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“No sé si la introducción del PD ha sido mi mayor logro, pero definitivamente ha sido el paso más arriesgado que he dado en mi vida”

John Claughton, exdirector del King Edward’s School de Birmingham (Reino Unido), suprimió de un plumazo los A-levels para introducir el Programa del Diploma (PD). En este artículo, nos explica por qué mereció la pena asumir ese riesgo y qué papel tuvo esta medida en el marco de un plan más general para transformar el colegio.

No mucha gente tiene la posibilidad de regresar a su antiguo colegio 30 años después para dirigirlo. John Claughton regresó al King Edward’s School de Birmingham (Reino Unido) para encargarse de su dirección, con la misión de ofrecer a otros niños las oportunidades que él tuvo cuando estudiaba.

Durante los 11 años que estuvo a cargo de la dirección del colegio, Claughton introdujo cambios muy importantes. Desempeñó un papel fundamental en la ampliación del acceso a una educación independiente para cientos de alumnos, y se atrevió a suprimir los A-levels para introducir el Programa del Diploma (PD).

El riesgo mereció la pena. Los resultados de los exámenes del PD sitúan al colegio entre los mejores del mundo y han llevado a que sea objeto de numerosas menciones, entre las que se cuentan el nombramiento como mejor colegio del Bachillerato Internacional del curso 2015-2016 por The Sunday Times y como colegio solo para niños del año en 2015.

El trabajo de Claughton también ha recibido reconocimiento. Ganó el premio a la trayectoria profesional en el certamen de colegios independientes de 2016 del Times Educational Supplement (TES), y el premio al mejor director de un colegio público en el certamen de Tatler Schools de 2015.

El programa de enlace comunitario del King Edward’s School, en el que participan más de 200 colegios de primaria y 11.000 alumnos de Birmingham y otras ciudades, también ganó el premio a la mejor colaboración escolar independiente y continua del TES en 2015.

Claughton, ya jubilado, dejó a su paso un increíble legado. Ahora ha recordado su experiencia para hablar con Sophie-Marie Odum, editora de la revista IB World, sobre su determinación para lograr una educación mejor para todos, gracias a la cual el King Edward’s School está considerado como el colegio independiente con la mayor diversidad social y étnica del Reino Unido.

Sophie-Marie Odum (SMO): ¿Cuáles cree que han sido sus mayores logros hasta la fecha?

John Claughton (JC): Hay tres cosas que destacan en mi trayectoria de 11 años en el King Edward’s:

Una de ellas es la decisión de suprimir por completo los A-levels. Muy pocos colegios del Reino Unido se han atrevido a eliminar los A-levels un día y empezar a impartir el PD al día siguiente. En la mayoría de los colegios británicos se ofrecen los A-levels y el PD de manera simultánea, pero nosotros nos jugamos el todo por el todo.

Cambiar radicalmente el currículo del segundo ciclo de secundaria en un colegio con un nivel académico y de éxito tan elevado era algo tremendo. No sé si ha sido mi mayor logro, pero definitivamente ha sido el paso más arriesgado que he dado en mi vida.

En segundo lugar, destacaría la decisión de abrir el colegio a alumnos de orígenes más diversos. El King Edward’s School ahora puede presentarse como el colegio independiente con la mayor diversidad social y étnica del Reino Unido.

Cuando estudiaba en el colegio a principios de la década de 1970, tuve acceso a una educación gratuita. Gran parte de la financiación del colegio era de origen estatal, y el 80 % de los alumnos estudiaba de manera gratuita. Sin embargo, actualmente es un colegio independiente de pago.

Cuando yo estudiaba, era el mejor centro académico del país porque estaba abierto a todos los alumnos, independientemente de la situación económica de su familia. Cuando regresé 30 años después, quise hacer todo lo que estuviera a mi alcance para que un colegio tan excepcional estuviera abierto a los alumnos más capaces, y no solo a aquellos que podían permitirse pagar las tasas. Esto cobra una especial importancia en Birmingham, dada su diversidad étnica.

Logramos recaudar 10 millones de libras esterlinas para plazas subvencionadas a través de los donativos de nuestros exalumnos a lo largo de siete años, y duplicamos el número de alumnos exentos o con reducción de tasas.

En tercer lugar, mencionaría la gran inversión que realizamos en las instalaciones del colegio durante mi época como director. Dicha inversión ayudó a fortalecer el colegio en varios aspectos muy importantes. Creamos un centro de artes interpretativas valorado en 11 millones de libras esterlinas, un edificio de aulas para ciencias y lenguas valorado en 5 millones y un pabellón con cancha de hockey valorado en 1 millón. Como con las plazas subvencionadas, la importante contribución de nuestros exalumnos fue fundamental para llevar a cabo estas mejoras.

SMO: ¿Por qué suprimió los A-levels en favor del PD?

JC: Había una profunda sensación entre los miembros del personal, algunos de los cuales habían sido profesores míos, de que los A-levels ya no proporcionaban el estímulo intelectual que necesitaban nuestros alumnos. Por tanto, fue el aspecto intelectual lo primero que nos atrajo del IB. Al analizarlo más a fondo, nos dimos cuenta de que los demás elementos del IB se acoplaban a la perfección con el espíritu del King Edward’s. Siempre habíamos tenido un sistema de redacción de ensayos excepcional, un sólido compromiso con la actividad y el servicio, y una educación amplia, por lo que los componentes troncales del PD encajaban muy bien en nuestro colegio.

Aun así, no fue fácil tomar la decisión ni convencer a los integrantes de un colegio que ya funcionaba bien. De hecho, fue una situación bastante aterradora, especialmente cuando estaban a punto de publicarse los primeros resultados. Unos resultados insatisfactorios habrían tenido un impacto directo en el futuro de los alumnos y en la reputación a largo plazo del colegio. Por nada del mundo quería perjudicar a un colegio tan estupendo, que además había sido el mío.

Pero al final, después de seis años, el IB ha cumplido los objetivos que perseguíamos. Nuestros profesores sostienen que el programa del IB es más estimulante y exigente desde el punto de vista intelectual, y más interesante para ellos. Creemos que el nivel de compromiso intelectual de nuestros alumnos también ha mejorado mucho.

En el aspecto académico, estoy absolutamente convencido de que el colegio es ahora un lugar mejor de lo que era con los A-levels. El nuevo currículo ha logrado que el ambiente del colegio sea muy diferente. Hay pruebas contundentes de que nuestros alumnos están accediendo a mejores universidades que antes, y que están obteniendo magníficos resultados.

SMO: ¿Cuáles fueron los principales desafíos y cómo logró superarlos?

JC: La parte fundamental fue convencer a los padres de que eliminar los A-levels e impartir únicamente el PD (algo totalmente nuevo para ellos) no era una locura. La parte positiva es que los padres confiaron en el colegio y los alumnos están profundamente comprometidos, así que nos apoyamos en ese capital de confianza y respeto.

También fue necesario persuadir a los profesores. Ellos solo quieren lo mejor para sus alumnos y era preciso convencerlos de que el riesgo merecía la pena.

Hubo cuatro factores que jugaron a nuestro favor. En primer lugar, creamos un grupo de trabajo con miembros del personal para que investigara la oferta del IB. Este grupo nos recomendó que efectuáramos el cambio. En segundo lugar, obtuvimos una gran ayuda de otros Colegios del Mundo del IB del Reino Unido. Visitamos y hablamos con el personal de muchos colegios diferentes, y un grupo de alumnos del PD del Dartford Grammar School vino a nuestro colegio para contarles a nuestros alumnos su experiencia. En muchas ocasiones recurrimos a la comunidad del IB para que nos ayudara a argumentar las ventajas de impartir únicamente el currículo del PD. Literalmente, no lo habríamos conseguido sin su ayuda.

En tercer lugar, nombramos a John Fern como responsable del cambio. Su amplia experiencia con el IB fue de un valor incalculable para llevar a cabo el proceso y gestionar los nervios.

En cuarto lugar, contábamos con un consejo escolar y un personal que demostraban la valentía y el compromiso necesarios para afrontar semejante desafío. No creo que haya muchos colegios dispuestos a hacer (o capaces de hacer) lo que nosotros hicimos.

SMO: ¿Por qué la educación internacional es tan importante en el mundo actual?

JC: En la actualidad, el King Edward’s es una mezcla verdaderamente extraordinaria de alumnos con orígenes y culturas muy diversos, lo cual refleja el carácter único de Birmingham. Creo que es la mejor educación que se puede ofrecer en el mundo en el que vivimos y, con mucha diferencia, la mejor para el futuro, especialmente en un momento de auge de los nacionalismos y la xenofobia.

La mayoría de las ciudades tiene ahora un ambiente internacional, y muchos de nuestros alumnos vivirán vidas internacionales. Lo más importante es que las personas se comprendan, respeten la diversidad y se integren. La filosofía del IB de respetar las opiniones de los demás y crear un mundo más pacífico tiene mucho sentido en una ciudad tan diversa como Birmingham.

SMO: ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta la educación actualmente y qué pueden hacer los colegios para superarlos?

JC: Los desafíos varían según el país. En el Reino Unido, la educación es un tema sujeto a debate, cambios e intervenciones constantes.

El Estado desea que la educación resuelva los problemas sociales. Actualmente se está debatiendo sobre la educación selectiva y la existencia de colegios independientes, y existe una preocupación constante sobre la contratación de buenos docentes y su motivación para no abandonar la profesión. En un ambiente como este, los colegios están sometidos a la presión continua del rendimiento, por lo que carecen del tiempo o la libertad necesarios para romper con el modelo anterior.

Esta puede ser la razón por la que los programas del IB no están creciendo tanto en el Reino Unido, aunque proporcionen exactamente el tipo de educación que desea el mundo. El aprendizaje interdisciplinario, que desarrolla las habilidades de comunicación, trabajo en equipo y resolución de problemas, es fundamental pero no está presente en los sistemas educativos británicos.

La educación del IB ofrece habilidades fundamentales que las universidades y el mundo empresarial desean, y espero que, con el tiempo, el PD y el Programa de Orientación Profesional (POP) ganen visibilidad y aceptación.

SMO: Ahora que está jubilado, ¿qué legado espera haber dejado?

JC: Espero que, gracias a nuestro trabajo, un gran número de alumnos reciba su educación en un colegio extraordinario que los prepare para hacer cosas importantes y valiosas en sus vidas. Nuestro mundo necesita este tipo de personas más que nunca.

Actualmente estoy colaborando con el IB en el Reino Unido para ayudar a los colegios existentes y dar a conocer el PD y el POP. Hay un debate cada vez más intenso acerca de la naturaleza de la educación, y estoy intentando asegurarme de que la voz del IB se escuche.