Contribución de Guillermo Duff
En la primera parte de esta serie de artículos sobre los nuevos programas de estudios de Lengua A (primera evaluación en 2021), explicamos la importancia de estudiar la intertextualidad (la conexión entre textos) y la intratextualidad (la coherencia dentro del mismo texto o de un conjunto de textos del mismo autor). En este artículo analizaremos el oral individual de los nuevos programas de estudios de Lengua A y cómo integra las nociones de intertextualidad e intratextualidad.
El oral individual de los nuevos programas de estudios de Lengua A (primera evaluación en 2021) logra una integración perfectamente equilibrada del estudio de las relaciones intertextuales e intratextuales entre los textos.
En el oral individual del curso de Lengua A: Literatura, los alumnos deben establecer una conexión entre dos obras: una escrita originalmente en la lengua estudiada y otra traducida. En el oral individual del curso de Lengua A: Lengua y Literatura, deben establecer una conexión entre una obra literaria y un conjunto de la obra no literario. En ambos casos, la conexión debe basarse en una cuestión global común que los alumnos hayan detectado en los dos textos. En este sentido, el oral individual invita a los alumnos a establecer conexiones personales e individuales entre las obras y/o los conjuntos de obras que han estudiado, basadas en las cuestiones globales que elijan. Así pues, este componente destaca el sentido de la agencia de los alumnos y su autonomía como lectores. A medida que lea y estudie textos a lo largo del curso, el alumno irá plasmando en su carpeta de trabajo diferentes conexiones personales entre ellos, basadas en sus intereses e interpretaciones propias.
Cuando se acerque el momento de finalizar su preparación del oral individual, los alumnos determinarán las dos obras literarias, o la obra literaria y el conjunto de la obra no literario, que explorarán en la tarea desde la perspectiva de la cuestión global que hayan elegido. La parte más interesante de esta forma de explorar dos obras literarias, o una obra literaria y un conjunto de la obra no literario, radica en que es el propio alumno el que propone la cuestión global y la conexión entre los textos; de hecho, ninguno de estos dos aspectos tiene por qué ser evidente para otros alumnos.
El oral individual ilustra la importancia de establecer conexiones entre los textos en los nuevos programas de estudios, sin la obligación de hacer una referencia explícita a los vínculos intertextuales (no se trata de un ejercicio de comparar y contrastar). Los alumnos solo tienen que explorar cómo se presenta la cuestión global común en los dos textos elegidos.
En el oral individual, los alumnos también deben seleccionar un pasaje de cada una de las dos obras, o de la obra y el conjunto de la obra, que ilustre con claridad la presencia de la cuestión global y la forma en que se construye el significado en relación con ella. Los alumnos deben usar estos pasajes para demostrar su capacidad de analizar la contribución de elementos específicos a la construcción del significado.
Los pasajes también permiten a los alumnos demostrar su capacidad de conectar la parte seleccionada con la obra o el conjunto de la obra en general. Los alumnos deberán demostrar que han reflexionado sobre la forma en que la cuestión global está presente en el resto de la obra o el conjunto de la obra. Si el pasaje es un texto completo, como puede ser el caso de un poema, un anuncio o una fotografía, los alumnos tendrán que hacer referencia a la obra o el conjunto de la obra del autor de los que se ha extraído el texto en cuestión. Al establecer esta conexión, los alumnos demostrarán que son conscientes de que la producción del autor constituye el trasfondo para contextualizar el estudio de cualquier pasaje o texto concreto.
Esta conciencia de la importancia de situar el texto en el contexto más amplio de una obra o un conjunto de la obra es uno de los aspectos que los examinadores evaluarán en este componente. Los examinadores buscarán pruebas de la capacidad de los alumnos de establecer estas conexiones intratextuales entre la parte y el todo. Para que un alumno pueda demostrar plenamente esta capacidad, el todo debe ser sustancialmente más amplio que la parte; es decir, la obra o el conjunto de la obra deben ser lo suficientemente extensos como para poder establecer conexiones intratextuales sin que haya un desequilibrio entre la discusión del pasaje y la obra o el conjunto de la obra de los que se ha extraído. De no ser así, es posible que no se observen pruebas suficientes de que el alumno es verdaderamente consciente de la presencia de la cuestión global en la obra general del autor. Por tanto, es importante que los alumnos hayan estudiado obras y conjuntos de obras cuya extensión permita establecer una interacción adecuada entre la parte y el todo.
El oral individual es, en este sentido, la manifestación más clara de la importancia que tiene establecer conexiones de distinto tipo, tanto intertextuales como intratextuales, en los programas de estudios que se evaluarán por primera vez en 2021.
Para obtener más información sobre estos cambios en el currículo, descargue nuestras preguntas frecuentes y lea el artículo que se publicó al respecto en el blog de la comunidad.