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Lo que nos une: conversación con Aaron Goh Qi Yang y Klaus Tan

Aaron Goh y Klaus Tan son graduados del Programa del Diploma (PD) del Anglo-Chinese School (Independent). Además de desarrollar una mentalidad holística y habilidades de pensamiento crítico, ambos cultivaron una amistad surgida a raíz del programa de mentoría que ofrecía su colegio, caracterizado por la cercanía que ofrece entre sus participantes. Escuche la reflexión que hacen Aaron y Klaus (en inglés) sobre su amistad y sus experiencias en el PD, así como los consejos que ofrecen sobre expectativas y competencia.

A focus on what unites us: Q&A with Aaron Goh and Klaus Tan

Aaron Goh y Klaus Tan completaron el Programa del Diploma (PD) en el Anglo-Chinese School (Independent) con tres años de diferencia el uno del otro. Se podría decir que son mejores amigos, y que su relación empezó en un momento formativo de sus vidas y ha resistido al paso del tiempo. La cultura de su comunidad escolar, basada en la mentoría y el servicio, propició que se conocieran, y los dos se apoyaron mutuamente para superar los obstáculos del mundo académico y la vida en general. Ambos ofrecen consejos sobre cómo gestionar el estrés, la importancia del aprendizaje interdisciplinario y cómo forjar alianzas sólidas.

Esta entrevista se grabó antes de la crisis provocada por la COVID-19, pero Aaron y Klaus han grabado un nuevo fragmento para compartir su trabajo en un proyecto global relacionado con la pandemia. Esperamos que disfrute con su historia y el podcast.

“Creo que, independientemente del Colegio del Mundo del IB al que asistas, te vas a encontrar con gente increíble. Hay algo que sin duda he aprendido: no se trata de competir, sino de colaborar”.

Escuche la entrevista completa en el podcast de Voces del IB.

¿Nos pueden contar un poco sobre ustedes?

Aaron: Soy alumno de cuarto año en la Facultad de Medicina Lee Kong Chian y actualmente soy el presidente y fundador de la sociedad de oftalmología. Hago investigación médica e imparto clases, pero también intento aprovechar el tiempo libre que puedo tener para volver y actuar como mentor de alumnos que quieren estudiar Medicina y alumnos del IB de nuestra alma mater.

Cuando empecé a estudiar en la Facultad de Medicina, pensaba que quería ser cirujano ortopédico, pero, con el paso del tiempo, me empezaron a atraer otras especialidades. Al ver la amplia variedad de opciones que puede ofrecer la medicina y lo que puede llegar a hacer por la gente, en estos momentos no lo acabo de tener claro, si bien es posible que la oftalmología sea una de las especialidades que más me atraen ahora mismo.

Klaus: Los dos estudiamos en el Anglo-Chinese School (Independent), en Singapur. Es un Colegio del Mundo del IB. Empecé a trabajar como fotógrafo en el colegio. En aquella época, formaba parte de The Boys’ Brigade junto con Aaron, una organización donde teníamos que llevar uniforme militar. Aaron era mayor que yo y un poco mi mentor, y pasábamos juntos los sábados. Pero eso era antes; ahora me estoy tomando un año sabático antes de entrar en la universidad para hacer el servicio militar, que es obligatorio en Singapur. Soy cadete en el cuerpo de policía de Singapur y fotógrafo profesional.

“Soy el primero en mi familia en cursar el programa del IB; antes de eso, mis padres sabían que el IB existía y que se llamaba así, pero solo eso”.

Durante el PD, ¿qué cursos tomaron?

Aaron: Bueno, al ser de años distintos, nunca fuimos a la misma clase. Sí que cursamos algunas asignaturas comunes, y me gusta pensar que la decisión de Klaus de matricularse en una asignatura como Empresa y Gestión [ahora conocida como Gestión Empresarial] se debió, en parte, a la terrible influencia que ejercí en él. Yo, por mi parte, acabé cursando Física, Química y Matemáticas de Nivel Superior (NS). Mis asignaturas de Nivel Medio (NM) fueron Empresa y Gestión, Lengua y Literatura, y Chino.

Sabemos que muchas veces los alumnos se ven sometidos a mucha presión en el terreno académico y también en el social, sobre todo en el campo de la medicina. ¿Qué consejo darían a los alumnos para ayudarlos a gestionar el estrés?

Aaron: Bueno, hablemos de lo que nadie quiere hablar: sí, obviamente hay presión, y la presión es más que real. Creo que depende de cada persona y de cómo la gestionen. Podemos verlo de dos maneras: por un lado, la presión externa que otros ejercen sobre ti y, por el otro, la presión interna a la que te sometes tú mismo. La combinación de las dos es lo que acaba provocando todo ese estrés.

Cuando pienso en mi época como alumno del IB —una versión más joven e inmadura de mí mismo—, veo que me presionaba tanto para conseguir buenos resultados, que creo que al final acabé perdiéndome de muchas cosas que podrían haber hecho que esa experiencia fuera más satisfactoria. De hecho, si pudiera darle consejos a mi yo más joven, le diría tres cosas:

La primera es que no tienes que demostrarle nada a nadie. Solo tienes que intentar alcanzar tu máximo potencial.

Lo segundo que le diría a mi yo más joven es que el progreso es más importante que la perfección. No quiero caer en estereotipos, pero muchas veces en nuestra cultura la presión viene de ponernos expectativas que no son realistas. Eso también me pasó. Ojalá hubiera dedicado menos energía a esforzarme tanto por conseguir logros, y más a centrarme en la persona en la que me estaba convirtiendo.

El tercer consejo: pensar en la importancia que tendrán los resultados obtenidos hoy al cabo de cinco años, porque no tendrán la misma importancia que tienen ahora. Con esto no quiero que se me malinterprete: sé que los resultados son importantes, porque son el billete de entrada a la educación superior, pero no deberíamos perder de vista el panorama general; al final será otro papel dentro del gran esquema de las cosas.

Escribió una publicación para nuestro blog sobre la intersección del arte y las ciencias. ¿Cómo se le ocurrió ese tema y por qué le parece importante?

Aaron: Nuestra facultad ofrece una asignatura interesante como parte del currículo, Humanidades Médicas, que se cursa durante el primer y el segundo año. La primera clase ya me dejó fascinado, porque me di cuenta de que todo lo que había hecho en el Programa del Diploma me había preparado para esa asignatura, para ser capaz de valorar algunas de las ideas y los temas de los que hablábamos. Normalmente, debatíamos sobre poesía y nos adentrábamos en las emociones que sentía la gente. El objetivo de esa asignatura era ayudarnos a recordar y darnos cuenta de que la medicina, más allá de ser una ciencia, tiene mucho de arte y no solo se pone en funcionamiento el hemisferio izquierdo del cerebro, sino que también necesitas el derecho —la creatividad y las emociones. Todo eso sirvió de inspiración para esa publicación. Me puse a reflexionar sobre mi propio recorrido en el poco tiempo que llevaba como alumno de la Facultad de Medicina, y me planteé de qué manera me parecía que las Humanidades estaban vinculadas con el currículo que estaba estudiando en ese momento.

“Todo esto le da sentido a lo que hemos hecho; no se trata solo de haber completado el programa del IB y pasar al siguiente capítulo, sino que podemos usar el conocimiento obtenido para ayudar a los demás”.

Los dos ejercen como mentores actualmente. ¿La mentoría desempeñó un papel importante cuando eran alumnos? ¿Sigue siendo una parte importante de sus vidas?

Klaus: Sí, así fue desde el principio. Al ser el primero en mi familia en formar parte de la comunidad del IB —soy el primero en cursar el programa y, antes de eso, mis padres sabían que el IB existía y que se llamaba así, pero solo eso—, es muy útil tener a alguien que ya haya pasado por el programa y sepa lo exigente que es, porque te puede acompañar durante todo el camino. De hecho, yo conseguí completar el programa con éxito gracias a Aaron.

Él fue quien me dio consejos sobre cómo abordar la evaluación interna, Teoría del Conocimiento (TdC) y la Monografía—se trata de aspectos muy específicos del Programa del Diploma con los que nadie más me podría haber ayudado. Aaron fue un gran guía para mí, y a todos los que empiezan el PD les recomiendo que intenten conectarse con alguien dos o tres años mayor, para que pueda acompañarlos durante el camino.

Ahora mismo, yo estoy ayudando a cuatro personas, los acompaño en el Programa del Diploma y les paso el relevo de la mentoría a alumnos más jóvenes. Ha sido muy gratificante. Todo esto le da sentido a lo que hemos hecho; no se trata solo de haber completado el programa del IB y pasar al siguiente capítulo, sino que podemos usar el conocimiento obtenido para ayudar a los demás.

Aaron: Siendo sinceros, creo que en general nuestro programa de mentoría es bastante informal, ¿no te parece, Klaus?

Klaus: Sí, forma parte de la cultura escolar. Buscas a alguien que forme parte del colegio —da igual que sea mayor o menor que tú, no te importa ayudarle en todo lo que puedas.

“Tenemos que dar los pasos necesarios para intentar conectarnos con otras personas y centrarnos en lo que nos une en vez de en lo que nos divide”.

Aaron: Estoy empezando a darme cuenta de esto incluso ahora que estoy comenzando a trabajar. En el trabajo hay exalumnos mayores y menores que yo que estudiaron en nuestro colegio y siempre es agradable encontrarnos en las salas del hospital. Ya nos habíamos visto alguna vez en el colegio, pero ahora me reconocen y a menudo me dicen cosas como: “Oye, acabo de ver este caso interesante. ¿Quieres que te explique los detalles?”. Esa cultura trasciende las paredes del Colegio del Mundo del IB en el que estudiamos, y sin duda estoy muy agradecido de que sea así.

Klaus: Creo que podríamos relacionar esto con la pregunta anterior en la que nos preguntaba sobre la presión que sienten los alumnos por cosechar grandes éxitos. En parte, creo que sí, que hay presión porque en este colegio siempre te comparas con tus amigos y, cuando a ellos les va mejor que a ti, siempre cuesta aceptarlo. Pero en la práctica, que es lo que realmente importa, no nos desmoraliza, ya que hay una gran cantidad de mentes brillantes a tu alrededor, como en los Juegos Olímpicos. Y eso nos sirve para animarnos mutuamente a alcanzar nuevos récords a los que nunca conseguiríamos llegar si lo hiciéramos por cuenta propia.

Por ejemplo, si ves que tu amigo te supera y consigue mejores resultados que tú, te preguntas: si él ha podido, ¿por qué no voy a poder yo? Y entonces, haces un esfuerzo e intentas superarlo. Esto nos sirvió para crear una sinergia entre nosotros, entre personas que se emocionan por las posibilidades que brinda la vida y lo dan todo por aprovecharlas. Así que, en ese aspecto, nos ayudamos los unos a los otros.

¿Esa competencia puede tener consecuencias positivas y negativas al mismo tiempo?

Aaron: Sí, estoy completamente de acuerdo. Lleva un tiempo acostumbrarse. Creo que, independientemente del Colegio del Mundo del IB al que asistas, te vas a encontrar con gente increíble. El hecho de que estén cursando el programa del IB ya demuestra que están en general en un nivel alto. Hay algo que sin duda he aprendido: no se trata de competir, sino de colaborar. Actualmente, en una época en la que estamos más conectados que nunca, muchas veces sentimos que también estamos más aislados que nunca. Tenemos que dar los pasos necesarios para intentar conectarnos con otras personas y centrarnos en lo que nos une en vez de en lo que nos divide.

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Aaron Goh se graduó del Programa del Diploma (PD) del IB en el Anglo-Chinese School (Independent) de Singapur en 2015. Estudia en la Facultad de Medicina Lee Kong Chian, en Singapur, y mantiene un profundo sentido de la curiosidad por la condición humana. En su tiempo libre, es voluntario de The Boys’ Brigade, una organización dedicada a dar mentorías y apoyo a jóvenes para su desarrollo. Sobrevive gracias a que duerme siete horas cada noche y, de vez en cuando, toma una dosis de cafeína. Puede ponerse en contacto con él aquí y con la etiqueta @aarongohqy.

Klaus Tan se graduó del Anglo-Chinese School (Independent) de Singapur. No es el típico alumno brillante que solo se preocupa por el estudio; también es un fotógrafo asentado y, mientras estudiaba, trabajó con marcas del sector hotelero, entre las que se incluyen Marriott y Hyatt. Más de mil millones de personas han visto sus fotografías. Le apasiona el liderazgo y siempre está dispuesto a interactuar con otras personas, sea cual sea su contexto.

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Para conocer mejor a los graduados del Programa del Diploma (PD), eche un vistazo a estas historias de los programas del IB. Si quiere compartir su historia como graduado del IB, escríbanos a alumni.relations@ibo.org. Agradecemos su contribución a las historias del IB y le invitamos a conectarse con nosotros a través de LinkedIn, Twitter y ahora también Instagram.

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