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¿Literario o no literario?: esa es la cuestión

Docentes y examinadores a menudo se plantean si un texto debe considerarse literario o no literario. La respuesta suele ser imprecisa y resulta difícil llegar a un acuerdo. En este artículo exploraremos algunas directrices que se pueden tener en cuenta a la hora de decidir la naturaleza de un texto.

Contribución de Guillermo Duff “¿Qué es la literatura, y qué importa lo que sea?”. Jonathan Culler plantea esta pregunta en su obra Breve introducción a la teoría literaria. Y no es el único que lo haceLa pregunta de qué características debe tener un texto para considerarse literario suele explorarse al principio de los cursos de lengua y literatura, con mayor o menor éxito en lo que respecta a la indagación y el hallazgo de respuestas por parte de los alumnos. También ha sido una pregunta muy debatida por los teóricos, quienes no lo han tenido nada fácil a la hora de elaborar directrices concluyentes sobre lo que constituye un texto literario.

Si es importante o no determinar la naturaleza literaria o no literaria de un texto es una pregunta diferente y muy interesante, no solo en el contexto de las asignaturas de Lengua A del Programa del Diploma (PD), sino también como resultado de nuestros constantes esfuerzos por establecer conexiones con Teoría del Conocimiento, uno de los componentes troncales del PD.

En los cursos de Lengua A que se evaluarán por primera vez en 2021, la capacidad de discernir entre un texto literario y uno no literario tendrá una importancia sin precedentes. En el nuevo curso de Lengua A: Lengua y Literatura, por ejemplo, los alumnos tendrán que explorar textos literarios y no literarios conjuntamente en el oral individual, y asegurarse de seleccionar uno de cada tipo. Además, tendrán la opción de elegir cuáles de los textos estudiados utilizarán en cada componente de evaluación. A la hora de elegir los textos de la prueba 2 de Lengua A: Lengua y Literatura, en la que los alumnos han de comparar y contrastar dos obras literarias, es importante que tengan muy claras las diferencias entre los textos literarios y no literarios para poder seleccionar solo entre los primeros.

Entonces, ¿qué directrices proponen los teóricos para poder discernir entre los textos literarios y no literarios? ¿Y cómo afectan estas directrices a las decisiones que los alumnos y profesores deben tomar, especialmente en el curso de Lengua A: Lengua y Literatura?

¿Qué directrices proponen los teóricos para poder discernir entre los textos literarios y no literarios?”

Gérard Genette propone un punto de partida fundamental cuando afirma que la literatura es el “arte del lenguaje” y que un texto solo puede considerarse literario si hace un uso exclusivo o esencial del medio lingüístico (2). Este parámetro será sin lugar a dudas muy útil para los alumnos, pues traza una línea muy clara en relación con los textos multimodales. Al utilizar varios medios para crear significado, este tipo de textos no se considerarán literarios en los nuevos programas de estudios. Nuestra voz interior de Teoría del Conocimiento no tarda en recordarnos que la afirmación de que todos los textos multimodales son textos no literarios no significa que todos los textos no literarios sean necesariamente multimodales. Sin embargo, la afirmación de Genette deja el cine, los videos musicales, las series de televisión y otros muchos textos multimodales fuera del ámbito de la literatura. Los nuevos cursos de Lengua A van un paso más allá en este sentido: textos como los guiones de cine y televisión, que están vinculados indisolublemente a los textos multimodales correspondientes —los cuales son producto de ellos—, también se consideran no literarios.

La afirmación de que todos los textos multimodales son no literarios tiene dos excepciones; hay dos tipos de textos que, pese a estar asociados con la multimodalidad (aunque en estos dos casos tal vez sea más preciso hablar de bimodalidad), se consideran literarios:

  • Las letras de canciones se considerarán una subcategoría de la literatura poética. Por lo tanto, serán textos literarios en los nuevos programas de estudios y se podrán utilizar como obra literaria en la prueba 2, en el oral individual o en el ensayo del Nivel Superior (NS), siempre y cuando una colección de letras del mismo autor se considere meritoria y se estudie como obra.
  • Las novelas gráficas también se considerarán textos literarios pertenecientes a la prosa de ficción o no ficción, dependiendo del texto en cuestión.

¿Y qué ocurre con los ensayos, las cartas, las biografías y los discursos? ¿Cuándo deben considerarse prosa de no ficción y cuándo deben considerarse textos no literarios? En los nuevos cursos de Lengua A del PD, el IB ha hecho un esfuerzo por afianzar el objetivo específico que ya había definido en el programa de estudios actual: equilibrar el estudio de textos literarios y no literarios. Por lo tanto, preferiríamos no hacer demasiado hincapié en la afirmación de que los textos literarios tienen más protagonismo que los no literarios, pues partimos de que ambos tipos de textos, cuando lo merecen, requieren el uso de estrategias interpretativas complejas. Al fin y al cabo, como señala Culler, “los textos literarios y no literarios se pueden estudiar juntos y de maneras similares” (18).

En lo que los teóricos sí parecen coincidir es en que la decisión sobre el carácter literario de un texto depende del criterio de un lector o grupo de lectores. El equipo de revisión del currículo y los examinadores jefe de más de 50 lenguas han creado una lista de autores que pedimos a los profesores de Lengua A que consideren literarios. Así pues, los ensayos, las cartas, los discursos y las biografías de estos autores deben considerarse textos literarios. Lo mismo debe ocurrir con textos similares de autores no incluidos en la lista pero que se suelen considerar literarios.

En otros casos en los que puedan surgir dudas sobre el carácter literario de los textos, confiamos en el criterio profesional de los profesores de Lengua A del PD. No obstante, les pedimos que estudien detenidamente los requisitos de los componentes de evaluación mencionados anteriormente y procuren garantizar, en la medida de lo posible, que las decisiones que tomen los alumnos en cuanto a los textos que van a utilizar les permitan explotar al máximo sus habilidades.

CULLER, J. Breve introducción a la teoría literaria. Barcelona: Crítica, 2000.

GENETTE, G. Ficción y dicción. Barcelona: Lumen, 1993.