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Cómo hablar con los alumnos acerca del brote epidémico de la COVID-19

Aquí les ofreceremos algunos consejos a padres y profesores para disipar las preocupaciones de los niños y ayudar a reducir su ansiedad.

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La pandemia de la COVID-19 (coronavirus) está teniendo un enorme impacto en alumnos y familias de todo el mundo, generándoles incertidumbre, miedo y ansiedad, así como la alteración de sus rutinas y la suspensión de clases. Sin embargo, los padres y profesores (ya sea en el aula o a través de comunicaciones en línea) pueden desempeñar un papel importante a la hora de ayudar a los niños a comprender lo que está sucediendo.

Mantener una conversación fluida

Los niños tendrán preguntas y preocupaciones acerca de la COVID-19. Para mitigar esta ansiedad, la División de Psicología Educativa e Infantil de la Sociedad Psicológica Británica aconseja darles el espacio para que hagan preguntas y asegurarse de tener respuestas de fuentes confiables. Al abordar el tema con los niños, es aconsejable empezar con una pregunta abierta, como “¿qué sabes al respecto?”. Los niños suelen sentirse aliviados si pueden expresarse y comunicar sus sentimientos. En el caso de los más pequeños, realizar con ellos alguna actividad creativa, como jugar y dibujar, a menudo puede ser de ayuda en este proceso.

Adecuar el contenido a la edad de los niños

Si bien hay que hablarles a los niños con sinceridad, es necesario tener en cuenta su edad; se les debe brindar información objetiva, pero hay que regular la cantidad de datos y los detalles para que sean adecuados a su edad. Es probable que los niños más pequeños entiendan mejor un dibujo animado o una imagen que una explicación. Dan O’Hare, psicólogo educativo y fundador de edpsy.org.uk, recomienda el libro de actividades y la información de MindHeart sobre la COVID-19 de Manuela Molina, escrito para niños menores de siete años. Está disponible en 18 idiomas y anima a los niños a hablar sobre sus emociones.

«Recordar a los niños las cosas importantes que pueden hacer para mantenerse sanos.»

La organización benéfica para la salud mental YoungMinds recomienda que los adolescentes no estén tan expuestos al flujo constante de noticias, ya que puede llegar a ser abrumador. En su lugar, es preferible sugerirles actividades que les ayuden a reducir la ansiedad, tales como emplear técnicas de respiración, expresar sus sentimientos por escrito, tocar música o hablar con un amigo.

Los padres deben animar a los adolescentes a tomarse descansos de las redes sociales, pues estas pueden empeorar la ansiedad, y también hablar con ellos sobre cómo algunas historias de la COVID-19 en dichas redes pueden estar basadas en datos incorrectos. Los profesores también pueden aprovechar esta oportunidad para explorar con los alumnos el papel de los medios de comunicación, los rumores y las noticias falsas.

Mantener la calma y tranquilidad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que los niños suelen percibir las emociones de los adultos que ocupan un lugar importante en sus vidas, por lo que el modo en que estos responden a las crisis es crucial. Los adultos deben tratar de controlar sus propias preocupaciones y mantener la calma y tranquilidad. Ellos tienen la oportunidad ser un modelo de comportamiento positivo, lo que tranquilizará a los niños.

Ofrecer orientación práctica

La Sociedad Psicológica Británica aconseja recordar a los niños las cosas importantes que pueden hacer para mantenerse sanos y motivarlos para que las sigan haciendo, como darles a elegir una canción que quieran cantar mientras se lavan las manos. “Los niños se sienten fortalecidos cuando saben qué hacer para mantenerse seguros”, asegura Jamie Howard, psicóloga infantil del Child Mind Institute en Estados Unidos.

Evitar la culpa y el estigma

“Cuando hay mucha tensión, a veces tratamos de culpar a alguien”, sostiene la Asociación Nacional de Psicólogos Escolares de Estados Unidos. Es importante evitar estereotipar a un grupo de personas como responsables del virus. Los adultos no deben referirse a las personas que padecen la enfermedad como, “casos de la COVID-19”, “víctimas”, “familias con COVID-19” o “enfermos”. En su lugar, la OMS recomienda llamarlos “personas que tienen COVID-19”, “personas que están en tratamiento por COVID-19” o “personas que se están recuperando de COVID-19”.

Para obtener información actualizada sobre las medidas preventivas, consulte las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo sitio web tiene una sección útil con consejos para la población acerca de los rumores.

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