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Ante un exceso de trabajo, ¡revaluación y organización!

El exalumno Matthew Ferby nos recuerda la importancia de evaluar nuestras limitaciones y de dosificar el tiempo para sacarle el máximo provecho. Relaciona su experiencia reciente como graduado en Ingeniería civil con las lecciones que aprendió en su intensa etapa como alumno del Programa de los Años Intermedios (PAI) y el Programa del Diploma (PD).


Contribución de Matthew Ferby

No se trataba de incapacidad para organizar las tareas, sino de un exceso de trabajo.

En secundaria hice de todo: fui alumno del Programa del Diploma (PD), tambor mayor de la banda de música, miembro de la junta directiva del Key Club, miembro de la National Society of Black Engineers, miembro de la junta ejecutiva de la NAACP, voluntario habitual de mi parroquia, empleado de un parque de diversiones cercano, una persona con cierta popularidad… En fin, creo que con eso basta para hacerse una idea de la situación. Hacía todo lo que podía hacer, principalmente porque no quería perderme nada. Mi madre se aseguraba de que yo participara en varias actividades para que estuviera en contacto con un mundo más amplio de lo que era habitual donde vivíamos. Este hábito me acompañó durante mi transición del Programa de los Años Intermedios (PAI) al PD y hasta el momento de mi graduación. Incluso llegó a estar presente en mi primer semestre en la universidad, pero no por mucho tiempo.

Con la mentalidad de un alumno de último curso de secundaria, llegué a la universidad dispuesto a “comerme” el mundo. “Sí, estudiaré ingeniería, y seré miembro de tres clubes, el consejo municipal y la banda de música”, me dije. Todo fue muy fácil hasta que mis calificaciones cayeron muy por debajo de mis expectativas. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que tenía un exceso de trabajo y necesitaba revaluar mis compromisos. Las conversaciones con mi familia y los asesores escolares me ayudaron a entender que no se trataba de incapacidad para organizar tareas, sino de un exceso de trabajo. La revaluación de los compromisos es un proceso ligeramente diferente a la gestión del tiempo, pues me obligó a abandonar varias actividades para poder alcanzar mi máximo potencial académico, lo que era mi principal prioridad..

Matthew Ferby se graduó en el Harding University High School (EE. UU.) y actualmente es asistente de investigación de posgrado en el Virginia Tech.

La habilidad de revaluar lo que puedo y no puedo hacer es algo que llevaré conmigo para siempre. Creo que esto es muy importante, porque la vida varía mucho a medida que maduramos. Mi etapa como alumno de posgrado no fue diferente: estaba en un entorno nuevo y, gracias a mi experiencia en secundaria y la universidad, sabía cuáles eran mis limitaciones. La estructura de la enseñanza secundaria no ofrece mucho margen para las variaciones, aparte de la selección de los temas para la evaluación interna. Mi etapa universitaria estaba un poco menos planificada, pero seguía teniendo una ruta que casi todos seguían. Ahora, como alumno de posgrado, puedo adaptar cada una de los componentes de mi formación, incluidos los trabajos de clase, el desarrollo profesional y los proyectos de investigación, y todo esto cambia según sean mis necesidades para contribuir de forma significativa a mi campo de estudio. Teniendo esto en cuenta, limito mis compromisos para aprovechar al máximo mi experiencia sin poner en riesgo mis objetivos prioritarios.

Aunque me queden pocos años de formación, la habilidad de revaluar lo que puedo y no puedo hacer es algo que llevaré conmigo para siempre. Creo que es muy importante tener en cuenta dicha habilidad, en especial porque la vida varía mucho a medida que maduramos. Durante mi etapa en el PD, los días estaban estrictamente organizados y eran bastante previsibles, y por eso sabía que podía asumir más tareas. En un posgrado, sin embargo, la vida está llena de sucesos imprevistos. ¿Estamos en una etapa de la vida con una organización más estricta, como en el colegio, o nuestra situación es más variable? Debemos hacernos esta pregunta a menudo y, según sea la respuesta, determinar el nivel de responsabilidad que podemos asumir.

En resumen: el volumen de tareas que podemos realizar cambia en función de numerosos factores, como la edad, los intereses, el entorno, la educación, etc. Y esto es algo que con frecuencia pasamos por alto a medida que avanzamos en nuestra trayectoria académica y profesional. Para superar este desafío, debemos revaluar el volumen de tareas que podemos o debemos realizar a fin de alcanzar la máxima eficacia en todo lo que hacemos. Una vez dominado este control periódico, no importa lo mucho o lo poco que hagamos, porque probablemente estemos rindiendo de forma óptima y eso es algo de lo que podremos sentirnos orgullosos.


Matthew Ferby se graduó en el Programa del Diploma (PD) en el Harding University High School. Se graduó en ingeniería civil en la Universidad Agrícola y Técnica Estatal de Carolina del Norte. Actualmente es asistente de investigación de posgrado en el departamento de ingeniería civil y ambiental del Virginia Tech.

Matthew se incorpora este año a nuestro equipo de exalumnos colaboradores de 2018 para compartir su experiencia como graduado del PD. Para conocer mejor a los graduados del IB, lea las historias de nuestros programas en ibo.org.