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Qué se siente al ser un profesor introvertido

La idea de que los profesores deben ser siempre el alma de la clase no es del todo cierta, según ha investigado la revista IB World

Las personas extrovertidas disfrutan con el dinamismo de los entornos ajetreados y siendo el centro de atención. Estas parecen ser las características ideales de un profesor. Pero si piensa que la enseñanza no es la ocupación más idónea para una persona introvertida, se equivoca.

Una persona introvertida no tiene por qué ser tímida. “La timidez es un miedo al juicio social que puede provocar ansiedad. Las personas introvertidas y extrovertidas pueden ser tímidas y tener miedo al juicio personal. Existe la idea equivocada de que las personas introvertidas sienten aversión por las interacciones sociales, lo cual es falso”, explica Heidi Kasevich, directora de Educación silenciosa, una división de la iniciativa Revolución silenciosa que trabaja con docentes y responsables pedagógicos de los colegios para informar a sus comunidades de las diferencias entre la introversión y la extroversión.

Aunque para muchas personas introvertidas puede resultar abrumador, extenuante y agotador estar con grupos muy numerosos, los profesores con esta inclinación están encontrando formas de manejar el ambiente ruidoso y caótico de la clase.

La introversión y la extroversión están relacionadas con la sensibilidad a los estímulos. La dopamina, un neurotransmisor que proporciona la motivación necesaria para buscar recompensas externas, está menos activa en las personas introvertidas. Estas personas reaccionan de una forma más intensa a los estímulos y, por lo tanto, se agobian con más facilidad ante ellos. Las personas extrovertidas, en cambio, se crecen ante los estímulos.

Los investigadores están cada vez más preocupados ante el hecho de que un exceso de estímulos esté ocasionando que cada vez más profesores introvertidos abandonen la profesión. Para muchos, el aprendizaje social resulta extenuante y les produce agotamiento, según los informes. Para evitar que aumente el número de profesores aquejados de estrés y agotamiento, es importante conocer y comprender los tipos de personalidad introvertida.

Todos los miembros de la comunidad de aprendizaje del IB, incluidos los profesores, se esfuerzan por ser reflexivos. El análisis exhaustivo del mundo y de sus propias ideas y experiencias, así como el esfuerzo por comprender sus puntos fuertes y débiles, favorecen su desarrollo personal. La reflexión es un aspecto importante del aprendizaje basado en la indagación, presente en todos los programas del IB. Varios docentes del IB nos han contado cómo han creado entornos de aprendizaje donde se valora la introversión, se potencian los puntos fuertes y se satisfacen las diversas necesidades de aprendizaje de los alumnos más introvertidos:

“Gracias al asesoramiento de mi profesor supervisor, aprendí a gestionar ciertas facetas de mi personalidad. Sus consejos también me han ayudado a mejorar en el aula”, Brian Sullivan, profesor de Español del Programa del Diploma (PD) en el Lecanto High School, Florida (EE. UU.):

“Para un profesor introvertido, la colaboración puede resultar intimidante y extenuante en algunas ocasiones. Tuve que aprender a hacer pausas momentáneas en la colaboración para procesar la información y reflexionar solo, y comprender que no había nada de malo en ello”.

“Cuando estaba en la universidad, mi profesor supervisor, el Dr. Lipton, me enseñó que si quería ser un buen profesor debía conocerme a mí mismo, porque tendría que manejar ciertas facetas de mi personalidad y adaptar mis formas de comunicación a los diferentes alumnos, padres, profesores, personal de dirección y otros miembros de la comunidad”.

“Y aunque trabajar con otras personas sigue costándome en cierto modo, ahora me resulta mucho más fácil porque he practicado mucho. Introvertidos o no, creo que los profesores han de aprender un conjunto de habilidades sociales completamente nuevo que no se obtiene con capacitación profesional. El Dr. Lipton solía decir que convertirse en un buen profesor es igual que aprender a conducir; no se consigue viendo la tele en la sala, hay que practicar”.

“Soy introvertido, pero también me gusta la aventura. Crecí en Long Island, Nueva York, y terminé enseñando inglés en un colegio de Nicaragua. Ahora enseño español en Florida. Introvertido o no, en Estados Unidos o en otros países, me esfuerzo al máximo para participar y ser una parte positiva del colegio y la comunidad en general. Para superar las diferencias culturales y mis propias limitaciones, salgo de mi zona de confort y mantengo la mente abierta. En este sentido, puedo decir que la enseñanza me ha cambiado”.

“Planifico actividades de clase que complementan mi personalidad y la de mis alumnos”, Ekta Singh, profesora de diseño digital del PEP y del PAI en el DPS International School, Gurgaon (India):

“Aunque soy una persona introvertida, me considero una profesora extrovertida”.

“Como profesora, tengo que estar por encima de mi propia personalidad y adaptarme a la función que requieran mis alumnos: asesora, oradora, líder, mentora, amiga, conocida, orientadora, etcétera. De lo contrario, el aula no será un lugar de mentalidad abierta”.

“Así como tengo en cuenta la personalidad de mis alumnos cuando planifico las actividades de clase (por ejemplo, para motivar a aquellos que prefieren trabajar solos o para garantizar que un alumno extrovertido no acapare todas las conversaciones), también planifico lecciones adaptadas a mi personalidad. Por ejemplo, cuando planifico una tarea colaborativa, tengo en cuenta mi nivel de comodidad al trabajar con el grupo”.

“La enseñanza no está restringida a tipos de personalidades concretos. Un profesor introvertido puede ser más compasivo con los alumnos y ayudarlos a sacar lo mejor de sí mismos, al igual que un profesor extrovertido puede guiarlos para alcanzar todo su potencial”.

“Twitter me ha ayudado a encontrar mi voz. Ha sido la mejor red de aprendizaje profesional para mí”, Matt Zarb, profesor de Diseño del PAI en el Helena College, Perth (Australia):

“Pocas personas me consideran una persona introvertida en el aula. Para la mayoría, no lo soy. Sin embargo, soy mucho más de pasar el tiempo solo que delante de otras personas. Prefiero tener mi propio espacio. Pero tengo que prescindir de esa parte de mí en la clase, donde el volumen sube bastante. Tengo que estar por encima del ruido y mostrarme extrovertido”.

“Como jefe de departamento, en ocasiones tengo que expresar mi opinión y orientar a mi equipo, lo cual me exige salir de mi zona de confort”.

“Sin embargo, he logrado encontrar mi voz en línea, a través de Twitter. Al principio me daba miedo. Pensaba: ‘¿Y si la gente me juzga?’ o ‘¿Y si no me entienden?’, pero Twitter ha sido la mejor red de aprendizaje profesional para mí”.

“Lo utilizo para comunicarme con personas de mi departamento, mi ciudad y el resto del mundo. Dialogo, comparto ideas, comento, aprendo y me desarrollo. Los chats de Twitter son un espacio en el que puedo encontrar mi voz y lo mejor es que las personas escuchan”.

“He superado los aspectos de la enseñanza que más me asustaban abordando los desafíos de frente. Pero todavía tengo temores. Puedo llegar a elevar la voz, pero no soy una persona extrovertida. Solo desempeño mi papel”.

“Padecía el síndrome del ‘¿y-si-me-equivoco?’, pero no tardé en darme cuenta de que la preparación es la clave”, Vandana Parashar, coordinadora del PEP en el Pathways School, Noida (India):

“Me he dado cuenta de que ser una persona introvertida no es un problema que se deba corregir. Las personas reaccionan y responden de maneras diferentes y, desde el punto de vista del educador, es importante reconocer esas diferencias”.

“Las personas introvertidas se suelen tildar de ‘tímidas’. Además, se presupone que ‘no saben demasiado’ porque no hablan lo suficiente delante de un grupo más numeroso… y yo hago lo posible por refutar esta forma de pensar”.

“Durante los primeros años, me asustaba la idea de enfrentarme a un público porque temía que me juzgaran y padecía el síndrome del ‘¿y-si-me-equivoco?’. Sin embargo, no tardé en darme cuenta de que cuando me preparaba bien para las clases y las interacciones con otras personas, rendía muy bien”.

“El buen dominio de mis asignaturas alivió la tensión, y el miedo al rechazo y los juicios negativos se redujo considerablemente con una mejor preparación”.

“Muchos de mis amigos son extrovertidos y disfruto trabajando con ellos. Nuestras interacciones son muy productivas cuando sentamos las bases para una apreciación y respeto mutuos. Sin embargo, hay veces en que los ataques y los juicios rápidos se apropian de la conversación, que puede terminar de manera abrupta. Mantener un comportamiento más tranquilo y comprensivo es algo que siempre se agradece. A la hora de comunicarse con una persona introvertida, se requiere una atención activa y empática”.

“Siempre he sido introvertido, así que entiendo la importancia de diferenciar mi estilo de enseñanza para adaptarlo a todas las personalidades”, Paul MacKay, maestro del PEP en el International School of Nanshan Shenzhen (China):

 “En ocasiones, las personas introvertidas sufren la incomprensión e infravaloración de un mundo en el que parece valorarse más el carácter abierto, sociable y enérgico, todas ellas características que se suelen atribuir a los líderes arquetípicos”.

“Por desgracia, esta tendencia puede ocasionar que las personas introvertidas sientan la necesidad de ‘actuar’ para encajar. Como siempre he sido un alumno introvertido, soy muy consciente de la necesidad de diferenciar mi estilo de enseñanza para adaptarlo a todas las personalidades, tanto introvertidas como extrovertidas. Sé que un aula necesita una colaboración estimulante y una contemplación silenciosa”.

“Estoy convencido de que es fundamental que los alumnos aprendan de profesores de ambas inclinaciones. Al igual que la diversidad o diferencia de culturas y perspectivas enriquece una clase, también lo hace la diversidad de personalidades”.

Si desea descubrir qué lugar ocupa en la escala de introversión-extroversión, visite: http://www.quietrev.com/the-introvert-test/ (disponible en inglés)/

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