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Fomentar los atributos de un buen alumno

Julia Savaniu, docente en formación del certificado del IB de la Universidad de Dundee, realizó sus prácticas virtuales en el International School of Como. Julia reflexiona sobre cómo el aprendizaje virtual le permitió personalizar la instrucción de los alumnos y los ayudó a adquirir el dominio de las tecnologías que exige nuestro mundo actual.

Nurturing the attributes of a good learner

Nos hemos comunicado con educadores, docentes en formación y colegios para conocer mejor las repercusiones que la pandemia de la COVID-19 (coronavirus) está teniendo en la educación. Encontrará otras perspectivas de esta serie aquí.

¿Cuáles fueron los desafíos del aprendizaje a distancia y de la realización de prácticas en línea?

Julia Savaniu: Fue inspirador formar parte de la vida escolar virtual del International School of Como y ser testigo de la resiliencia de los profesores y de los alumnos, y de cómo colaboran para abordar juntos esta nueva forma de aprender.

Al iniciar las prácticas en línea, esperaba que la tecnología agregara una dimensión de incertidumbre a la jornada escolar. Dado que no estábamos familiarizados con el aprendizaje a distancia, este desafío siempre estuvo presente; no obstante, todos los integrantes de la comunidad escolar trabajamos juntos para superar las dificultades con paciencia y con una planificación anticipada, a fin de estar preparados para la jornada siguiente.

Durante estas prácticas, me ofrecí como tutora de una alumna de inglés como lengua adicional, para ayudarla con sus necesidades de apoyo para el aprendizaje. El hecho de realizar nuestras sesiones en línea dificultó la productividad y, sobre todo, la comunicación, debido a la barrera lingüística inherente a la situación. Tuve que esforzarme para encontrar formas de potenciar la motivación en el entorno virtual, sin olvidar las necesidades de aprendizaje de la alumna.

Nuestra comunicación fue mejorando a diario, a medida que yo comprendía su modo de pensar y analizaba cómo se percibía el aprendizaje desde la perspectiva de un alumno. Trabajamos los conceptos difíciles como equipo, abordando el problema juntas y conversando sobre su porqué. Me sentí orgullosa al descubrir que esto aumentaba su confianza en sí misma y la incentivaba a resolver algunos problemas por su cuenta.

“Tuve que esforzarme para encontrar formas de potenciar la motivación en el entorno virtual”.

Superar la barrera lingüística fue un desafío a lo largo de todo el proceso, pero podía comprender su ansiedad por hablar inglés, su lengua adicional. Le hice preguntas sobre sí misma para motivarla a ser audaz, y esto dio pie a que conversáramos. La tecnología fue un facilitador en este caso, ya que, con ayuda del traductor de Google, pude usar el italiano para enseñarle vocabulario difícil en inglés.

¿Qué diferencias espera encontrar entre la enseñanza en el aula durante sus prácticas del IB el próximo año y el sistema de educación virtual que acaba de observar?

Gracias a estas prácticas en línea y al trabajo en el aula, ahora comprendo mejor el Programa de la Escuela Primaria (PEP) y estoy deseosa de ver cómo se aplican los conceptos.

En las exposiciones del PEP que se realizaron en línea, los alumnos demostraron que comprenden claramente qué caracteriza a un alumno del programa. Lograron identificar y encarnar los atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB y, posteriormente, idearon acciones pertinentes que se deben emprender a partir de una perspectiva bien fundada. Es evidente que los educadores han cumplido un papel fundamental al fomentar los atributos de un buen alumno en cada uno de ellos.

En el aula, pueden emplearse ejemplos físicos para ilustrar el aprendizaje y explorar, incluso con mayor profundidad, los conceptos clave relacionados con una idea central. Esto puede estimular la motivación por aprender de los alumnos, ya que la exploración práctica puede ayudarlos a alcanzar una comprensión conceptual, lo que solo puede lograrse parcialmente mediante la educación virtual. Además, las opiniones y elecciones de los alumnos con respecto al aprendizaje se tienen más en cuenta en el aula, lo que les permite experimentar y poner a prueba las cuestiones que despiertan su curiosidad, a diferencia de lo que ocurre con las clases que solía observar en el aprendizaje en línea, dirigidas en su mayor parte por el profesor.

¿Qué consejo daría a otros futuros educadores a la hora de adaptarse a las diferencias existentes entre la educación virtual y la presencial?

“Tanto los alumnos como los profesores se han ido acostumbrando a la tecnología en esta época y es importante no dejar a un lado estas habilidades, ya que también pueden resultar útiles para la enseñanza presencial”.

Mi experiencia con la práctica virtual me ha dejado lecciones valiosas que sin duda aplicaré en el aula. Tanto los alumnos como los profesores se han ido acostumbrando a la tecnología en esta época y es importante no dejar a un lado estas habilidades, ya que también pueden resultar útiles para la enseñanza presencial. Por ejemplo, los alumnos pueden conservar los videos de apoyo al aprendizaje creados por los profesores, los cuales son una magnífica herramienta de repaso. Además, la forma de presentar los trabajos escolares puede diversificarse, ya que nuestra interacción con la tecnología ha avanzado considerablemente y los alumnos deberían seguir practicando y mejorando estas valiosas habilidades, que resultan esenciales en el mundo actual.

La enseñanza virtual otorga a los profesores otro medio para conectarse con los alumnos y brindarles su apoyo en el proceso de transición del aprendizaje solitario en el hogar al aprendizaje colectivo que se lleva a cabo en el aula. Recursos como Google Classroom, que permite acceder fácilmente al material de clase, también son atractivos para los alumnos, ya que les permiten ver los trabajos de sus compañeros y aportarles sus comentarios, tal como lo harían en el aula.

Creo que la mayoría de los alumnos se alegrarán de regresar al entorno del aula que ya conocen, donde pueden ver rostros amigables y retomar los aspectos sociales vinculados al aprendizaje. Sin embargo, los educadores deben prestar mucha atención a los alumnos que al principio tengan problemas para adaptarse y brindarles apoyo para garantizar que no se sientan agobiados o ansiosos. Para facilitar la transición, una posibilidad sería que las actividades iniciales se realicen en parejas, para que los alumnos se acostumbren a comunicarse y trabajar en equipo.

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Julia Savaniu está realizando su máster en Educación en la Universidad de Dundee (Escocia).

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