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Más allá del “aprendizaje perdido”: la evaluación formativa como apoyo para el regreso al aula

La pandemia del coronavirus lleva ya dos años causando alteraciones a la educación en todo el mundo. Muchos colegios han retomado el aprendizaje y la enseñanza presenciales, mientras que otros siguen en modo remoto o híbrido. Sin embargo, debido a la incertidumbre que siguen causando las nuevas variantes, tanto los colegios como los educadores deberán sin duda seguir enseñando de manera flexible. 

Durante este período han tenido lugar muchas conversaciones sobre el “aprendizaje perdido”. Una encuesta de McKinsey (en inglés) hecha a docentes de ocho países de Europa, Asia y Norteamérica en marzo de 2021 reveló que debido al aprendizaje remoto, los alumnos se atrasaron, en promedio, dos meses con respecto al progreso de sus pares en condiciones normales. 

¿Cómo afecta esto a los Colegios del Mundo del IB? 

Los resultados de una encuesta reciente hecha a los colegios que participaron en la convocatoria de mayo de 2021 del IB destacan un gran nivel de resiliencia y adaptabilidad frente a los desafíos que ha presentado el coronavirus. Cerca de la mitad de los encuestados indicó que las instalaciones de sus colegios estuvieron cerradas hasta 25 semanas. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de los colegios y los docentes, más de la mitad de los programas solo perdió un máximo de cuatro semanas de tiempo de aprendizaje planificado. Un 20 % indicó que no perdió tiempo de aprendizaje en absoluto.

¿En qué medida es útil el término aprendizaje perdido? 

Muchos educadores consideran que las conversaciones que se centran en el “aprendizaje perdido” no son nada útiles. La experiencia de aprendizaje de los alumnos puede variar, incluso dentro de un mismo colegio o una misma aula. Algunos alumnos han obtenido muy buenos resultados en un entorno de aprendizaje remoto y seguirán haciéndolo cuando regresen a las clases presenciales. Otros necesitarán ayuda adicional con la transición al aprendizaje presencial, y pueden necesitar más comentarios y estímulos para recordar lo aprendido, incluso pueden requerir que se les enseñen nuevamente algunos conceptos. En un artículo de TES de marzo de 2021 (en inglés), el educador y neurocientífico Jared Cooney Horvath dice que “el ‘aprendizaje perdido’ es un concepto puramente curricular” según el cual, se debe abarcar una cierta cantidad de contenido dentro de un plazo específico. Si se pierde tiempo, pero el plazo es el mismo, se deberá ponerse al día o abandonar contenidos o módulos. 

Evaluar el alcance del “aprendizaje perdido” 

Hay muchos argumentos en contra del uso precipitado de la evaluación formal como medida del “aprendizaje perdido”, ya que esto fomenta que se centre la discusión en los vacíos del aprendizaje del pasado y no en las necesidades de aprendizaje actuales de los alumnos, lo que los lleva a experimentar sentimientos de estrés y fracaso. Un enfoque en la evaluación formativa puede ser la mejor alternativa para avanzar, pues se centra en la comprensión de los puntos fuertes, las necesidades y las oportunidades de crecimiento de cada alumno, y forma parte de un ciclo continuo de aprendizaje y enseñanza. 

El enfoque de la evaluación formativa del IB 

En el IB, la evaluación formativa se centra en la agencia y las habilidades de pensamiento de los alumnos. Una evaluación formativa adecuada permite analizar patrones en las respuestas de los alumnos para comprender no solo lo que son capaces de hacer en el momento de la evaluación, sino también el porqué de sus acciones y la manera de ayudarles a seguir aprendiendo. Dicha evaluación debe identificar los conceptos, las destrezas y los conocimientos fundamentales que los alumnos necesitan para obtener buenos resultados en el presente. Este enfoque sostiene que el aprendizaje no es lineal como un libro de texto.  

¿Cómo utilizan los Colegios del Mundo del IB la evaluación formativa para ayudar a los alumnos? 

En el momento de regresar a las aulas, muchos docentes han desarrollado actividades grupales más estructuradas y han creado más espacios informales para que los alumnos participen en un aprendizaje entre compañeros, aporten y reciban comentarios, y mejoren su agencia. También existen ejemplos de docentes que utilizan organizadores gráficos o mapas conceptuales como el que se muestra a continuación. Esta es una contribución de un docente de Física del Programa del Diploma (PD) para identificar y desarrollar la comprensión de conceptos de los alumnos en dicha asignatura: 

Beyound lost learning

Otros ejemplos podrían ser: 

  • Experimentos grupales 
  • Autoevaluación y reflexión en mesas redondas 
  • Uso de las herramientas del método Harkness 

Puede leer más sobre los ejemplos anteriores en la publicación del IB La enseñanza y el aprendizaje guiados por la evaluación en el Programa del Diploma, disponible para todos los educadores del IB en el Centro de recursos para los programas. Participe y comparta sus ideas sobre la evaluación formativa para ayudar a sus alumnos con el regreso al aula presencial en la sección de comentarios que encontrará a continuación.