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Historias de alumnos del IB: una joven líder de Tailandia y la huelga por el clima

Este año, los alumnos han asumido un papel fundamental en los movimientos de presión para combatir el cambio climático. La graduada del Programa de los Años Intermedios (PAI) Nanticha “Lynn” Ocharoenchai pertenece a este grupo de jóvenes líderes. Ha organizado el movimiento Climate Strike Thailand de este año y, como recién graduada universitaria, aspira a dejar huella en el periodismo ambiental.

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Mediante huelgas, manifestaciones y discursos ante líderes gubernamentales, los alumnos han dado un paso al frente para dirigir campañas relacionadas con el clima y el medio ambiente en la Tierra. Nanticha “Lynn” Ocharoenchai, una alumna de 21 años de la Universidad Chulalongkorn, se ha unido a esta iniciativa y es la organizadora del movimiento Climate Strike Thailand. Lynn Nanticha se inspiró en la joven sueca Greta Thunberg en 2018, cuando la prensa internacional se hizo eco de su promesa de manifestarse cada viernes delante del parlamento sueco.

El equipo editorial de relaciones con exalumnos del IB le ha pedido a Lynn que nos cuente algo más sobre su trabajo en defensa del medio ambiente y reflexione sobre su experiencia como alumna del IB. La siguiente es la entrevista que nos concedió.

Escuchar la entrevista completa en el podcast de historias del IB

¿Puede contarnos algo más sobre el movimiento Climate Strike Thailand? ¿Cómo comenzó y cómo se unió a él?

Climate Strike Thailand forma parte de un movimiento global denominado “Fridays for Future”, que puso en marcha la joven sueca Greta Thunberg. Greta empezó a manifestarse delante del parlamento sueco y se convirtió en la organizadora de este enorme movimiento global, que exige justicia climática y medidas contra el cambio climático. Todo comenzó por pura frustración. Greta veía que muy poca gente se preocupaba por el cambio climático y el medio ambiente en general, y que nadie estaba haciendo nada al respecto.

Mi interés en este tema comenzó un día que estaba en clase aburrida y me dio por leer noticias en el teléfono. Me topé con un artículo sobre Greta que no solo hablaba de lo que hace, sino también de ella como persona, y me sentí muy identificada. Compartía la misma frustración por el insignificante número de cosas que se estaban haciendo por nuestro medio ambiente y contra el cambio climático. Cuando leí sobre ella, me gustó saber que había alguien que sentía la misma frustración y aflicción que yo sobre el estado del medio ambiente. Pero ver que esa misma persona se propuso hacer algo al respecto fue muy inspirador. Me sentí así durante años, y por eso me interesé por el periodismo ambiental. Me gusta escribir y esa es mi manera de contribuir a la causa.

Como periodista ambiental en ciernes, ¿a qué tipo de desafíos cree que se enfrentará ahora o en el futuro?

Creo que el mayor desafío es tratar de entender a las personas que no se preocupan de verdad por el medio ambiente. Para mí, se ha convertido en una parte fundamental de lo que soy, y no logro comprender que algunas personas no se den cuenta de lo importante que es el medio ambiente para nuestro bienestar y nuestra supervivencia, y de lo mucho que tenemos que agradecerle a la Tierra. He dejado de echarle la culpa a la gente, y ahora me limito a preguntarles directamente por qué no les importa el medio ambiente y por qué se quedan de brazos cruzados, e intento llegar a un término medio y comprender la procedencia de cada uno. Busco maneras de convencerlos o enseñarles de lo que deben preocuparse desde sus propias perspectivas. Conocer la psicología de mis destinatarios, la demografía tailandesa o los argumentos de los negacionistas del cambio climático se ha convertido en una parte muy importante de mi trabajo.

¿Qué consejos útiles le daría a alguien que quisiera seguir sus pasos?

En primer lugar, le diría que si está organizando un grupo numeroso, resulta mucho más fácil trabajar con un equipo que le ayude a gestionarlo todo. Yo me encargo de casi todo sola, pero siempre está bien contar con ayuda aquí y allá en pequeñas tareas. El núcleo del equipo soy únicamente yo, así que es difícil sacarlo todo adelante aun sabiendo que puedo hacerlo. Al mismo tiempo, cuando alguien cuenta con un equipo, no es necesario que lo haga todo por su cuenta: recibe asesoramiento externo y puede acudir a personas más cualificadas en ciertas áreas para poder dedicar su tiempo a algo que domine mejor.

Otra cosa que he aprendido es que, para poder ampliar el número de personas comprometidas con la causa, es necesario llegar a otros públicos. El activismo no consiste en animar a los ambientalistas a preocuparse por el medio ambiente; esas personas ya están convencidas. Existen muchos intereses diferentes que se pueden plantear a las personas para que se sumen a la causa. Ahora abordo el cambio climático no solo denunciando que estamos dañando el planeta y que los osos polares se están muriendo, sino mostrando que estamos ante una violación de los derechos humanos y que eso nos concierne a todos. Esa es la clave para demostrar a todos que el cambio climático también es asunto suyo y que les afecta directamente.

¿Cuáles fueron las lecciones más importantes que aprendió durante su etapa en el IB?

Diría que el IB me ha ayudado a organizar mis ideas a la hora de redactar, al enseñarme la estructura que debe tener un ensayo o una propuesta de buena calidad. Tras mi paso por el IB, la redacción de ensayos se ha convertido en algo natural para mí. Si tuviera que explicarlo a mayor escala, diría que el IB ayuda a los alumnos a la hora de hablar con la gente, de convencer a alguien de algo o de intentar presentar una idea. Además, cuestiones curriculares aparte, creo que la manera de enseñar de mis profesores del IB fue una influencia muy importante para mí. Muchas personas me preguntan por mi fuente de inspiración para hacer lo que hago. Sinceramente, no lo sé, pero si tuviera que vincularla con algo, sería con mi clase de Sistemas Ambientales y Sociedades con el profesor Park.

En sus clases casi no era necesario abrir el libro de texto porque parecía que se lo hubiera leído entero y lo tuviera ya en la cabeza. Hacía una fantástica presentación sobre ciencias ambientales durante una hora y todo era muy fácil de entender. Hay una clase que recuerdo especialmente. Estábamos hablando sobre los vertederos y le hice una pregunta que me rondaba la cabeza acerca de las compresas higiénicas. Él me dijo: “Qué buena pregunta, Lynn. Tiene toda la razón”, y procedió con su explicación. En cualquier otra clase, mi curiosidad podría haberse topado con un resultado diferente, como: “Eh, ¿por qué pregunta eso ahora? Olvídelo”. Y fue una grata experiencia por dos cosas; primero, porque recibí una respuesta a mi pregunta, y segundo, porque me sentí genial. Pensé que había planteado una buena pregunta y eso sirve para alentar a los alumnos a cuestionarlo todo en un entorno de aprendizaje. Creo que lo más importante que me ha quedado grabado hasta hoy es saber que todo lo que veo en mi vida puedo relacionarlo con esa clase.

Radhika Hira, Sky Brandt y Miley Kongsiri han contribuido a esta historia como parte de su trabajo habitual con la comunidad y los exalumnos del IB.

Para conocer mejor a los graduados del Programa del Diploma (PD), eche un vistazo a estas historias de los programas del IB. Si quiere compartir su historia como graduado del IB, escríbanos a alumni.relations@ibo.org. Agradecemos su contribución a las historias del IB y le invitamos a conectarse con nosotros a través de LinkedIn, Twitter y ahora también Instagram.

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