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Enamórese de su capacidad de liderazgo

Philip Evans, especialista en desarrollo de la región de las Américas, obtuvo recientemente, y de manera simultánea, un Certificado avanzado del IB de investigación en prácticas directivas y un máster en liderazgo y gestión en el ámbito educativo. La obtención de esta doble titulación es posible gracias al programa en línea de la Universidad Royal Roads, que incluye un componente de residencia en el campus. Phil comenzó sus estudios un año antes de incorporarse al personal del IB, mientras trabajaba en un colegio estadounidense. Deseamos descubrir cómo lo hizo.

Los educadores del IB suelen hablar de lo apretados que son sus horarios. ¿Por qué se decidió a incluir este programa de certificación y grado de dos años en su ya ajetreada vida?

Me encanta aprender y ya llevaba diez años sin estudiar. Ocupaba un cargo en la dirección ejecutiva de un colegio y quería obtener una titulación que acreditara las habilidades que estaba desarrollando. Fue muy interesante participar en el programa porque, a través de la teoría, pude averiguar qué cosas habían funcionado y por qué. También hubo revelaciones del tipo: “Ah, por eso fracasé” o “Por eso tal cosa se entendió de una determinada forma o no funcionó como esperaba”. Aprendí mucho desempeñando el trabajo y combinándolo con la formación de nivel universitario.

¿Qué expectativas tenía cuando se matriculó?

Me convertí en educador tras observar el aprendizaje de los niños de preescolar. Tenía interés y curiosidad por la forma de aprender de todos nosotros. Después de siete u ocho años dando clase, me di cuenta de que había obstáculos para el aprendizaje y que muchos de ellos tenían que ver con la dirección. Quería entender por qué las personas ejercían la dirección de una manera determinada.

Hay una amenaza en las clases y en la jerarquía organizativa de los sistemas escolares. Dicha amenaza puede producir resultados negativos para los cargos directivos. Esperaba aprender a sortear los obstáculos de tal modo que pudiera ayudar a mis compañeros y nuestros alumnos, y mejorar en lo que hago. Todo a la vez.

¿Cómo ha evolucionado su perspectiva profesional sobre el liderazgo después de participar en el programa?

Sigue evolucionando. He ampliado mis perspectivas sobre cómo debo seguir desarrollándome. Sé que tengo que ser menos prescriptivo y más consciente de cómo otras personas comprenden las cosas. Quiero aplicar un enfoque positivo y estimulante para plantear preguntas profundas y crear un espacio seguro donde las personas puedan reflexionar sobre sí mismas, en detalle, e imaginar lo que sucede mucho después de aplicar una solución.

En lugar de empujar o atraer a las personas en una dirección determinada, prefiero encontrar maneras de sacarlas de sí mismas para que puedan aprender a minimizar los factores que los amenazan o abruman, y verlos como oportunidades. Para mitigar los desafíos, a veces basta con aliarse con los compañeros adecuados para resolver juntos un problema.

¿Cómo se ha ampliado su capacidad de liderazgo?

La capacitación de otras personas hace avanzar a todo el grupo. Procuro servir de ejemplo y brindar oportunidades para la exploración en lugar de prescribir un proceso de cinco pasos que inhiba la creatividad y el pensamiento innovador a la hora de resolver problemas. Todos tenemos capacidad de liderazgo. El enfoque generativo consiste, precisamente, en capacitar a otras personas para compartir el liderazgo. Descubrí que para ser un buen líder, hay que buscar maneras de entender a otras personas. Si nos entendemos a nosotros mismos, lo que nos motiva y cómo respondemos a la presión y a diferentes situaciones, podemos apreciar cómo otras personas pueden responder a nuestras ideas. Animar a las personas a creer en sus propias capacidades forma parte de un liderazgo eficaz: todo aquel que cree en sí mismo puede ser un líder.

¿Cómo contribuyó a su aprendizaje el componente de residencia del programa?

Aprendí muchísimo de personas más jóvenes que yo, que estudiaban fantásticos programas universitarios, daban clase, aspiraban a ocupar cargos directivos y ya pensaban de una forma innovadora. También había personas con titulaciones avanzadas y cargos directivos que aportaron mucha experiencia. Todos juntos, sorteamos la logística del aprendizaje en línea y organizamos los enfoques del proyecto antes de comenzar. Pese a las diferencias horarias, todas las decisiones finales se tomaban de manera sincronizada. Demostramos un liderazgo generativo entre nosotros.

¿Desea dar algún consejo a los aspirantes a ocupar cargos directivos?

Que retomen el aprendizaje para enriquecer su mente. Que elijan algo con lo que se sientan identificados. Que no lo hagan únicamente por tachar un elemento de su lista o simplemente porque toca. Se necesita una mentalidad abierta y cierta capacidad de reflexión. El liderazgo exige mucho y requiere la capacidad de mirar nuestro interior y enfrentarnos a nosotros mismos.


El IB colabora con muchas universidades de prestigio mundial para ofrecer los certificados del IB de enseñanza-aprendizaje y los certificados del IB sobre prácticas directivas. También ofrece una serie de talleres de liderazgo que proporcionan una base sólida para desarrollar su propia capacidad de liderazgo.