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Cómo aprovechar el aprendizaje basado en conceptos

Contribución de Adrian von Wrede-Jervis

En el primero de una serie de dos artículos dirigidos a los docentes del Programa de los Años Intermedios (PAI), analizaré la función de los conceptos clave y los contextos globales en el PAI. También exploraré dos posibles estrategias para facilitar la comprensión interdisciplinaria.

Información de contexto

Cuando los alumnos se gradúan en nuestros colegios, se adentran en un futuro en el que afrontarán una gran variedad de desafíos, muchos de ellos en el ámbito global. Cada uno de estos desafíos tiene una naturaleza interconectada y combinatoria, y nos conduce a un conjunto complejo de posibles oportunidades y problemas. Para superar estos desafíos, los alumnos deben utilizar un pensamiento conceptual.

El poder del aprendizaje basado en conceptos

Los conceptos “ayudan a integrar el aprendizaje, contribuyen a la coherencia del currículo, profundizan la comprensión disciplinaria, desarrollan la capacidad de abordar ideas complejas y permiten la transferencia del aprendizaje a nuevos contextos” (El Programa de los Años Intermedios: de los principios a la práctica, pág. 14, disponible en el Centro de recursos para los programas).

En la afirmación anterior, vemos que los conceptos están diseñados tanto para profundizar nuestra comprensión de una disciplina, como para transferir dicha comprensión a otras disciplinas. Esto se consigue a través del uso combinado de conceptos a gran escala (macroconceptos) y conceptos a pequeña escala (microconceptos). En el PAI se hace referencia a ellos como conceptos clave y conceptos relacionados.

Los conceptos clave del PAI están diseñados para ofrecer puntos de discusión comunes en todo el espectro disciplinario. Los conceptos relacionados elegidos son más específicos de una disciplina y facilitan la profundización de la comprensión dentro de esta. Al utilizarlos conjuntamente, permiten el desarrollo de una comprensión que trasciende el contexto y los datos específicos de la situación objeto de estudio.

Tal y como uno de nuestros alumnos del PAI apuntó en una encuesta realizada recientemente en el colegio: “Si dos unidades de dos disciplinas diferentes están relacionadas con el mismo concepto clave, el aprendizaje de los alumnos mejorará en ambas disciplinas, al […] aumentar su capacidad de establecer conexiones pertinentes […] y de pensar de manera original, creativa, crítica y analítica”.

Desarrollo de la comprensión conceptual a través de las preguntas

Un error que se puede cometer fácilmente al planificar una unidad es limitarse a relacionar el aprendizaje de la unidad con una palabra de la lista de conceptos clave, y dar por hecho que así se produce un aprendizaje conceptual. Las palabras en sí no constituyen conceptos: las preguntas sí. La exploración conduce a las respuestas, y los conceptos surgen de los elementos temáticos de estas. Por lo tanto, a la hora de planificar una unidad, debemos tratar de identificar qué preguntas plantea y luego identificar los conceptos que responden a ellas.

Esta imagen está disponible solamente en Español.

Por ejemplo, al pedir a los alumnos de Ciencias de 9.o año que escribieran las preguntas que se habían planteado acerca del cambio (en una unidad sobre la producción de energía), el enfoque del aprendizaje se amplió y fue más allá de los cambios energéticos del proceso (el enfoque original), para incluir el impacto y el cambio en la humanidad y el planeta (la preocupación real del alumno).

La interdependencia de los conceptos y los contextos globales

Un uso claro de los contextos globales favorece la comprensión conceptual en un nivel transdisciplinario. Una de las maneras en que los colegios pueden aprovechar la comprensión de cómo el contexto global favorece la indagación y el desarrollo de conceptos es convertir los aspectos clave de cada contexto global en preguntas. Así, es posible acceder a la pregunta desde todas las disciplinas (lo que incorpora inmediatamente la dimensión transdisciplinaria en la exploración y ayuda a los alumnos a establecer conexiones entre las distintas disciplinas) y esta puede responderse mejor mediante los conceptos.

Por ejemplo, todas las unidades que exploran el contexto global “Identidades y relaciones” pueden explorar las siguientes preguntas comunes:

  • ¿Podemos identificar los principios y valores que describen lo que significa ser humano?
  • ¿Qué constituye el “yo” personal, desde el punto de vista físico, mental, social y espiritual?
  • ¿Qué derechos y responsabilidades tenemos para con nuestras propias comunidades y culturas y las de los demás?

De esta manera, los alumnos pueden apreciar las diferentes perspectivas que las distintas disciplinas aportan a las preguntas. Por ejemplo, durante las clases sobre el átomo, me gusta preguntar a los alumnos si creen que un átomo los define, porque al parecer es de lo que todos están hechos. Así se propician discusiones muy intensas y la oportunidad de descubrir sus reflexiones en otras disciplinas.

Las disciplinas pueden explorar estas preguntas comunes a través de diversos conceptos clave, tales como la identidad, la cultura, las relaciones, las comunidades y los sistemas y culturas, entre otros. Así, los alumnos ven cómo las disciplinas abordan algunas de las preguntas más universales que nos planteamos como seres humanos. Y esto es fundamental para su futuro (y el nuestro).


Adrian von Wrede-Jervis es director de aprendizaje continuo en el equipo directivo de la sede de Haimhausen del Bavarian International School e.V.(Alemania)

Puede ponerse en contacto con él por correo electrónico (a.vwjervis@bis-school.com) o a través de LinkedIn.