Top Nav Breadcrumb - Spanish0

La mentalidad de un futuro líder

Ash Buchanan le ha contado a la revista IB World cómo la “mentalidad del beneficio” contribuirá a crear una nueva generación próspera

Se está produciendo un movimiento global en el ámbito de la educación. En Australia, por ejemplo, los alumnos están aprendiendo a fortalecer sus relaciones, fomentar la resiliencia personal y explorar lo que significa ser un ciudadano global a través de una educación positiva cuyo propósito es desarrollar el bienestar del alumno y promover la felicidad.

Hay cada vez más pruebas que indican que la educación positiva puede reducir la ansiedad, estimular la autoestima y ayudar a los jóvenes a obtener mejores resultados en el colegio.

En Alemania, algunos colegios imparten asignaturas que tratan específicamente sobre la felicidad y las habilidades sociales. En Bután (Asia del Sur), los jóvenes aprenden a practicar la conciencia plena y cómo pueden contribuir a la “felicidad nacional bruta” de su país.

Una creciente comunidad de docentes y alumnos de todo el mundo se está replanteando, en esencia, el propósito de la educación. Este movimiento gira en torno a una pregunta muy sencilla: “¿Qué significa realmente tener éxito en el colegio y en la vida?”. Se está descubriendo que la utilidad de los individuos para sí mismos, otras personas, la naturaleza y el futuro tiene un valor real.

Se trata de una nueva mentalidad que está redefiniendo el concepto de “éxito”, que ya no consiste en ser “lo mejor del mundo”, sino en ser “lo mejor para el mundo”. Esta mentalidad se conoce como la “mentalidad del beneficio”, según explica Ash Buchanan, director del movimiento The Benefit Mindset (la mentalidad del beneficio).

“El liderazgo cotidiano se está convirtiendo en una habilidad fundamental para el siglo XXI”, afirma. “Vivimos en un mundo cada vez más inestable, y en un momento en el que tenemos que prepararnos para un futuro en el que no sabemos cómo evolucionarán las cosas, y en el que la inteligencia y el aprendizaje ya no bastan para garantizar la resiliencia en los años venideros”.

“Entonces, ¿cómo podemos promover el desarrollo humano ante los desafíos imprevistos del mañana? ¿Cómo podemos preparar a las personas para desempeñar cargos que aún no se han creado, para utilizar tecnologías que aún no se han inventado y para responder a problemas sociales que aún no han surgido? ¿Y cómo podemos dotarlas de las habilidades necesarias para trabajar juntas y crear conjuntamente una sociedad global próspera?”.

Buchanan añade: “La mentalidad del beneficio es un instrumento que permite a los alumnos pensar acerca de cómo pueden encontrar su camino de una forma más resuelta en un mundo cada vez más complejo. Es una manera de prosperar pese a los crecientes desafíos globales que tenemos que afrontar”.

El líder cotidiano

La mentalidad del beneficio describe a los líderes cotidianos de la sociedad que optan por promover el bienestar individual y colectivo.

Toma como base la investigación pionera de Carol Dweck sobre las mentalidades “fijas” y “de crecimiento”, que explica cómo nuestras creencias sobre la naturaleza de la inteligencia pueden tener una profunda influencia en nuestra capacidad de aprender y desarrollarnos.

Buchanan afirma: “La mentalidad de crecimiento se basa en la creencia de que, con esfuerzo, podemos aprender y crecer. La mentalidad del beneficio va un paso más allá. Se basa en la creencia de que, con esfuerzo, podemos utilizar lo que hemos aprendido para influir de manera significativa y positiva en la vida de otras personas. Podemos tomar decisiones que saquen lo mejor de otras personas y hagan del mundo un lugar mejor. Al hacerlo, nos convertimos en líderes cotidianos: personas que, conscientemente, eligen ser una fuerza positiva en nuestro mundo”.

“Esta evolución en el pensamiento no pretende sugerir que conceptos como la mentalidad de crecimiento sean menos importantes, sino todo lo contrario. Aprender a crecer y diferenciarnos es un aspecto fundamental para el desarrollo de cualquier persona. La diferencia es que los alumnos que se rigen por la mentalidad del beneficio deciden activamente utilizar lo que han aprendido para influir de manera significativa y positiva en la vida de otras personas. Al hacerlo, utilizan su aprendizaje para ser líderes”.

Buchanan tiene formación en sustentabilidad ambiental e impacto social, pero afirma que no tardó en darse cuenta de la “importancia inseparable” de nuestras mentalidades en el desempeño general de sus proyectos.

“Decidí cursar un máster de psicología positiva aplicada para explorar más a fondo el potencial de las mentalidades”, explica.

“Más concretamente, estudié cómo el bienestar individual nos ayuda a actuar bien a nivel colectivo. Cómo las personas pueden juntarse y ser útiles para los sistemas más amplios de los que forman parte. Cuanto más me fijaba, más clara veía la intervención de una tercera mentalidad: personas que utilizaban lo que habían aprendido para influir de manera significativa y positiva en nuestro futuro común. Así que decidí darle un nombre, para que pudiera explorarse y estudiarse más a fondo”.

Murales participativos en el aula

¿Cómo pueden los docentes del IB introducir la mentalidad del beneficio en el aula? Según Buchanan, es fundamental que se propicien las condiciones para que docentes y alumnos hablen con regularidad sobre sus mentalidades. “Deben hablar sobre quiénes son (es decir, cuáles son sus verdaderas actitudes y creencias) y en qué desean convertirse como grupo”.

Recomienda la creación conjunta de un mural participativo en el aula al principio del semestre. En dicho mural, los alumnos reflexionan sobre sus talentos y puntos fuertes, y sobre cómo pueden utilizarlos para sacar lo mejor de los demás. A continuación, publican su contribución en el mural para que todos la vean, y reflexionan a lo largo del semestre sobre lo que se siente al tener una mentalidad del beneficio.

“La lección fundamental es que si de verdad queremos crear un entorno de clase exitoso, debemos hacerlo de forma participativa”, señala Buchanan. “Todos tenemos un conjunto único de talentos y puntos fuertes, y la calidad de los resultados que producimos está muy relacionada con nuestra capacidad de descubrir cómo podemos compartir dichos talentos y puntos fuertes de maneras profundamente significativas”.

En concordancia con la filosofía del IB de desarrollar jóvenes indagadores y solidarios que ayuden a crear un mundo mejor, la mentalidad del beneficio de Buchanan se centra en el desarrollo de una humanidad colectiva y una educación que cree una cultura de liderazgo cotidiano cuyo legado sea un mundo mejor para la siguiente generación.

¿Utiliza la mentalidad del beneficio en su Colegio del Mundo del IB? Comparta sus experiencias con el equipo editorial: editor@ibo.org