Como homenaje a las mujeres de todo el mundo, la dirección de la Escuela Internacional de las Naciones Unidas de Hanói (UNIS Hanói) hace un llamamiento a colegios y sectores de la economía para que sigan sus pasos y garanticen una representación equitativa en sus equipos directivos.
Directivas de la UNIS de Hanói. De izquierda a derecha: Amie, Glenda, Megan, Emma, Jane, Misty, TK Ostrom y Nitasha.
En la Escuela Internacional de las Naciones Unidas de Hanói (UNIS Hanói), tanto la dirección como el consejo escolar están encabezados por dos mujeres: Jane Mc Gee y Amie Pollack, respectivamente. Jane forma parte de un equipo directivo en el que más del 50% de los miembros son mujeres, y que trabaja junto con un consejo escolar donde las mujeres ocupan siete de los nueve cargos disponibles.
Lo que para muchos miembros de la comunidad educativa puede parecer revolucionario, para un colegio de las Naciones Unidas no es más que la evolución natural de su firme compromiso con el quinto objetivo de desarrollo sostenible: la igualdad de género. El colegio cree que esta dinámica ofrece una representación más real del mundo.
Megan Brazil, directora de primaria de la UNIS Hanói, afirmó: “Las mujeres representamos el 50% de la población mundial, así que es lógico que contemos con una representación similar en los cargos directivos”.
“Contar con tantas mujeres en cargos directivos da a nuestro colegio un carácter único.”
Emma Silva, directora de desarrollo, coincide en este punto y añade que contar con una buena representación de las mujeres en los cargos directivos del colegio es “fundamental para el aprendizaje de todos los alumnos”. Al respecto, explica: “La diversidad no solo resulta útil para integrar diferentes perspectivas en la toma de decisiones, sino que también sirve para garantizar que nuestros jóvenes se forman con un modelo que en nuestro colegio es la norma. Es muy importante que cuenten con esas referencias mientras construyen su visión del mundo—con todas sus posibilidades—e imaginan su lugar en él”.
Sin embargo, el firme compromiso del colegio con la igualdad de género sigue siendo un caso excepcional en el campo de la educación. “Contar con tantas mujeres en cargos directivos da a nuestro colegio un carácter único”, admite Nitasha Crishna, subdirectora de primaria. “En los cuatro colegios de primaria en los que trabajé con anterioridad, ya era raro ver a una o dos mujeres en cargos directivos. En ese sentido, la posición de la UNIS Hanói es envidiable”.
Las experiencias previas de Nitasha son muy similares a las de sus compañeras. TK Ostrom, directora de marketing y gestión de matrículas de la UNIS Hanói, afirma: “La principal razón por la que hay más mujeres trabajando en colegios es que son entornos de apoyo, y las mujeres son muy proclives a brindar ese apoyo a los demás. Sin embargo, y esto es más evidente en los colegios internacionales, los cargos directivos los ocupan los hombres”.
Los datos del Council of International Schools (CIS) confirman esta opinión: solo el 27% de los colegios miembros del CIS están dirigidos por mujeres, y esta cifra es aún menor entre los colegios mejor valorados.
“En la UNIS Hanói, siempre hemos contratado a las personas más idóneas para el trabajo, y resulta que muchas de ellas son mujeres.”
La directora de la UNIS Hanói, Jane McGee, lleva más de 25 años trabajando en el ámbito de los colegios internacionales. Según cuenta, aunque durante todo ese tiempo ha tenido el “increíble privilegio de trabajar con varias mujeres en cargos directivos”, solo ha trabajado en un colegio dirigido por una mujer. En su opinión, la sociedad global multicultural en la que vivimos nos da suficientes razones para ampliar la diversidad y garantizar que la UNIS Hanói cuente con el personal más idóneo, tanto hombres como mujeres. No obstante, Jane admite que las mujeres se enfrentan a más sesgos personales y problemas para conciliar la vida profesional y familiar que los hombres.
Glenda Baker, subdirectora de secundaria de la UNIS Hanói, cree que el propio proceso de selección puede favorecer a los hombres, lo que evidentemente supone un desafío añadido para muchas mujeres. Glenda explica: “A menudo me he preguntado si el hecho de que haya más hombres en los principales cargos directivos de los colegios internacionales puede deberse a que en el proceso de solicitud y contratación que suelen seguir los colegios se premian más unas fortalezas personales que otras, dejando a un lado el género. Por ejemplo, creo que un aspirante a director de colegio ha de tener una autoestima muy alta para superar un proceso de selección que incluye varias pruebas de liderazgo y diversas rondas de escrutinio público. Hay muchas mujeres (y también hombres) que tienen las habilidades, la capacidad y las ganas necesarias para asumir un cargo directivo, pero tal vez necesiten un poco de ayuda si no tienen suficiente confianza en sí mismas”.
Emma sostiene que la precepción y el lenguaje acentúan los obstáculos que afrontan las mujeres en el entorno laboral. Y afirma: “Las palabras que elegimos hablan por sí solas y con frecuencia reflejan prejuicios muy arraigados. Los hombres fuertes se describen como ‘agentes del cambio’ que ‘transforman’ programas e instituciones, mientras que las mujeres que asumen cargos similares pueden considerarse ‘estridentes’, ‘inflexibles’ y ‘avasalladoras’, entre otros muchos calificativos. La colaboración, la búsqueda de nuevas perspectivas y la transigencia se suelen ver como actitudes débiles, irresolutas y carentes de la fuerza masculina que requieren las decisiones difíciles. Sin embargo, si algo necesita el mundo ahora mismo es más flexibilidad y menos dureza”.
“En nuestra experiencia, contamos con mujeres excelentes entre los aspirantes.”
Misty Shipley, directora de operaciones y finanzas de la UNIS Hanói, supervisa un equipo de más de 150 personas, en su mayoría hombres que no están acostumbrados a que una mujer ocupe lo que, para muchos, es un “cargo de hombres”. Según cuenta, ha sufrido discriminación por motivos de edad y de género a lo largo de su carrera, pero ahora tiene la suerte de trabajar en un entorno donde se valoran, ante todo, su experiencia y sus habilidades. “En la UNIS Hanói, siempre hemos contratado a las personas más idóneas para el trabajo, y resulta que muchas de ellas son mujeres”, señala.
El consejo escolar
Amie Pollack asumió la presidencia del consejo escolar en 2018, después de ser una de sus integrantes durante tres años consecutivos. Según cuenta, normalmente hay más mujeres en los consejos escolares que en las juntas directivas de las empresas porque hay más presencia de mujeres en el ámbito de la educación.
En el curso académico 2016-2017, Amie presidió el comité de selección de la dirección del colegio, que se encargó del proceso que culminó con el nombramiento de Jane como directora de la UNIS Hanói. Amie explica: “Cuando publicamos la vacante para el cargo de dirección del colegio, dejamos claro a los asesores de selección que queríamos ver mujeres cualificadas entre los aspirantes. Esta condición era importante no solo porque refleja nuestros valores como colegio de las Naciones Unidas, sino también porque, de lo contrario, solo se estaría teniendo en cuenta el 50% de las solicitudes, lo que supondría el descarte de personas cualificadas para la dirección”.
Amie confiesa que, en ocasiones, puede ser difícil hacer realidad ese deseo, pues el número de mujeres que se postulan para cargos directivos sigue siendo increíblemente bajo. Sin embargo, afirma: “En nuestra experiencia, contamos con mujeres excelentes entre los aspirantes”.
Consejo escolar de la UNIS Hanói 2019-2020.
Un futuro forjado en la igualdad
Jane McGee está convencida de que, con pasión, todo es posible, y de que los colegios son el entorno perfecto para ejercer un impacto real. Y afirma: “Los colegios internacionales pueden desempeñar un importante papel a la hora de garantizar que la diversidad y la igualdad de género no solo se acepten y se celebren, sino que también dejen de considerarse casos aislados o dignos de mención. Tenemos un sueño y los colegios son nuestra mejor herramienta para hacerlo realidad”.
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