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Yoga para reducir el estrés

 Una alumna del PD organiza sesiones de yoga semanales para ayudar a sus compañeros a relajarse y descansar

Los alumnos del Flagler Palm Coast High School de Florida (EE. UU.) han reducido sus niveles de estrés gracias a Ekatereena Kouzina y su afición al yoga. Esta alumna del Programa del Diploma (PD) ha programado sesiones de yoga semanales como parte de su proyecto de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS).

Según dice, su proyecto “Root to Rise”:

“… tiene por objeto fomentar el uso de ejercicios de conciencia plena para promover la alfabetización física y que los alumnos sean más conscientes de sí mismos en situaciones de estrés”.

Ekatereena, que empezó a practicar yoga hace dos años, investigó los beneficios físicos y mentales de esta práctica y le pidió a su instructora Sonya Romero que impartiera las sesiones

El colegio tiene un alumnado diverso con necesidades igualmente variadas, y el proyecto también forma parte de un marco nacional de resolución de problemas comunitarios. Después de ver cómo la práctica de yoga había ayudado a su sobrino con autismo, Ekatereena decidió adaptar las sesiones para los alumnos con necesidades de acceso e inclusión del aula de educación especial.

También ha organizado sesiones de yoga para alumnos del PD y del programa Grad 100, en el que alumnos que no sean del IB y no aprueban una asignatura pueden seguir cursos de recuperación de créditos. Esta primavera, pondrá dichas sesiones a disposición de los alumnos del programa i3 New Tech Academy del colegio.

Ekatereena ha obtenido una magnífica respuesta de los alumnos, quienes afirman sentirse más relajados y capaces de mantener la concentración en clase. Después de la primera sesión de yoga para el PD en enero, Ekatereena realizó una encuesta que reveló que un 85 % de los participantes se sentían menos estresados. El 15 % restante no lo tenían claro. Ahora, sin embargo, el número de alumnos que afirman estar menos estresados ha llegado al 100 %.

El proyecto ha ayudado a Ekatereena a desarrollar los atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB.

“Ahora soy una persona mejor informada e instruida, más solidaria y más audaz. No todo el mundo está abierto a la práctica de yoga, y pedir a la dirección que permita a los profesores reducir el tiempo de clase requiere cierta audacia”, apunta.

“También salí de mi zona de confort cuando introduje las clases en el aula de educación especial. Sin embargo, como estoy bien informada de los beneficios y puedo demostrarlos con datos, creo que puedo elaborar un argumento válido para implementar la conciencia plena en las clases de todo el colegio. Mi principal motivación para llevar a cabo el proyecto es ayudar a reducir los niveles de estrés de los alumnos y demostrar que me importa el bienestar de mis compañeros”.

Ekatereena añade:

“Quiero hablar con los decanos y el director Robert Wallace para ver si puedo implantar el programa en todo el colegio”.


Este artículo forma parte de una serie de historias de la revista IB World, concebida para dar a conocer las extraordinarias iniciativas que están llevando a cabo alumnos y educadores del IB de todo el mundo. Siga estas historias en Twitter: @IBorganization, #IBcommunitystories. Si desea compartir experiencias e historias extraordinarias, escriba a editor@ibo.org.