El Lycée Technique du Centre (Luxemburgo) explica cómo logra integrar a alumnos de todo el mundo, y tres de ellos cuentan sus experiencias
Alumnos del Lycée Technique du Centre (Luxemburgo) participaron en una carrera de solidaridad contra el cáncer de mama.
El Lycée Technique du Centre (LTC) (Luxemburgo) ocupa una posición especial en el sistema educativo del país. Luxemburgo es un país multicultural: casi la mitad de sus habitantes son extranjeros procedentes de 170 naciones diferentes, y el colegio lleva mucho tiempo recibiendo a una buena proporción de alumnos migrantes y creando un ambiente inclusivo.
Mariette Kauthen, coordinadora del IB del colegio, explica: “En 1989, fuimos el primer colegio de secundaria público en ofrecer clases de inserción para alumnos de séptimo a noveno año. Estas clases permiten a los alumnos recién llegados de cualquier rincón del mundo empezar a aprender alemán o francés. Estas lenguas se enseñan tradicionalmente a los alumnos luxemburgueses desde una edad muy temprana”.
“Desde 1999, ofrecemos clases de inserción para alumnos de décimo a decimotercer año con el francés como lengua de instrucción. La mayoría de nuestros alumnos no pueden integrarse en el sistema escolar tradicional de Luxemburgo porque no tienen un nivel suficientemente competente en alemán”.
El colegio recibió la autorización para ofrecer el Programa del Diploma (PD) en 2008, y este año cuenta con 49 alumnos del PD de 15 nacionalidades diferentes. En todo el colegio hay alumnos de 93 nacionalidades.
“Nuestras clases de inserción son la base de todo nuestro trabajo de integración”, señala Kauthen. “Al igual que el IB, el colegio incluye la tolerancia y la mentalidad abierta entre sus principios. Aunque disponemos de un código que expresa nuestros principios de manera explícita, el ambiente de respeto que aquí se respira se ha desarrollado de una manera prácticamente natural”.
Alumnos del PD encabezaron una jornada de actividades para niños con discapacidades.
Kauthen afirma que el componente de CAS (Creatividad, Actividad y Servicio) del PD complementa la labor del colegio de presentar a los alumnos la cultura, las tradiciones y la gente de Luxemburgo. En 2017, por ejemplo, los alumnos de segundo año del PD organizaron una excursión, un concurso de preguntas sobre repostería y una visita al club de mayores Uelzechtdall con el objetivo de reunir a diferentes generaciones. En septiembre de 2018, los alumnos del PD organizaron una jornada de actividades para niños con discapacidades físicas e intelectuales.
El traslado a un nuevo país plantea numerosos desafíos a los alumnos, por lo que el LTC otorga especial atención al hecho de garantizar la prestación de la ayuda necesaria. “Hace tiempo el colegio tomó medidas para evitar la deportación de varios de nuestros alumnos que todavía no habían obtenido el permiso de residencia”, cuenta Kauthen.
“Los alumnos reciben la orientación adecuada de los profesores y el servicio de apoyo psicosocial del colegio en cuestiones relacionadas con su desempeño académico, sus opciones educativas y sus necesidades emocionales”.
Alumnos del PD organizaron actividades con el club de mayores Uelzechtdall.
A continuación, tres exalumnos nos hablan de su experiencia en el LTC y lo que supuso para ellos estudiar el PD
Maria Eduarda de Morais Lopes
Llegó a Luxemburgo en 2003, se graduó en el PD en 2010 y ahora se dedica a la arquitectura
“Tengo 27 años y nací en Brasil. En 2003, me trasladé a Luxemburgo con mi familia. Ese año comencé mis estudios de secundaria en el LTC. Llegar a un país cuya lengua o cultura no conoces puede ser difícil. Por suerte, el colegio nos recibió con los brazos abiertos, lo cual fue de gran ayuda en el proceso de adaptación.
”Empecé a estudiar el PD el primer año que se ofrecía en el LTC. La experiencia supuso un desafío tanto para los alumnos como para los profesores; no obstante, recibimos todo el apoyo necesario y superamos juntos todas las dificultades. El PD fue una experiencia que me marcó profundamente, me permitió abrirme a otras personas y me preparó para la universidad y el mundo laboral. Obviamente, nada habría sido igual sin el apoyo incondicional de nuestros profesores.
”Tras terminar la secundaria, empecé a estudiar biología en la Universidad de Luxemburgo, pero después cambié de idea y terminé estudiando arquitectura en la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica). Cuando me gradué, complementé mis estudios con un máster en conservación y restauración del patrimonio cultural en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). Durante esos dos años de especialización, también estuve trabajando. Ahora trabajo en un estudio de arquitectura en Bélgica”.
Cynthia Kombe
Llegó a Luxemburgo en 2006, se graduó en el PD en 2011 y ahora es abogada colegiada en Luxemburgo
“Después de dejar la República Democrática del Congo a los 14 años con destino a Luxemburgo (un país plurilingüe con una cultura y un sistema educativo completamente diferentes), estudiar el PD no solo me preparó para la universidad, sino también para la vida. Tuve que esforzarme el doble para desarrollar un pensamiento crítico (importante en una sociedad donde las noticias falsas están a la orden del día), abrir mi mente a través de CAS, y aprender de mis profesores y compañeros. El PD también me abrió muchas puertas. De hecho, después de graduarme, pude ingresar en las mejores universidades y ahora ejerzo la abogacía en un despacho internacional de gran prestigio”.
Miguel Carvalho
Llegó a Luxemburgo en 2004, se graduó en el PD en 2014 y ahora está en cuarto año de medicina
“Quisiera recalcar un aspecto fundamental del IB: su capacidad de fomentar no solo el potencial intelectual de los alumnos, sino el de la persona en su conjunto. Pero un objetivo como ese solo se puede alcanzar con profesionales comprometidos, y eso es precisamente lo que me ofreció el LTC. Les estoy muy agradecido por su profesionalidad y compromiso. Me ayudaron a tomar conciencia de que a pesar de mis orígenes humildes (soy el primero de una extensa familia que ha ido a la universidad), puedo lograr grandes cosas”.