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Cuatro ensayos que ayudaron a alumnos del IB en su proceso de admisión a la universidad

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Pedimos a un grupo de recién graduados del Programa del Diploma (PD) de distintas partes del mundo que nos enviaran los ensayos que les valieron la admisión en su universidad de preferencia. Los equipos de admisión universitaria quieren conocer los intereses de los alumnos del PD y el Programa de Orientación Profesional (POP), saber cómo se integrarán en su comunidad y comprobar si están preparados para el trabajo de nivel universitario.

Aunque no siempre es obligatorio, plasmar la propia historia en un ensayo puede dar a los alumnos una oportunidad única de mostrar a las universidades quiénes son. Hemos seleccionado fragmentos de cuatro ensayos excepcionales, cada uno con un enfoque diferente. Queremos dar las gracias a los graduados del IB Esha Indani, Kamila Janmohamed, Kardeisha Provo y Ryan Lam por permitirnos compartir dichos fragmentos y otras declaraciones personales de sus ensayos.

Cuando nuestros intereses se complementan a la perfección

Esha Indani: ¿Por qué Pensilvania?

¿Podemos utilizar la universidad de nuestros sueños como fuente de inspiración? Esha Indani lo hizo cuando decidió demostrar que los valores fundamentales que aprendió como alumna del International School of Geneva – La Châtaigneraie (Suiza) encajaban a la perfección con el Wharton School de la Universidad de Pensilvania. En su ensayo personal, vinculó su interés por la investigación con los programas que ofrecía la universidad.

“Mi ensayo se centra principalmente en mi interés por la sustentabilidad, y las tecnologías y fuentes de energía renovables”, explica. “Pero a un nivel más profundo, analiza cómo mis experiencias han moldeado este interés y me han dado la motivación y las indicaciones necesarias […] Knowledge for action (“Conocer para actuar”) es el lema del Wharton School y, en mi opinión, eso es para lo que me preparó la educación del IB”.

“En septiembre, los sábados por la mañana son inusualmente fríos en Suiza. Me di cuenta de ello cuando llevaba a toda prisa grandes bolsas de basura para reciclar al vertedero local. Al haber crecido en un país que se mantiene diligentemente fiel a la protección del medio ambiente, poco a poco fui desarrollando mi apreciación e interés por el uso de aplicaciones relacionadas con la sustentabilidad y la tecnología ecológica […] Por eso, a la hora de elegir dónde quería estudiar, sabía con total certeza que mi universidad de destino tendría que compartir mi interés por el mundo empresarial y el desarrollo sustentable”.

“La asociación del colegio con la Penn Green Campus Partnership a través de IGEL (la iniciativa para el liderazgo ambiental global) me permite combinar mis dos principales intereses en una sola experiencia académica y social. Como editora en jefe del periódico del colegio, he procurado incorporar mi interés por la sustentabilidad en la fabricación del producto, por lo que empezamos a utilizar papel reciclado. Además de tener en cuenta la sustentabilidad en el proceso de producción, he podido expresar mis ideas y las de otros alumnos de las tres sedes del Ecolint sobre un futuro respetuoso con el medio ambiente para el mundo”.

“En el Wharton, espero poder aprovechar la flexibilidad de su currículo interdisciplinario para combinar la formación empresarial con el área del desarrollo sustentable. Estoy muy interesada en investigar el desarrollo de fuentes de energía limpias y baratas, las cuales son la clave para un futuro sustentable. Para mí, la empresa y el comercio internacional son algo más que carreras profesionales; son también medios a través de los cuales puedo ayudar a mi comunidad local e internacional”.

Ese algo que nos hace únicos

Kamila Janmohamed: Pies planos

Un ensayo personal debe hablar exclusivamente de su autor. Kamila Janmohamed centró su ensayo en algo que la hace destacar y que, casualmente, la ayudó a descubrir su vocación. Lo redactó como parte de una solicitud común cuando estudiaba en la Aga Khan Academy de Mombasa (Kenia), y le valió la admisión en la Universidad de Yale, en Connecticut (Estados Unidos).

“Hay tres cosas en la vida que nunca jamás deberían ser planas: los neumáticos, el plástico de burbujas y los pies. Durante la primera década de mi vida, era como si mis extremidades fueran felices en su ignorancia de una agraviante ausencia de arco. Me había pasado toda la vida golpeándome los dedos con las patas de las mesas y clavándome piezas de Lego. No fue hasta que alguien señaló que mis pies eran diferentes cuando empecé a verlos de esa forma”.

“Advertida de que nunca podría llevar zapatos de tacón, mi madre me llevó a un hospital público donde, según decían, había un cirujano ortopédico que obraba maravillas. Yo pensaba que las cuestiones estéticas eran pretenciosas y no les prestaba tanta atención como a otras amenazas, como la perspectiva de pasarme la vida con un paralizante dolor de espalda. Y aun así, me preocupaba la calidad de la atención que iba a recibir…”.

“… Sentada en ese patio de paredes descascaradas, esperando junto a bebés llorando y adultos de semblante serio, la mayoría de los cuales llevaban horas haciendo fila para ver a un doctor que probablemente se iría después de la siguiente visita, me topé con la dolorosa realidad del privilegio al que estaba acostumbrada. Con esa deprimente sensación de pesarosa culpa que alguien tiene cuando se da cuenta de la trivialidad de sus problemas, empecé a apreciar mejor las oportunidades que había tenido a mi alcance. Al juzgar rápidamente mi entorno basándome en unas expectativas condicionadas, le había negado al hospital esa misma oportunidad”.

“… Como médica, no podría hacer que la institución dependiera menos de las subvenciones ni incrementar su personal permanente, pero sí podría hacerlo si trabajara en la educación y la administración de la salud. Así que presenté mi propio campo de interés: la salud pública”.

“Por muchas molestias que me hayan causado mis pies ‘anormales’, tengo mucho que agradecerles. He aprendido lo importante que es contar con los datos correctos y a no emitir juicios rápidos, y he llegado a comprender, y a apreciar, lo camaleónicos que somos. Nuestras agudezas no son resistentes a los cambios, y abrirnos a ellos motiva ese crecimiento autoinducido que resulta de cuestionar nuestras ideas, el cual, en mi opinión, es el que más dura. Y aunque siga teniendo los pies planos, mi experiencia con ellos me ha ayudado a darme cuenta de que mis percepciones siempre serán mucho más flexibles, y eso ya lo compensa con creces”.

Historia personal y sentido de comunidad

Kardeisha Provo: Mi gente

En ocasiones, hay que volver la mirada al pasado para llegar al futuro. El ensayo personal que Kardeisha Provo presentó a la Universidad Ryerson de Toronto (Canadá) respondía al siguiente estímulo: “Discuta un logro, evento o revelación que diera pie a un período de crecimiento personal y a una nueva comprensión de sí mismo u otras personas”. Procedente del Cole Harbour District High School, situado en el extremo noreste de Canadá, en Dartmouth, Nueva Escocia, abordó el ensayo a través de su identidad personal y la historia de su comunidad.

“Nuestros antepasados fueron personas que huyeron al norte a través de la ruta clandestina de los esclavos, negros leales a la corona de la guerra civil estadounidense, refugiados de la guerra de 1812 y cimarrones jamaicanos; por eso, sé que la fuerza y la resiliencia son dos de nuestras características. North Preston, en Nueva Escocia, es la mayor y más antigua comunidad de negros indígenas de Canadá, y también mi hogar. Mis antepasados se asentaron en el territorio no cedido de Mi’kmaq y administraron la tierra conviviendo con el pueblo indígena que habitaba allí”.

“Hace poco, me di cuenta de que los medios de comunicación y las plataformas externas seguían transmitiendo una imagen poco real de mi comunidad, así que decidí cambiar ese discurso. Tras horas de grabación y edición de videos, creé mi propio canal de YouTube, en el que hablo de quiénes somos, de mi experiencia personal en North Preston y de las realidades que afrontamos siendo la mayor comunidad negra de Canadá”.

“Creé el canal de YouTube en enero de 2017. A lo largo de ese año, mi contenido pasó de tener 10 espectadores a alcanzar 4.400 visualizaciones, las cuales siguen aumentando cada día. En este proceso, me he dado cuenta de que los únicos espectadores importantes son los miembros de nuestra comunidad. La única visión que verdaderamente importa es la que tenemos de nosotros mismos. Mi experiencia me ha hecho darme cuenta de que debo seguir este camino para convertirme en una de las líderes que el mundo necesita”.

Pensamiento innovador

Ryan Lam: Tirar de la cisterna

¿Es buena idea utilizar el humor en un ensayo personal? Hay que pensarlo detenidamente, pero no debe descartarse si forma parte de nuestra forma de abordar el mundo. Ryan Lam recurrió a una situación sorprendente para demostrar el proceso de pensamiento que utiliza para resolver los problemas del mundo real. Ryan presentó este ensayo como parte de una solicitud común y le valió la admisión en la Universidad de Pennsylvania después de graduarse en el Seminole High School de Florida (Estados Unidos).

¿Qué sucede cuando una fuerza imparable se topa con un objeto inamovible? Se tira de la cisterna […] Era la tercera semana del programa de capacitación de alumnos de ciencias de la Universidad de Florida y por fin estaba viviendo en una residencia con tres chicos que compartían mi pasión por Star Trek […] Fui a evacuar el contenido de mi vejiga en nuestro aparentemente inofensivo retrete. Al tirar de la cisterna, una tempestuosa oleada de materia fecal acumulada durante al menos mil años surgió de allí para saludarme […] Teníamos cuatro de las mentes científicas más prometedoras del estado y no cabía duda de que podríamos solucionar aquel pequeño incidente”.

“Para resumir, no teníamos los materiales necesarios para abordar adecuadamente el problema de una manera convencional. Propuse construir un bastoncillo curvado con papel de aluminio para intentar eliminar la obstrucción, pero el método científico rápidamente demostró que no íbamos a poder confeccionar una herramienta lo suficientemente robusta para lograr nuestro objetivo”.

“… Decidimos consultarlo con la almohada, pero a la mañana siguiente, el deber nos llamaba, la ciencia seguía fallando y teníamos la moral por los suelos. Hablamos de salir a hurtadillas para comprar un desatascador, pero no era posible. Nos habíamos quedado sin ideas realistas […] Como un arponero, sumergí el puño descubierto en aquel caos y peleé por sacar aquella bestia escurridiza de su océano particular”.

“Aunque puedo apreciar las reservas que uno pueda tener, ser tan obsesivamente pretencioso en todo es agotador. Al final, asumir la determinación de hacer algo práctico es siempre un paso necesario. No quiero que se me malinterprete; puede ser muy divertido dedicar tiempo a jugar con enfoques creativos para solucionar un problema, pero a veces es necesario que alguien tome la iniciativa y haga algo que nadie más está dispuesto a hacer. Ya se trate de arrancar de un tirón una venda adhesiva o de meter valientemente la mano en un retrete, una vez que se ha superado el desafío, todo el mundo puede respirar aliviado. Y para mí, ayudar a tanta gente como sea posible a superar sus propios desafíos siempre será más importante que cualquier barrera mental para hacer algo”.

Para obtener información sobre la red de exalumnos del IB, visite ibo.org/es/alumni y lea las historias de nuestros exalumnos destacados para descubrir la trayectoria académica y profesional que han seguido otros alumnos.