programa de Orientación Profesional (POP) ha constituido una elección satisfactoria para aquellos que tienen en mente una trayectoria profesional específica.

El GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis lleva solo tres años ofreciendo el POP, y el director de secundaria, Damian Bacchoo, ya lo considera un éxito. “Puedo emitir este juicio basándome en las dos primeras promociones: todos los graduados alcanzaron sus objetivos”, afirma Bacchoo. “Hemos tenido alumnos muy participativos, que disfrutaban del programa y deseaban graduarse para estudiar en la universidad o comenzar su vida profesional. El 100 % de nuestros alumnos han accedido a la primera universidad que eligieron y esta tendencia ha continuado durante los tres años que llevamos ofreciendo el programa”.

Los alumnos del POP del colegio, que se encuentra en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), “están en un programa que valoran y respetan. Lo han escogido porque quieren seguir una trayectoria específica en un determinado sector o industria”, afirma Bacchoo. “Los 50 alumnos que forman la promoción actual tienen muchas aspiraciones”, señala.

El GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis también ofrece el Programa del Diploma (PD). Al ofrecer el PD y el POP del Bachillerato Internacional (IB), el colegio “garantiza que los alumnos puedan construir trayectorias personalizadas de aprendizaje”, afirma Bacchoo. “Si solo ofreciéramos uno de los dos, seríamos más restrictivos, pero queremos ser un colegio inclusivo”. El colegio ofrece el currículo nacional de Inglaterra y es uno de los más grandes colegios de un solo campus que lo hacen.

Queríamos asegurarnos de que hubiera una trayectoria que cada alumno pudiera seguir hasta terminar la educación secundaria”. Damian Bacchoo, director de secundaria del GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis.

Como toda buena organización, el GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis consideró cuál sería su visión cuando fue establecido, en 2011. Según Bacchoo, esto implicaba decidir qué quería el colegio para sus alumnos, lo cual llevó a darse cuenta de que compartía la filosofía del IB: dar énfasis a la preparación de los alumnos para convertirlos en ciudadanos del mundo que adoptan una aptitud de aprendizaje durante toda la vida, y prepararlos adecuadamente para la vida profesional y universitaria. “Queríamos asegurarnos de que así fuera”, afirma. “Sentimos que con el POP podríamos lograr nuestra misión”.

Tener un objetivo claro no implica necesariamente que el camino para lograrlo esté claro.

El colegio, cuyo personal proviene en su mayor parte del Reino Unido, pensaba en un principio ofrecer un programa de estudios británico para alumnos de 15 años o más. Por ello, la propuesta de incluir programas del IB resultó ser un cambio de dirección inesperado en aquellos momentos. Bacchoo explica que los padres, profesores y alumnos esperaban que el colegio siguiera el programa de estudios británico tradicional, con el que estaban familiarizados muchos padres del Reino Unido.

Los profesores tenían experiencia con su programa tradicional, pero no con los programas del IB, y a algunos les preocupaba al principio no estar actualizados para impartir clases en el Reino Unido cuando volvieran. A los alumnos también les preocupaba la dificultad que pudieran entrañar los programas del IB.

Por lo tanto, el personal del colegio trabajó con los tres grupos. A los padres “les explicamos en qué consistía la educación del IB”, afirma Bacchoo.

Llevó tiempo, pero “rápidamente comenzaron a entusiasmarse ante la idea de que sus hijos recibieran una educación internacional de la mejor calidad”. A los profesores, “les explicamos que invertir en ellos para que se convirtieran en educadores del IB sería algo nuevo e interesante, y que diversificar su abanico de habilidades educativas los beneficiaría profesionalmente”.

Los alumnos comprendieron que los programas del IB les ayudarían a acceder a la universidad que quisieran, afirma Bacchoo, y empezaron a ganar confianza en sus capacidades para estar a la altura de las exigencias académicas y profesionales de ambos programas.

Al prepararse para ofrecer el POP, el colegio realizó estudios de mercado sobre las áreas en las que debía centrarse. Se consultó a los padres, se consideraron las oportunidades a nivel local y se evaluaron las instalaciones del colegio. Para sus estudios de formación profesional, los alumnos del POP del GEMS Wellington Academy pueden escoger entre producción creativa en medios de comunicación, negocios, tecnología de la información y la comunicación, y deporte. Los alumnos del POP pueden cursar casi todas las asignaturas del PD del colegio, gracias a las oportunidades de aprendizaje digital ofrecidas mediante el enfoque combinado de aprendizaje en el IB adoptado por el centro, que es único.

Algunas de las opciones de estudios de formación profesional, que son ofrecidas por el BTEC, resultaban obvias, dada la ubicación del colegio en Dubái, base de numerosas empresas internacionales. El GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis está considerando la posibilidad de añadir Ingeniería a su oferta académica del POP en el futuro, en consonancia con el programa nacional de los Emiratos Árabes Unidos. El colegio también tiene acuerdos con algunas de las muchas universidades que tienen sus sedes cerca. Según Bacchoo, se espera que gracias a eso las universidades ayuden a impartir algunos módulos, con lo cual los alumnos entrarían en contacto con la educación superior y podrían interesarse en estudiar en una de ellas.

El POP ha funcionado bien tanto para los alumnos como para los profesores del GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis. “Un número significativo de profesores tienen experiencia en la industria y conocen de primera mano la carrera para la que preparan a sus alumnos. Tenemos profesores que están muy orgullosos de impartir el POP”, sostiene Bacchoo. “No se limitan a enseñar la asignatura, sino que la enseñan en el contexto de una carrera, y apoyan a los jóvenes. Los profesores ven cómo se estrecha la relación que tienen con sus alumnos y los ayudan a dar los primeros pasos hacia las carreras que tendrán como adultos”, afirma. “Les encanta esa responsabilidad y crecen gracias a ella”.

“A los alumnos les gusta la oportunidad de centrarse en algo”, asegura Bacchoo. “Ya no necesitan complacer a todo el mundo”. Explica que los alumnos que han finalizado el POP pueden describirse en tres palabras: motivados, seguros y autónomos. “No creo que esto último llegue el primer día de clase”, reconoce. “Estas aptitudes cambian a lo largo del programa. El resultado de la autonomía es que los alumnos tienen más control sobre su destino”.

Cuando Damian Bacchoo, director de secundaria, comenzó su carrera docente, trabajaba en el departamento de educación física de su colegio. “Cuando volvían al colegio mis antiguos alumnos para saludarme, me preguntaba al respecto”. Un colega me dijo: “Eso, amigo mío, es señal de un colegio sano. Si vuelven, vamos bien”.

Bacchoo está encantado de que ahora esté ocurriendo lo mismo en el GEMS Wellington Academy – Silicon Oasis. “Me alegra mucho que tengan sentimientos suficientemente intensos como para volver. Les gusta hablarnos sobre sus últimos proyectos y sobre cómo les va”.