Top Nav Breadcrumb - Spanish0

Enseñar a los alumnos a aprender durante toda la vida: la visión de Patrick Awuah

Estamos entusiasmados con la inminente celebración de nuestro primer Festival africano de la educación. El evento tendrá lugar en Accra (Ghana), el próximo 16 de febrero. Uno de nuestros oradores destacados será Patrick Awuah, fundador y presidente de la Universidad Ashesi de Accra. Patrick fue galardonado con el WISE Prize for Education 2017 en la World Innovation Summit for Education de Doha (Qatar) por su compromiso con el apoyo a la educación en Ghana y todo el territorio africano. A continuación podrá leer algunas de sus reflexiones sobre el liderazgo, la enseñanza y el aprendizaje.

¿Qué tendencias educativas actuales le parecen más prometedoras?

Un mensaje que ahora escucho mucho más que antes, y que considero muy importante, es que la calidad es tan importante como el acceso a la educación. La calidad hace referencia a si las personas reciben o no una educación real cuando van al colegio. Es un tema que llevaba ya mucho tiempo sin abordarse. Pero ahora está aquí, y soy optimista en cuanto a los resultados positivos que va a arrojar para muchísimos países.

Si pudiera hacer un cambio instantáneo para mejorar los sistemas educativos de África, ¿cuál sería?

Cambiaría el aprendizaje de memoria por la enseñanza de habilidades de pensamiento crítico.

¿Por qué es tan importante enseñar a los alumnos a pensar de forma crítica?

El pensamiento crítico consiste en la capacidad de abordar una cuestión desde diferentes perspectivas. Se trata de comprometerse con la búsqueda de pruebas y la verdad, de tratar de comprender y sintetizar la información, y de identificar qué información es pertinente y cuál no lo es para la cuestión o el problema que se está tratando. A mi juicio, esa capacidad es necesaria para resolver los problemas.

¿Qué papel desempeña la ética en la educación?

Uno debe empezar a formarse una idea de lo que está bien y lo que está mal. La mayor parte de la gente empieza a hacerlo a una edad muy temprana, en preescolar, primaria y secundaria, y en casa. Pero también resulta bastante fácil empezar a negar los buenos comportamientos y a justificar los malos. Por ejemplo, se suele decir: “Es que todo el mundo lo hace”, aunque se sepa que está mal hacerlo. Por tanto, es necesario empezar a trabajar con los alumnos para garantizar que no pierdan el norte en cuanto a su orientación ética y que tengan valor para mantener el rumbo. Para ello, han de practicar comportamientos éticos. Cuanto más los practiquen, mejor los incorporarán en su vida y menos tolerarán los comportamientos inadecuados. Debemos buscar la manera de que los comportamientos éticos sean la norma en el entorno inmediato de los alumnos. Por eso animamos a los alumnos de Ashesi a que propusieran su propio código de honor. Les dijimos: “Creemos que pueden implementar una sociedad deseable aquí. Pueden debatir entre ustedes y proponer un acuerdo social que rija su convivencia. Observen cómo influye en su sentido de logro y cómo se sienten al respecto”. Si lo hacen durante sus cuatro años de universidad, lo terminan incorporando en su vida. Y cuando salgan al mundo real, con suerte, mantendrán un comportamiento ético en su lugar de trabajo.

Todos los alumnos de la Universidad Ashesi participan en un seminario de liderazgo de cuatro años que culmina con un componente de aprendizaje-servicio. ¿Por qué es tan importante el aprendizaje-servicio?

El aprendizaje-servicio sirve para tres fines. En primer lugar, salir a trabajar por el bien común y en beneficio de otras personas es una excelente manera de desarrollar la empatía. En segundo lugar, lo considero como un laboratorio de humanidades. Una cosa es hablar sobre una sociedad deseable, y otra salir y ver cómo es la sociedad, y empezar a comprometerse en la solución de algunos de sus problemas. Y por último, como ocurre con cualquier aprendizaje experiencial, cuando los alumnos realizan un trabajo práctico y logran algún objetivo, la confianza en sí mismos aumenta.

En un mundo en el que los alumnos ven cómo algunas personas, incluidas las que ostentan puestos de liderazgo, desprecian rápidamente los puntos de vista de otras, ¿cómo pueden los colegios enseñar a los alumnos a examinar detenidamente las ideas de los demás?

Creo que lo que debemos hacer es crear en el aula un entorno moderado por un adulto que plantee diferentes ideas y perspectivas, y dirija un diálogo respetuoso que, a la vez, permita a los alumnos expresarse con audacia. Debe haber espacios donde las personas puedan conversar sin ser castigadas, siempre y cuando exista un acuerdo en varios puntos: todos vamos a aprender de todos, y nadie se va a aferrar a una postura concreta, se va a ofender a la ligera por otras posturas ni va a negarse a escuchar otros puntos de vista. Si podemos llevar esto a cabo en un aula de manera controlada, con el tiempo desarrollamos este instinto y este respeto por otros puntos de vista y distintas personas.

El mundo está cambiando rápidamente y de maneras imprevistas hace pocos años. ¿Cómo pueden los colegios y los profesores preparar a los alumnos para gestionar esta evolución acelerada?

En cierto modo, casi volvemos a las ideas y los conceptos básicos de animar a los alumnos a explorar y a no reprimir su curiosidad. Al plantear a los alumnos problemas estimulantes y brindarles oportunidades para lograr objetivos, pueden ver que están preparados para contribuir a definir el futuro. Les entregamos las riendas del futuro, y este es aspecto muy importante. Pero también lo es enseñar a los alumnos a aprender durante toda la vida porque, cuando se producen tantos cambios, la realidad es que tendrán que seguir actualizando sus herramientas y aprendiendo para estar siempre al día. Por lo tanto, si enseñamos a los alumnos a aprender y a amar el aprendizaje de maneras estructuradas y no estructuradas, los estaremos preparando para afrontar cambios inevitables y constantes.


Obtenga más información sobre el Festival africano de la educación.