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Un proyecto busca preservar el arte filipino del tejido

Una alumna del Programa del Diploma (PD) ha creado una marca de moda sin fines de lucro con la ayuda de una comunidad indígena. Las ganancias se invierten en elementos destinados a ayudar a generar ingresos regulares para sus miembros.

Las personas que viven en zonas rurales pueden tener dificultades para encontrar trabajo. The Loom Project es una iniciativa que ayuda a comercializar las creaciones de una comunidad indígena y da trabajo a un grupo de tejedores cualificados.

Gabrielle Uy, una alumna del Programa del Diploma (PD) del British School Manila (Filipinas) y quien además es diseñadora de productos y fundadora de The Loom Project, trabaja con un grupo de tejedores para convertir el tradicional arte filipino del tejido en modernos bolsos y zapatos que se venden al público. Las ganancias que obtiene con la venta de los productos se invierten en la compra de nuevos telares para los tejedores.

Gabrielle con los miembros de la comunidad
Gabrielle con los miembros de la comunidad

Gabrielle se animó a crear esta marca de moda sin fines de lucro después de investigar cómo la comercialización puede ayudar a preservar el arte filipino del tejido para un trabajo del colegio. Como parte de su investigación, visitó Benguet y las montañas de Kabankalan, en Negros Occidental, para conocer a los tejedores indígenas.

A Gabrielle le impresionó el caso de una chica más o menos de su edad que trabajaba como tejedora en su tiempo libre para poder comprarse un teléfono móvil. “Me inspiró mucho respeto. Elaboraba tejidos increíbles, que yo sería incapaz de crear. Tenía un talento que había que preservar”, señala Gabrielle.

“Los tejedores cuentan con todas las habilidades necesarias, pero no pueden hacer que sean rentables porque solo hay un telar por cada tres personas”.

Desde que puso en marcha el proyecto, Gabrielle ha recaudado más de USD 10.000 en ingresos, ha donado ocho telares a los tejedores y espera poder enviarles dos más muy pronto.

“Hace poco me reuní con otras comunidades de tejedores de diferentes zonas de Filipinas que también necesitan telares. La forma de tejer de cada grupo cultural es diferente. Nuestras islas son inmensamente diversas y me gustaría promover esa riqueza todo lo posible”, explica.

Un par de zapatos creados con el telar
Un par de zapatos creados con el telar

“Siempre me he preocupado mucho por mi ropa y mi país, y The Loom Project me permite aportar mi granito de arena para influir positivamente en el sector de la moda”.

La puesta en marcha del proyecto fue una auténtica experiencia de aprendizaje. La falta de capital inicial fue un obstáculo importante. “La compra de telares iba muy despacio y las ventas eran muy escasas, pues se limitaban a familiares y amigos”, cuenta Gabrielle. Cuando finalmente pudo empezar a vender al público, el desafío era satisfacer el incremento de la demanda. “Los tejedores pueden tardar meses en crear un producto y algunos patrones son irrepetibles”.

Gabrielle ha logrado compaginar eficazmente sus estudios del PD con la dirección de su empresa durante los fines de semana. Gracias a su proyecto, ha podido desarrollar varios atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB, tales como los que animan a los alumnos a ser solidarios, reflexivos, pensadores y audaces. “El IB me ha enseñando a abordar cuestiones globales como esta desde las perspectivas de varias disciplinas (en este caso, Artes Visuales y Gestión Empresarial) y a dejar atrás los conflictos para lograr acuerdos. Investigué y reflexioné mucho sobre nuestros objetivos éticos para asegurarme de que The Loom Project fuera respetuoso con la cultura y económicamente sustentable”.

Gabrielle ha ampliado la colección, que ahora incluye camisetas y chaquetas, y quiere asegurarse de que el talento de los tejedores tenga más presencia en sus redes sociales. “Sin ellos, esta iniciativa no habría llegado a ninguna parte y merecen un reconocimiento mayor”, añade. Espera poder mantener el negocio incluso cuando se vaya al extranjero a estudiar en la universidad. “Quiero seguir contribuyendo a crear obras de arte que unan a las personas y las ayuden de algún modo, sea de la forma que sea”.

Uno de los bolsos creados con el telar
Uno de los bolsos creados con el telar

Este artículo forma parte de una serie de historias de la revista IB World, concebida para dar a conocer las extraordinarias iniciativas que están llevando a cabo alumnos y educadores del IB de todo el mundo. Siga estas historias en Twitter: @IBorganization#IBcommunitystories. Si desea compartir experiencias e historias extraordinarias, escriba a editor@ibo.org.

2019 es el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Puede visitar https://es.iyil2019.org/ para obtener más información. También puede leer el último número de la revista IB World.